El culebrón del viaje a Lago Escondido II

Por Alejandro Olmos Gaona*

Aunque los jueces guardan prudente silencio, y el fiscal involucrado también, el ministro de Cambiemos D’Alessandro salió a vociferar en las redes proclamando su supuesta inocencia y acusando a quienes difundieran los conocidos chats. No existe manera alguna de justificar el hackeo, a los fines de meterse en la privacidad de cualquiera, pero este funcionario mas allá de hablar de “operaciones” y “edición de chats” no ha desmentido lo que surge de tales conversaciones, donde no solo hay mensajes escritos, sino audios de los involucrados, uno de ellos, el juez federal Ercolini.
También aparece en los chats un abogado Leonardo Bergroth que fue jefe del departamento jurídico de la AFI antes del 2016, de aceitadas conexiones con ex jueces como Canicoba Corral, y actuales como Ariel Lijo y el nombrado Ercolini. Como si se pudiera observar un entramado mafioso de espías y espiados que responden a unos o a otros según convenga.
Los chats muestran no solo la degradación de estos magistrados, sino la desverguenza de la propuesta de articular hechos delictivos, para justificar quienes fueron los que pagaron el viaje.
En este país “al margen de la ley” en el que vivimos ya nada debería asombrarnos, y hace años tuve una mala experiencia con el Juez Ercolini cuando junto con mi amigo Pino Solanas me convocó a una audiencia, estando presente el Fiscal Taiano a quien hizo venir aunque no correspondía dada la gravedad de la denuncia que habíamos presentado, y las pruebas acompañadas. Nada hizo y en 60 días mandó todo al archivo.
Otra de las cosas que me sorprende, es que todos los periodistas y los que se animan a hablar como Paz Rodriguez Neill, una excelente periodista de “La Nación” que dio verosimilitud a la existencia de los chats, por haber mantenido una conversación con el Juez Ercolini, guardan olímpico silencio sobre el delincuente Lewis y su apropiación de Lago Escondido, y las influencias que maneja, para que su feudo sea inexpugnable.
Uno de los tantos ejemplos que muestran la impunidad de ciertos funcionarios lo da el hecho, de que cuando el Procurador del Tesoro Carlos Balbín le pidió al ministro Rogelio Frigerio que actuara para iniciar una acción de lesividad contra Lewis, debido al fraude cometido, se le contestó que no tenía sentido hacerlo porque había pasado mucho tiempo y significaba un dispendio jurisdiccional. Cuando Balbín, ante la negativa de Frigerio iba a actuar Macri lo echó y nombró a Saravia Frias, que durante su gestión nada hizo protegiendo al amigo de Macri
Ante la inacción de Frigerio, lo denuncié en la justicia federal, junto con Pino y Quique Viale. Ni el Fiscal Stornelli, ni el Juez Martinez de Giorgi consideraron necesario citarlo y archivaron la causa, aunque se había tipificado el delito de incumplimiento de funciones públicas, que estaba suficientemente probado a través de los elementos aportados a la causa, y las constancias obrantes en la Procuración del Tesoro.
Los dirigentes del PRO, agitan la leyenda de que ellos no son como los kirchneristas. No es que hayan perdido la memoria al decirlo, sino que tienen el cinismo de ocultar y silenciar todo aquello que los pueda poner en evidencia.

Final del viaje

El 15 de septiembre de 2021 la Sala 3era de la Cámara Federal de Casación Penal, con la firma de los jueces Carlos Alberto Mahiques, Guillermo Yacobucci, y Liliana Catucci, rechazó el recurso presentado por la Fiscalía Federal, por lo cual quedó firme, el sobreseimiento definitivo por prescripción de la acción penal, respecto del delincuente Lewis.
Precisamente Carlos Mahiques uno de los jueces que firmaron ese dictamen es el que viajó a alojarse en la estancia de su sobreseído. Como no iban a querer ocultar el viaje.
*Historiador. Investigador especializado en la Deuda Externa argentina y el concepto de Deuda Odiosa. Colaborador de las revistas Todo es Historia, Le Monde Diplomatique y América XXI. Publicó La biblioteca jesuítica de Asunción (2006), La deuda odiosa, una doctrina jurídica para la solución política (2005), Bolívar en el pensamiento argentino (1987). Como colaborador de la Comisión Bicameral investigadora, su trabajo contribuyó al libro La deuda ilegítima (Claudio Lozano, Autonomía, Red Editorial, 2019)