No votes hambre

Por Santiago Rodríguez*

Faltan apenas unos días para las elecciones presidenciales y, hoy, en el fondo de barrio Alberdi, en Río Cuarto, comemos alta polenta con queso y salsa. La compramos acá a media cuadra. Siempre fiamos en el kiosco y vemos cómo lo pagamos después, porque, como a muchxs les pasa, no nos alcanza la guita para nada. A veces, nos parece un lujo tomar una coca cola o comernos un asado, un lujo.

Hay muchxs que dicen que “la sencillez y la humildad nos representa”, pero sabemos que esa descripción les sirve también para justificar lo mal que nos están gobernando. La pobreza aumentó cínica y tenebrosamente. Y muchxs se lavan las manos, no se hacen cargo. No se hacen cargo de que, en los merenderos  como el de Analía en Alberdi, como el de Noné en el oeste, como en la Rosa más al fondo del barrio Alberdi, o como en la Stella y Angelina en San Martín, haya aumentado de manera preocupante la cantidad de críos que van a tomar la leche cagados de hambre porque, en sus casas, no tienen para comer.

No se hacen cargo de que hay un presupuesto que lo reparten para chamuyar inclusión. Ni se hacen cargo de la represión de la yuta a pibes con la panza vacía o el hecho de que las mujeres siguen siendo asesinadas, y, cuando van a denunciar, la yuta no les da ni cabida. No se hacen cargo de que las escuelas públicas se están cayendo a pedazos y que, en invierno, lxs pibxs se cagan de frío. Son los mismos que aumentaron el boleto del bondi, los que ajustaron el bolsillo del laburante y se llenaron de guita a costa de lxs trabajadorxs. No se hacen cargo.


Quizás digan que somos planeros, piqueteras, negros. Lo que sí sabemos es que, en cada momento que tuvimos que hacerle frente a cualquiera que nos quiere voltear, les copamos las calles y los miramos de frente. Sabemos que, cada vez que una compañera o un vecino abre sus puertas para darle de comer a 60 críos en las barriadas, estamos combatiendo al enemigo más cercano posible.


Sabemos que esto puede cambiar un poco si cambia el gobierno, pero no nos comemos el verso de quedarnos piolas y dejarles abierto el camino para que se llenen de guita y no la repartan como corresponde.

Este 27 de octubre son las elecciones presidenciales. Y en cada comedor, en cada espacio de laburo, en cada barrio, en cada universidad, en cada asamblea, en cada hospital, escuela, jardín, espacio recreativo: No votes hambre, no votes a Macri.

* Militante del Movimiento de Acción Popular (MAP-CTA. Integrante del Equipo de Comunicación de la CTA Autónoma Regional Río Cuarto

Fuente: www.latinta.com.ar