“La violencia en grupo tiene raíces muy profundas para analizarla solo como casos policiales”

El psicólogo y delegado de ATE de la Casa del Joven del Ministerio de Salud de Córdoba, José Pesuto, analiza el fenómeno de los casos de violencia grupal que ocuparon las últimas semanas la agenda pública y describe las estrategias de intervención que tienen desde el área. El consumo de sustancias, la falta de proyectos de vida y la violencia como forma de identificación o pertenencia, entre las razones.

José Pesuto es psicólogo y delegado de ATE de la Casa del Joven. Junto a su activismo sindical, Pesuto se desempeña en el consultorio atendiendo pacientes jóvenes de poblaciones vulnerables (fundamentalmente). Además de ello, junto con el resto del equipo que componen este dispositivo de atención e intervención del Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba, dictan talleres, charlas y habilitan espacios de reflexión para pensar temas diversos con las poblaciones con las que trabajan, entre ellos el tema de la violencia.

En diálogo con “Entre Todos y Todas”, el programa radial del Consejo Directivo Provincial de ATE Córdoba (que se emite cada martes de 18 a 20 horas por FM Gen 107.5 de Córdoba Capital y puede oírse en www.genfm.com.ar), Pesuto remarcó que el problema de la violencia grupal debe ser analizado en sus múltiples explicaciones, no solo desde un punto de vista punitivista: “La violencia en grupo tiene raíces muy profundas para analizarla solo como casos policiales, con una sola causa. Es una problemática social con muchas aristas. Debemos poner en agenda estas problemáticas sobre las que trabajamos para poder erradicarlas, pero hacerlo no solo desde una óptica punitivista como suelen abordarla los grandes medios (“que los que mataron a la salida del boliche “se pudran en la cárcel””), sino desde un enfoque integral con mecanismos de intervención planificados”.

“Los fenómenos de violencia grupal no son nuevos -aclaró el delegado de ATE Córdoba-, solo que en las últimas semanas, producto de que los medios han traído al centro de la escena los casos terribles que se han producido en nuestra provincia y el país, el debate se ha reavivado”. Pesuto insta a “salir de los hechos concretos para ver el problema de frente y en toda su dimensión”.

“La violencia es un recurso al que apelan muchas personas como modo de constituirse en alguien, ser alguien reconocido por el otro. El “hacerse respetar” mediante la violencia es un recurso muy usado entre los jóvenes fundamentalmente que se “ganan un lugar” en los espacios sociales de ese modo. Y dejan afuera otros recursos para lograr ese reconocimiento que, en los talleres que brindamos en escuelas, comedores, espacios comunitarios, intentamos remarcar, que aparezcan como mecanismos válidos de reconocimiento y de construcción de identidad”, explica Pesuto.

Además, el profesional destaca que lo que sucede también es que muchos jóvenes que no logran ese reconocimiento o desarrollo profesional y social en sus vidas y el recurso de la violencia aparece como “mecanismo válido de constituirse en alguien”.

“Hay una exclusión en las juventudes de todas las clases sociales de los proyectos de vida -continúa Pesuto-: de cosas que le produzcan satisfacción y que puedan servir como organizadores de la vida. Y allí aparece muchas veces el consumo de sustancias -drogas duras, alcohol- que son una estrategia de desintegración social del poder, que destruye a nuestras juventudes”.

En ese sentido, el analista relaciona las situaciones de violencia entre con el consumo de estas sustancias: “son “facilitadores” para la violencia porque generan, además de la estimulación, una anestesia que deviene en una mayor tolerancia a los golpes, por ejemplo”.

Por otro lado, Pesuto hace referencia a la necesidad de que el Estado hablite más espacios de trabajo con profesionales que puedan acompañar a las poblaciones con tareas de prevención, con talleres colectivo para reflexionar sobre las situaciones de violencia, de dónde vienen, cómo debemos hacer para relacionarnos de otra forma.

“El Estado Provincial hoy tiene un plantel de trabajadores insuficiente. Me animo a decir que siempre es insuficiente en este estado de cosas, pero de todas formas el faltante hoy es enorme. Además, quienes trabajamos, lo hacemos por salarios que realmente no se condicen con la tarea que realizamos, bajo condiciones contractuales muy precarias. El cambio de esas condiciones es parte central de la lucha de ATE y son elementos que sí o sí deben estar presentes para pensar en políticas públicas con impacto real”, completó el delegado de la Casa del Joven.

“Quienes trabajamos en las instituciones que abordan estas problemáticas realmente trabajamos con un compromiso y cumpliendo incluso con más funciones de las que corresponderían porque realmente queremos erradicar estos flagelos, pero necesitamos un Estado más presente garantizando nuestras condiciones laborales y dispositivos de atención con herramientas, recursos, realmente potentes”, finalizó Pesuto.

Fuente: www.atecordoba.org