De la transitoriedad de viajeros a la de las autoridades municipales

Por Jesús Chirino*

El Palace Hotel de Villa María luego de alojar hombres y mujeres en sus habitaciones, de inundar de música en vivo sus salones, de ser lugar de encuentro, ofrecer sus espacios para bailes, promociones estudiantiles y diversos festejos, un día pasó a albergar las autoridades del Poder Ejecutivo municipal. Se le hicieron modificaciones, ampliaciones como la oficina de Intendencia, algunos arreglos pocos ortodoxos.

De manera lamentable, su bello y costoso mobiliario fue perdiéndose y el tiempo no pasó sin herir las bellas instalaciones, pero en el imaginario de la comunidad continúa manteniendo el brillo de esos hitos urbanos sin los cuales es imposible imaginar el paisaje de la ciudad.

Bailes y apuestas a los caballos

El hotel nacido en el inicio de la década del 30 en la esquina de Mendoza y Bolivia (actual Sobral), vecino al predio del Colegio Sarmiento de Ramiro Suárez, luego de 1934, muerto Balerdi, quien lo hizo construir, pasó a manos de otros dueños. Si bien la viuda de Balerdi batalló para mantener la propiedad del local, no pudo evitar el remate del mismo en el marco de una ejecución prendaria, por 260.551,60 pesos, a cargo del Banco Español del Río de la Plata. Pero la entidad crediticia no encontró interesados en el remate de esta joya arquitectónica de Villa María. Ante esa situación la propiedad quedó en manos del banco, que inmediatamente lo transfirió al nuevo dueño, Blas Alberto De Santos. El pago del precio del hotel se acordó en cuotas, cuestión que llevó el precio a un total de 500 mil pesos.

Si bien los años 30 transitaron durante una dura crisis económica, el nuevo propietario desarrolló su estrategia comercial para mejorar los ingresos económicos al establecimiento. Es así que en los salones de la planta baja del Palace Hotel se realizaban reuniones bailables en dos diferentes horarios: vermut y noche.

Un dato que la historia registra y resulta interesante mencionar es que entre los danzantes de ese tiempo en el Palace se contaba al reconocido intelectual Juan José Hernández Arregui. Influyente ideólogo del nacionalismo de izquierda durante los años 60 y principios de los 70 del siglo próximo pasado. Arregui, quien se definiera como “radical antiimperialista”, luego llegaría a ser un importante intelectual del peronismo de izquierda.

En aquellos concurridos bailes contaban con orquestas que desarrollaban una actividad bastante estable en cuanto a los prolongados períodos que actuaban en los salones del hotel. Otro elemento que ayudó a incrementar el índice de concurrencia y ocupación del Palace fue la inauguración, en 1937, de la pavimentación de la ruta 9 que, recordemos, entonces pasaba por la avenida Hipólito Yrigoyen.

En la misma época, el propietario permitió la habilitación de una oficina donde los jugadores podían apostar a las carreras de caballos que se desarrollaban en hipódromos situados en la Capital Federal. Por un tiempo, esta actividad se desarrolló en el hotel aportando ingresos económicos considerables.

El matrimonio Blanco y los hermanos Bencich

A 15 años de su inauguración, el hotel volvió a cambiar de dueño, es así que en marzo de 1945 fue adquirido por Miguel Blanco. Este hombre, de la Ciudad de Buenos Aires, adquirió el negocio por la suma de 850 mil pesos. Por entonces el hotel recorría una época próspera, las perspectivas eran tan auspiciosas que, en 1949, el nuevo dueño solicitó al ingeniero Borelli que proyectara la construcción de 120 nuevas habitaciones y una sala de cine-teatro que contara con palcos altos y bajos. Pero la prosperidad dejó de soplar en la esquina frente a la plaza Independencia, se abandonó la ampliación y, a inicio de los 50, por “estrategia” financiera, la titularidad del hotel pasó a manos de Juanita Rodríguez de Blanco.

La economía de la empresa fue deteriorándose cada vez más, llegando a tener una deuda millonaria. La situación escaló al punto que una medida judicial de último momento permitió que no se concretara el remate previsto para el sábado 26 de abril de 1958. La postergación del remate duró poco y el mismo se concretó el 31 de mayo. En esa oportunidad fue comprado por la suma de 1.800.000 pesos. Si bien la base del remate fue muy baja, 468 mil pesos, la crónica de la época consideraba que el monto por el cual se lo adquirió no llegaba a cubrir el valor de la planta baja del hotel.

El historiador Bernardino Calvo rescata una crónica de la época en la cual se marcó que “Los hermanos Bencich, firma multimillonaria y propietaria a su vez de los más lujosos hoteles de Buenos Aires, Córdoba, Mar del Plata, Chile y Montevideo, son los nuevos dueños del Palace Hotel”. Por años, estos propietarios llevaron adelante el emprendimiento, pero sin mucho favor de la fortuna. Luego de la muerte de los titulares del hotel, en Buenos Aires, Emiliana Irma Friboes, viuda de Bencich, estableció un juicio contra familiares del titular de la firma propietaria que pretendían heredar. Luego de desarrollar un voluminoso expediente, el juicio sucesorio llegó a un nuevo remate del edificio. Esa vez terminó presentándose el municipio de Villa María como comprador.

Palacio 27 de Septiembre-Miguel Veglia

El 12 de diciembre de 1987, los medios de prensa locales dieron a conocer que el gobierno municipal, que asumió ese día, intentaría adquirir el edificio del Palace Hotel. A poco andar, el gobierno radical liderado por el intendente Miguel Veglia, con la oposición del peronismo, logró sumar el edificio a los bienes municipales.

Incluso, el por entonces director de El Diario cuestionó la decisión del intendente, apoyada por el bloque mayoritario de concejales, catalogando la misma como una de las “decisiones tan inconsultas -que- sólo pueden ser tomadas por empresas privadas donde quienes resuelven son sólo dos o tres y con su propio dinero”. De todos modos, el edificio pasó a ser la sede del Poder Ejecutivo municipal, función que aún cumple.

En 2014, año en que falleció Veglia, bajo la intendencia de Eduardo Accastello, a propuesta de los concejales radicales, se dictó una ordenanza por la cual el edificio municipal pasó a denominarse Palacio 27 de Septiembre – Miguel Veglia.

*Docente. Periodista. Secretario General de la Unión de Trabajadores de Estados Municipales (UTEM-CTA). Secretario Gremial de la CTA Autónoma Regional Villa María

Fuente: www.eldiariocba.com.ar