El 70% del empleo generado durante la pandemia fue informal, alerta un reporte de la OIT

La Organización Internacional del Trabajo aseguró que la recuperación del mercado laboral de la región está dada por puestos de menor calidad y condiciones precarias.

Luego de una pérdida generalizada de puestos de trabajo, este año en la región se comenzó a recuperar parte del empleo destruido por la pandemia, pero de manera despareja. Así lo afirmó un reporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que asegura que el 70 por ciento de estos nuevos empleados son informales.

En los países del continente americano, la recuperación laboral está marcada por puestos precarios y de menor calidad, según el trabajo de la entidad.

«Incluso en los países donde el nivel de actividad ha sido mayor el empleo muestra un rezago respecto de los niveles pre-pandemia«, alerta el informe, que mostró que esta realidad golpea más a jóvenes y mujeres.

En el país, todavía se está cerca de los niveles de empleo anterior a la crisis, pero con la misma dinámica continental.

El trabajo de la OIT analiza la forma en que en pandemia se recuperó empleo, luego de la gran destrucción inicial. «En esta crisis tanto el empleo formal como el informal experimentaron contracciones muy pronunciadas, pero el segundo con mayor intensidad que el primero», se indicó.

«La recuperación parcial del empleo ha estado liderada por el crecimiento del empleo informal. Estas ocupaciones han dado cuenta de alrededor del 70 por ciento o más de la creación neta de puestos de trabajo en varios países de la región», destacó el reporte, al que tuvo acceso Gestión Sindical.

En este sentido, la OIT recalcó que «adicionalmente a los trabajadores informales, las mujeres, los jóvenes y las personas de menores calificaciones han sido desproporcionadamente afectados por la contracción del empleo y los ingresos, y se registran con mayor fuerza los impactos desigualadores y sobre la pobreza de esta crisis en la región».

Al inicio de la pandemia, las medidas restrictivas y las cuarentenas desplomaron la actividad, con la consiguiente destrucción de puestos de trabajo, que en el primer año alcanzó los 250 millones en todo el mundo. Además, unos 100 millones de asalariados cayeron en la pobreza.

«Frente a este escenario se necesita aún más que en el pasado adoptar una agenda de políticas integrales, consensuadas y de gran alcance, centrada en las personas, que apuntale la creación de más empleo formal, que proteja a las micro y pequeñas empresas, y que otorgue garantías de ingresos y protección social a los trabajadores y familias en condiciones de vulnerabilidad», reclamó la entidad internacional.

Si no se logra esto, «los impactos de la crisis se prolongarán y dejarán profundas cicatrices sociales y laborales por largo plazo en la región», alertó.

Trabajo temporario

Uno de los fenómenos que trajo la pandemia fue la creación de puestos de trabajo vinculados al coronavirus, en especial en el sector sanitario, lugares que se comenzaron a perder a medida que la situación epidemiológica se normalizó.

Esto está sucediendo en estos momentos en la Ciudad de Buenos Aires, donde a fin de mes se vencen 3 mil contratos de personal de salud, entre ellos 2 mil enfermeros y enfermeras, que si no hay una solución inmediata perderán su trabajo.

«Hasta ahora no hubo ningún retroceso de parte del gobierno porteño para continuar con estos contratos, que de no haber novedades quedarán en la calle el 30 de noviembre», afirmó Luis Ledesma, delegado de ATE en el hospital Ramos Mejía.

Por eso, desde el gremio se planteó una actividad para el 24 de noviembre, «repudiando esta situación, que deja sin trabajo a miles de compañeros».

Este tipo de contratos temporales –que sirvieron para reforzar y garantizar la atención en el sistema de salud en plena segunda ola de casos de Covid-19 –se dio en otras provincias y jurisdicciones, casi todos con igual final. Ese mismo día, la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE) también marchará, en su caso bajo la consigna «Orgullosamente enfermería».

«Lo peor es que el gobierno no tuvo ni una mínima comunicación o pronunciamiento, ni contestaron sobre nuestro pedido de que los contratados pasen a planta transitoria, que no es lo ideal pero ayuda», le dijo a Gestión Sindical Ledesma sobre este conflicto.

Peor los jóvenes

La crisis de empleo que se generó durante la pandemia golpeó a todos los países y todos los sectores, pero en las áreas donde hay mayor vulnerabilidad el problema fue más profundo, como sucede con los jóvenes, en especial quienes tienen empleos de menores calificaciones.

«La mayor pérdida inicial de las ocupaciones entre los jóvenes es un fenómeno generalizado en la región (salvo en Perú). Ello se deriva tanto del más elevado grado de informalidad que existía a principios del año entre los ocupados con menos de 25 años (salvo en Costa Rica) como del peor desempeño exhibido por los jóvenes en todas las ocupaciones», recalcó el informe de la OIT.

Sin embargo, la OIT afirmó que «durante la recuperación registrada a lo largo de la segunda parte de 2020 los jóvenes regresaron al empleo de manera algo más rápida que el resto de la población».

De cualquier manera, se agregó, «al igual que en el caso de las mujeres, no pudieron compensar plenamente lo ocurrido inicialmente y su participación en la ocupación total de fines de 2020 era menor que la registrada un año antes en la mayoría de los países de la región».

A esto se le suma las mayores dificultades históricas que experimentan los jóvenes en los mercados de trabajo de la región.

En cuanto a la cuestión de género, la OIT subrayó que «la pérdida de puestos informales fue aún más intensa entre las mujeres que entre los hombres».

«La fuerte contracción del empleo en ciertos sectores altamente golpeados por la crisis (turismo, servicio doméstico) –donde se combinan elevada tasa de informalidad y feminización de las ocupaciones– da cuenta, al menos parcialmente, de esta regularidad», concluyó el reporte.

Fuente: www.gestionsindical.com