Hospital Pasteur de Villa María: Temor por una lista con 35 despidos más

El director del centro de salud se hizo cargo de la decisión al firmar una cédula de notificación a una de las trabajadoras que se presentó en el lugar luego de que le avisaran por teléfono que perdía su trabajo.

El lunes, Rita Zárate se presentó a trabajar en el Hospital Pasteur. La supervisora de turno no le impidió el ingreso, más allá de que tenía órdenes de hacerlo, pero no le dio tareas. Al cabo de los minutos, se hizo presente el director del centro de salud, Sergio Arroyo, quien con una cédula de notificación confirmó lo que prácticamente ya era un hecho, pese a que se lo habían comunicado telefónicamente: se quedó sin trabajo.

Ella es una de las tres personas cuyos contratos “se cayeron”. Pasó exactamente lo mismo con Andrea Fonseca, quien también se presentó a trabajar porque no recibió una notificación concretar de que perdía su fuente laboral. A las dos enfermeras se le sumó el doctor Gandarillas, hijo de René, ex juez recientemente jubilado.

Desde que comenzaron los rumores hasta la confirmación, y con lo que vendrá, estuvo Teodora Perassi, delegada de la Unión de Trabajadores de la Salud de Córdoba (UTS-CTA), y otros compañeros que acompañaron a la enfermera, que llevaba casi cinco años desempeñándose en el Pasteur.

“No hay motivos y hay mucha contradicción porque nos dicen que no hay causa, pero después alegan en cierta manera una causa que es que hay gente que no cumple o que son muy ‘carpeteros’ y que están tratando de limpiar esa situación, por lo que creen que lo conveniente es dar de baja esos contratos”, explicó Perassi tras la charla que tuvieron con el director. El resto de las personas que acompañaron a Rita aseguran que se trata de alguien cuyo legajo está impecable.

“Al mismo tiempo dicen que el contrato se da de baja solo porque se termina y no lo renuevan”, comentó, pero también afirmó que no les mostraron los contratos para observar la fecha de caducidad de los mismos, pese a habérselo exigido al director.

“Hace falta gente y es algo dicho y asumido por todos. Entonces no se correlaciona el hecho de tener que dar de baja estos contratos o no renovarlos”, apuntó la delegada de la UTS.

Entre el desazón por la situación y la falta de coherencia a la que hacen referencia al momento de tomar la decisión de terminar los contratos, Perassi explicó que no se entiende por qué Rita “estaba planificada”. Es decir, figuraba entre los trabajadores en la planilla con los turnos y horarios de marzo, “lo cual genera un desorden y atenta contra los pacientes, y la supervisora del sector contaba con ella”.

Una lista y medidas extremas

“Tememos, porque se corre el comentario, que van a ser aproximadamente 35 personas las que van a ser desvinculadas, entre médicos, enfermeras y administrativos. Corremos el riesgo de un vaciamiento de recurso humano que realmente hace falta”, adelantó quien también es abogada.

“Repudiamos la situación, la falta de ética profesional, de descarte, malos tratos y discriminación porque no pudieron respetar dos días que son inhábiles para que ella reciba el telegrama y poder hacer la cuestión como corresponde, el reclamo pertinente y demás. Hay un manoseo que no vamos a permitir”, enfatizó.

Por eso es que “hemos decidido llevar a cabo medidas extremas, si tenemos que tomar el Hospital con asambleas, o hemos pensado encadenarnos por la impotencia, no podemos permitir que sigan sacando gente y que no reincorporen a estas personas”, y planteó que “si el resto no reacciona, es porque tienen miedo, terror”.

Fuente: www.eldiariocba.com.ar