Los desafíos de la inminente implementación de la Reforma Procesal Laboral

Por Carolina Klepp

Se abre una nueva etapa de modificaciones en el fuero Laboral de Córdoba. “Se necesita que el proceso sea más justo, eliminando la mora consuetudinaria”, plantea César Arese, doctor en Derecho y ex juez de la Cámara de Trabajo, quien analizó los alcances de las medidas en cuestión.

Pronto entrarán en vigencia los cambios en el Código Procesal Laboral (CPL) de Córdoba. Los principales desafíos para su implementación, el diferencial positivo en la reformulación de los principios procesales del trabajo y las cuestiones pendientes en el fuero Laboral cordobés son algunas cuestiones sobre las que brindó precisiones César Arese, doctor en Derecho y Ciencias Sociales, ex juez de la Cámara de Trabajo, profesor de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y autor de varios libros, entre ellos el reciente Acceso a tutela judicial efectiva laboral de América del Sur, en el marco de la Organización Internacional del Trabajo. Junto a la jueza de Conciliación, docente de la UNC y magíster en Derecho del Trabajo y Relaciones Laborales Internacionales, Sofía Andrea Keselman, dictarán el Curso Reforma Procesal Laboral de Córdoba, organizado por Comercio y Justicia. La formación estará destinada a abogados, magistrados, funcionarios y empleados del Poder Judicial.

-La reforma procesal laboral de Córdoba cambia el paradigma del trabajo de los operadores judiciales en el fuero. ¿Cuáles considera que son los principales desafíos para su implementación? 

-En 2019 y 2020, la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictó tres condenas contra Argentina por mora en procesos laborales. Fueron los casos Preckel, Perrone y Spoltore. Ése es el más importante reto actual: cambiar la lógica del juicio laboral de Córdoba con dos o tres etapas (en los casos de siniestros laborales por el paso por comisiones médicas) y una demora de cuatro años o más en promedio para el dictado de una sentencia. Los procesos deben ser concentrados, orales, continuos, protectorios y ágiles ante un tribunal dotado de personal, medios tecnológicos e infraestructura adecuada. Las sentencias deben dictarse en no más de un año por una cantidad suficiente de tribunales. Deben poder ser apeladas ante un tribunal colegiado, es decir, un doble conforme. La apelación debería resolverse en dos o tres meses y la casación debería ser excepcional y no demorar más de otros tres meses. Las razones son simples: un proceso laboral moroso perjudica la parte más débil de la relación procesal, el trabajador.

-¿Qué destaca como diferencial positivo en la reformulación de los principios procesales del trabajo?

-El principio esencial es el de acceso a tutela judicial efectiva laboral, que comprende el de protección del más débil o igualdad de armas procesal. No existe ese equilibrio cuando se somete al trabajador a un largo peregrinar tribunalicio que concluye, en la mayoría de los casos, en acuerdos conciliatorios. No se puede saber si esos acuerdos son libres, equilibrados, con justa composición; o forzados o incentivados por la prolongación incierta pero siempre excesiva del proceso. Sin sentencia próxima de un tribunal independiente, imparcial y especializado, el trabajador se ve obligado a resignar derechos y pretensiones en la conciliación.

AGENDA

  • Curso de actualización “Reforma Procesal Laboral de Córdoba”.
  • Lo dictan César Arese, abogado laboralista y ex juez de la Cámara de Trabajo de Córdoba, y Sofía Andrea Keselman, jueza de Conciliación.
  • Fechas: jueves 18 y 25 de marzo.
  • Horario: 18 a 20.
  • Modalidad: virtual; clases online en vivo por plataforma Zoom.
  • Destinatarios: abogados, magistrados, funcionarios y empleados judiciales.
  • Preinscripción e informes: https://comercioyjusticia.info/cyjcapacitaciones
  • Descuentos: 15% para suscriptores de Comercio y Justicia y Semanario Jurídico. Descuento de 10% para agremiados a la Asociación de Magistrados y Funcionarios Judiciales de la Provincia de Córdoba.

-¿Considera que con la reforma se reducirá drásticamente la mora judicial en el fuero Laboral? 

-No será repentino sino un proceso de varios años. Si existe predisposición de los operadores del derecho, apoyo institucional, modificaciones normativas necesarias y funcionarios suficientes, en un mediano plazo se podría reducir la mora razonablemente. Una vez que se vean los primeros resultados, procesos simplificados, concentrados y sentencias en tiempo breve y oportuno, las reformas se acelerarán.

Quiero aclarar que hay quienes especulan con procesos prolongados, costosos y complejos para obligar a la contraparte, los trabajadores, a resignar derechos. Ganan con la mora. Estos sectores actúan contra las reformas de modo directo o solapado.

-Pronto se pone en marcha la reforma. ¿Qué les aportará el curso de Reforma Procesal Laboral de Córdoba a los operadores judiciales?

-El objetivo es analizar el cambio cultural jurídico-procesal y profundizar todos los aspectos técnicos de la reforma. No son pocos ni simples. Pero bien expuestos y explicados serán muy útiles para conocer y operar el nuevo Proceso Declarativo Abreviado. Los jueces, abogados y funcionarios están ávidos de conocer y comenzar a trabajar de una manera distinta.

-En simultáneo se produce el traslado del fuero al nuevo edificio. ¿Qué cuestiones sustanciales tiene pendiente la Justicia laboral en Córdoba?

-Las nuevas instalaciones únicas, concentradas, dignas para funcionarios y los usuarios, con espacios suficientes y medios técnicos disponibles estimulan el mejoramiento del sistema judicial. Aparte del tema de la mora, hay que ampliar el acceso a la justicia de sectores vulnerables. Si bien los trabajadores lo son, hay más debilidad aún en casos planteados por mujeres, personas con diversidad de género, menores, mayores, discapacitados, etcétera. También problemas de comprensión y lenguaje, barreras económicas, culturales, costos y costas. El año pasado, la Organización Internacional del Trabajo elaboró el documento de trabajo Acceso a la tutela judicial efectiva laboral en países de América del Sur a mi cargo y allí aparece un análisis muy completo y diversificado de las necesidades de la Justicia del trabajo. En lo inmediato y urgente, se necesita que el proceso sea más justo, eliminando la mora consuetudinaria. De ese modo se genera más confianza, se disminuyen los conflictos y se contribuye a la paz social.

Fuente: www.comercioyjusticia.info