Posturas contrapuestas por la aplicación del ‘Código rojo’

Hace tiempo que el manejo gubernamental de la pandemia es blanco de críticas por parte de profesionales y expertos de la salud. Es así que el nuevo protocolo de asistencia médica domiciliaria denominado “Código rojo” no fue la excepción y recibió cuestionamientos por parte de la Unión de Trabajadores de la Salud (UTS-CTA).

Desde el gremio aseguran que se trata de una medida peligrosa, ya que “aumenta los riesgos porque aunque sea con asistencia, la casa no es un hospital”. A la par, y continuando con un reclamo de hace tiempo, desde el sindicato advierten que en “el sistema público no hay personal suficiente para brindar esa asistencia” que establece el “Código rojo”. Este reclamo sobre la falta de recursos humanos para hacerle frente a la segunda ola de la pandemia data de hace tiempo, y comenzó a hacerse visible con cada anuncio del gobierno provincial de incorporación de nuevas camas críticas.

Al rechazar esta nueva iniciativa, UTS también expresó: “La medida del Gobierno va a significar más precarización laboral y un negocio para empresas privadas. Precarización que ya sufrimos los trabajadores con una exigente sobrecarga laboral”. “Pero el Gobierno insiste en incrementar esa sobrecarga, sumando guardias extra a médicos intensivistas y de otras especialidades, en lugar de incorporar personal con plenos derechos y salario acorde a su tarea. Ese es el camino correcto para fortalecer la asistencia en la pandemia. Y hacer una fuerte inversión en la infraestructura que haga falta para que los hospitales puedan atender a los pacientes covid positivos”, indicó el gremio.

Desde el Gobierno, en tanto, promueven la aplicación del “Código rojo” ya que consideran que es una iniciativa importante para descomprimir la situación en las Unidades de Terapias Intensivas (Utis) de la provincia, que son las más críticas y demandadas cuando la enfermedad se agrava. Gabriela Barbás, secretaria de Prevención y Promoción de la Salud de la Provincia, y quien dio a conocer esta iniciativa, aseguró que cumple los estándares internacionales, desestimando de esta forma lo que objetó UTS en torno a los riesgos que implicaría.

En concreto, la funcionaria sostuvo: “Es un protocolo que se instauró en función de las recomendaciones del comité asesor y de las recomendaciones a nivel mundial. Permite un giro más rápido de camas y evita infecciones intrahospitalarias” ya que “los pacientes pueden terminar su recuperación en su hogar, con un estricto seguimiento médico y algún apoyo de oxígeno de ser necesario”, según indicó. Asimismo, aclaró: “no será en cualquier circunstancia, sino que se evaluará caso por caso, teniendo en cuenta el ambiente donde vive la persona y bajo indicación médica pensando en el beneficio del paciente”.

Algo en lo que sí coincidieron Gobierno y UTS tiene que ver con las restricciones y la necesidad de bajar la circulación. Barbás sostuvo que para aplanar la curva “es vital respetar al máximo las medidas actuales”, mientras que desde el gremio bregan por “verdaderas restricciones estrictas para bajar la circulación viral y los contagios”, a la vez que advierten que dichas medidas deben estar acompañadas “con asistencia social y económica”.

Fuente: www.hoydia.com.ar