Por Camila Petenatti y Verónica Franco
Mitad riocuartense y mitad riojana. Mujer militante y niñera de vocación. La Secretaria de Actas de la CTA Autónoma Regional Río Cuarto, Guadalupe Reynoso, lleva su personalidad divertida, expansiva, afectuosa, a una forma de desarrollar la niñez en libertad y con compromiso social.
En el interior de una casa ubicada en el centro de la ciudad se escuchan risas de niños. Todo es color, paredes amarillas y violetas, más un mantel rojo a lunares. Guirnaldas y juguetes adornan todo el lugar. En la entrada hay un sillón, una mesa larga y una tele. Más allá, una escalera pequeña lleva a una sala más grande llena de disfraces. En sus escalones se lee pintado “Bienvenidos a un hermoso lío… somos la revolución en colores”. Es “Ula Ula”, la guardería infantil donde recalan varios hijos de militantes de la Central.
Guadalupe Reynoso (36), es niñera, pero además es Secretaría de Actas en la CTA-A de Río Cuarto y Operadora en Psicología Social. “Por que cuando por ahí vos decís que sos niñera y la gente te dice: ‘ay bueno ojalá que consigas trabajo’, y no entiende que vos trabajás de niñera, que es tu trabajo” sostiene Reynoso.
Guadalupe nació en Río Cuarto, pero vivió su niñez y su adolescencia en La Rioja. Sus padres, Liliana y Néstor, se dedicaron al periodismo y la comunicación: “Nos fuimos allá, mi vieja laburaba para prensa del Gobierno de la Provincia y mi viejo consigue laburo en Canal 9, pero como había muchos empleados, lo pasan a la Legislatura de la Provincia como asesor de un diputado”, relata.
Empezó su militancia en la Central de Trabajadores de la Argentina a fines del 2010, dando apoyo escolar en el Centro Comunitario “La Barriada” ubicado en el Barrio Hipódromo. “Fuí a probar y ahí quedé. Me sumé así. Yo llegué y estaba la María, me acuerdo, que me dió el mate más dulce” recuerda. Con el tiempo, se sumó por completo y a militar activamente en CTA-A.
“Como que siempre hubo en casa la movida de la militancia, el peronismo siempre estuvo presente. De las bases viene esa cosa nuestra de querer militar”, afirma Guadalupe, mientras abraza a “Tato”, un bebé que carga a “upa” durante toda la entrevista.
Reynoso es muy chistosa y extrovertida, le encanta hablar. Pocos saben que comenzó a estudiar Comunicación Social en la Universidad de La Rioja, pero “no me terminó de cuadrar” y se cambió al Profesorado en Educación Especial, que con el tiempo no prosperó. “Algo con la forma de comunicarme tenía, sí o sí” dice Guada y se ríe. Tiene unos ojos color miel que se achinan fuertemente cada vez que hace uno de esos chistes sarcásticos que la caracterizan.
Con 22 años, regresa a Río Cuarto, comienza a trabajar en un jardín maternal a tiempo completo y descubre su vocación: Los niños.
Después de estudiar para ser Operadora en Psicología Social con una compañera fundan el “Ula ula”, un espacio para la niñez que funcionó desde el 2013 al 2015. “Nos cansamos de renegar con la Municipalidad, de que el objetivo para los chicos tenía que ser si o si la carpetita y no que estén jugando. Como que el juego no es algo válido y no era lo que buscamos, así que sacamos el cartel, cerramos todo y quedó mi casa. Hoy soy niñera en mi casa. El ‘Ula’ funciona allí” explica Reynoso.
–¿Cuáles eran las bases pedagógicas del espacio?
-Lo primero que nosotras queríamos era un lugar donde los chicos aprendan entre ellos que para mí y la otra chica, era lo más sano. Y el aprender con el otro, el aprender mirando y el juego, básico para todo y primordial. Más que nada también contenerlos el rato que no están con los padres, que estén como en su casa y el hecho de salir del jardín y no ir a otro lugar estructurado. Que vengan y que pueda venir por ejemplo un nene de cinco años y que esté al lado de un chico de uno, que no estén separados.
–¿Cuáles crees que son las falencias de la escuela tradicional?
–Me parece que lo que yo veo del sistema educativo es que el problema es que todo lo que tenga que ver con lo alternativo, lo comunitario, lo informal, termina siendo privado o terminás haciéndolo en ámbitos privados porque el sistema educativo hace cuarenta años que está igual. Sí hay avances en libros, en televisión, por ejemplo cuando apareció Paka Paka con Zamba pero siguen entregando medallas al mejor compañero, medalla al mejor promedio y tiene que se como equitativo. Si vos vas a pasar videos de Zamba, videitos de los valores y todo, está genial, pero el Día del Estudiante no hagas la elección de la Reina de la Primavera por ejemplo. O tenés que aggiornarte como profesor, sacar más a los chicos, interactuar con otras escuelas, con otros chicos, con otras realidades también.
Actualmente también Guadalupe, integra el staff del programa radial de la CTA-A “Lo Que Somos” junto a Jorge Palacios, Josefina Miscoff, Florencia Guttlein, Matías Giuliani y Juan Carlos “Pipón” Giuliani.
“Lo que siempre digo que nosotros como espacio, como CTA-A, como organización, tenemos que tener un espacio para los chicos. Que no sea un centro comunitario, ni un merendero, sino una Secretaría de Niñez que se encargue de todo lo que tiene que ver con niñez, familia y un lugar también para que queden los chicos cuando las madres van a militar. Creo que eso como organización nos debemos” sostiene Reynoso.
–¿Qué pensás del trabajo barrial que lleva adelante hoy la CTA Autónoma en la ciudad?
–Está bueno pero lo lindo sería que no existieran los merenderos. Lo lindo sería que sean espacios recreativos para los chicos. Por ahí que sí, tomen la leche si tienen la necesidad, pero que vayan y jueguen un rato, que hagan los deberes, que hagan algún tallercito, al igual que los padres. Estaría bueno que no existan los comedores, que cada niño coma en su casa con su familia. El encuentro con la familia, a causa de toda la situación económica, se está perdiendo mucho.