Por quién doblan las campanas

Por Manuel Justo Gaggero*

Este es el título de una novela de Ernest Hemingway escrita cuando él era corresponsal de guerra en la contienda civil en España. En la misma describe la heroicidad de los combatientes republicanos y los horrores del enfrentamiento. En esa dirección, pero con otro escenario, el de la Primera Guerra Mundial, el escritor alemán Erich  María Remarque publicó en 1929  su obra titulada “Sin Novedad en el Frente”.

Hoy, oculto por la profusa comunicación de los medios sobre la pandemia, el émulo del personaje de Hollywood “Rambo” que habita en la Casa Blanca empieza a hacer sonar los tambores de guerra. Por un lado, como en las películas del lejano oeste, le pone precio a la cabeza del legítimo presidente de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro. Al mismo tiempo concentra la Flota del Atlántico Sur en las costas de esta Nación amenazando con una intervención militar. Previo a ello respalda una incursión de mercenarios, con presencia de marines norteamericanos, que fue abortada por el pueblo y el Ejército de la Patria de Bolívar.

Por otra parte, y en el Medio Oriente en alianza con el Estado sionista de Israel anuncia un ataque militar a Irán y veta la decisión del Senado que le prohibía que unilateralmente tomara ese camino. Previamente había ordenado  el asesinato del general iraní Quasem Soleimani. A ello suma las falsas imputaciones a la República Popular de China sobre el origen del virus COVID-19 y la profundización del bloqueo a Cuba.

En las antípodas de esta conducta del Imperio la Patria de Martí envía contingentes médicos -“Batallones de guardapolvos blancos” como los denominara Fidel Castro- a más de 25 países europeos, africanos y latinoamericanos para hacer frente a la tragedia que se abate sobre el planeta. Al mismo tiempo que alista nuevos contingentes de médicos y personal de salud que son requeridos por otras comunidades. En esa muestra de solidaridad humana del gobierno y el pueblo cubano no reparan en la ideología de los gobernantes de las naciones que requieren la colaboración.

Una muestra de ello es que profesionales de salud  de la “Isla del Lagarto Verde” -como la denominara el poeta Nicolás Guillén- se encuentran en las llamadas provincias de ultramar de Francia solicitados por el gobierno de derecha de Emanuel Macron.

En este contexto cabe recordar las palabras del poeta  “..La muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad, por eso nunca preguntes por quién doblan las campanas: doblan por tí”.

Frenemos la política belicista de Washington que nos pone en las puertas  de la Tercera Guerra Mundial.

*Abogado. Ex Director del Diario “El Mundo” y de las revistas “Nuevo Hombre” y “Diciembre 20”