Nombraron a directores de la nueva Sociedad del Estado de Fabricaciones

El Gobierno nacional avanzó con la puesta en marcha de la Sociedad del Estado de Fabricaciones Militares, designando a los directores de la empresa.

El actual interventor de Fabricaciones Militares, Ricardo Casal; el subinterventor Fernando Speranza y el general de Brigada Edgardo Serafín, fueron designados para integrar el Directorio de la Sociedad del Estado que manejará todo el complejo industrial militar, dentro del que se encuentra el Polvorín de Villa María.

En el caso de Serafín, su designación está supeditada a que renuncie a los haberes que cobra como retirado de la fuerza.

La noticia tomó por sorpresa a los dirigentes de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE-CTA), entidad que resistió la creación de la Sociedad del Estado desde el mismo momento en que fue formalizada por un decreto presidencial de febrero de este año.

“Para nosotros es claramente inconstitucional”, dijo Gustavo Vílchez, dirigente de ATE Villa María, quien el martes estaba precisamente en Buenos Aires realizando gestiones sindicales.

“Además, es confuso el decreto de las designaciones; porque por un lado los nombra como directores a tres personas, dos de las cuales están conduciendo Fabricaciones en la actualidad y por el otro, dice que los propone para que los designen después. Es confuso”, precisó Vílchez.

Igual, quiso llevar tranquilidad a los trabajadores. “Nosotros sabemos que esto no puede prosperar”, planteó. Confía en que “en pocos meses, si Alberto Fernández es electo, dará marcha atrás al decreto” de creación de la Sociedad del Estado.

Argumentos

En febrero de este año, cuando el ministro de Defensa, Oscar Aguad, impulsó la creación de la Sociedad del Estado, lo hizo a través de un decreto firmado por él y por el presidente de la Nación Mauricio Macri.

En los fundamentos, dijo que la Dirección de Fabricaciones funcionaba con un sistema que data desde hace 77 años.

Agrega que la organización estatal “tiene sistemáticos y recurrentes problemas de competitividad, así como serias dificultades económicas y financieras que derivan en conflictos para acceder competitivamente a los sectores público y privado, y costos excesivos, con la consecuente necesidad de disponer de cuantiosas partidas presupuestarias en cada ejercicio anual, sosteniéndose con fondos públicos las pérdidas operativas que se generan, lo que priva a otros sectores críticos de contar con los fondos necesarios para su correcto desenvolvimiento”.

Frente a ese escenario, argumentó que “resulta conveniente encarar su reestructuración” para poder producir “de un modo competitivo”. Y así es como fundamentaron la creación de la Sociedad del Estado.

Fuente: www.eldiariocba.com.ar