Emilio Jáuregui: Un periodista clasista y combativo

Por Daniel Parcero*
“Porque tenemos historia y algunos de sus compañeros no perdimos la memoria.
“Su biografía autorizada, es uno de mis libros pendientes por ser editado. Escrito hace 9 años. Compromisos ‘de pico, más que de teclado’ por parte de algunos referentes sindicales que aseguran reivindicarlo, y vienen prometiendo aportar a su edición sin hacerlo, es el motivo por el que sigue congelado.
“Todo tiene un límite, sobre todo, para los que solo damos pasos hacia adelante. Desde el conurbano sur, trabajadores de prensa con firmes convicciones de clase, y compromiso ético en el deber de informar, sumados ex compañeros de militancia, y desde la misma vereda de la ex CGT de los Argentinos (CGTA), nos disponemos a planificar la aparición de ‘Emilio Jauregui: Un periodista clasista y combativo’, para el próximo año, en esta misma fecha, y la realización de tres actos reivindicativos
“El compañero Jáuregui, siendo Secretario General, elegido en proceso democrático por las bases de la Federación Argentina de los Trabajadores de Prensa -FATPREN- , fue desalojado arbitrariamente de nuestro gremio por una intervención militar dirigida por la dictadura de los monopolios, liderada por el General Juan Carlos Onganía, la que continuara con una incesante persecución a su persona a lo largo de tres años, hasta ser asesinado impunemente y a plena luz del día por los esbirros de Coordinación Federal en 1969.
“Emilio fue un dirigente de prensa combativo y clasista, cuya figura, desempeño y desaparición, fue por años silenciada por intereses cruzados de una dirigencia cómplice y corrupta que lo sucediera, los intereses corporativos y voraces de las patronales a las que supo plantarse sin dobleces -fue periodista de La Nación-, y de las sucesivas dictaduras que sin suerte intentaron borrarlo de nuestra memoria colectiva.
“Luego de ser separado manu militari de la casa de los trabajadores de prensa, mantuvo su representación a través del Cuerpo de Delegados Nacional que continuó reconociéndolo como su genuina representación, en tanto la dictadura de la Doctrina de la Seguridad Nacional pergeñaba el traspaso de la intervención a manos de la dirigencia colaboracionista de entonces, encabezada por Rogelio Coria y José Taccone en sede del mismo Ministerio de Trabajo, y luego de esta haber encontrado dentro de nuestras propias filas un dirigente a su medida. De ésta manera y por medio de un proceso viciado de irregularidades, el reportero gráfico Manuel Damiano, desandando su propia trayectoria de compromiso, capituló ante el ‘Onganiato’.
“Emilio, se encolumnó a partir de 1968 en la combativa CGT de los Argentinos, junto a Raymundo Ongano, Esteban De Luca y Agustín Tosco, donde militó como asesor de la Secretaría General, y fue un año más tarde uno de los más dinámicos dirigentes obreros en las movilizaciones populares en contra del Gobierno de facto.
“Precisamente, el 27 de junio de 1969, resultó ser de los convocantes a la movilización de repudio a la visita oficial a nuestro país del magnate norteamericano Rockefeller, que originó una multitudinaria concentración en Plaza Once y las inmediaciones, de las que participaron masivamente organizaciones gremiales, políticas y estudiantiles.
“Al momento de la desconcentración pacífica, Emilio quien hacía lo propio junto a otros tres compañeros, fue seguido y emboscado a la altura de Anchorena al 600, en el barrio de Abasto, por agentes de Coordinación Federal que le cruzaron dos autos y lo acorralaron contra el frente de una obra en construcción y lo fusilaron en la vereda, ante la mirada atónita de otros manifestantes que regresaban a sus hogares, convirtiéndose en el primer mártir de los periodistas sindicalizados
“Una vez entregado el cuerpo de Jáuregui, éste sería velado en el segundo piso de la sede cegetista de Paseo Colón 731, donde se produce un incesante desfile de sindicalistas combativos, estudiantes, militantes y dirigentes de agrupaciones de izquierda, peronistas, radicales, de la Izquierda Nacional, grupos católicos de Acción Sindical Argentina, y de Cristianismo y Revolución, entre otros. El féretro, será custodiado durante 24 horas por militantes de la “Vanguardia Comunista”-donde militaba políticamente-, hasta que el domingo por la mañana, una caravana de más de tres cuadras de personas acompañará a pie sus restos, a la Recoleta. Encabezan el cortejo fúnebre, además de los padres de Jáuregui y de Ana, su joven esposa también militante, Susana Valle -hija del General Valle-, el dirigente de los obreros navales y adjunto de la CGTA, Ricardo De Luca, el ferroviario Lorenzo Pepe, y de Empleados de Farmacia Jorge Di Pascuale y Horacio Carballeda. Raimundo Ongaro, envió sus condolencias y repudió desde Córdoba donde se encontraba detenido. Su crimen jamás fue esclarecido.
“Hace unos años atrás en el lugar donde Jáuregui fuera asesinado, la FATPREN, junto a ‘Baldosas por la Memoria’, y con la presencia de su hija Mariana, la adhesión de su viuda Ana -residente luego de un forzado exilio en España-, la compañía de ex camaradas y colegas de lucha, y dirigentes de la Federación Internacional de Periodistas, se colocó en Anchorena al 600 una baldosa con su nombre, siendo el primer acto de reconocimiento que los trabajadores de prensa organizados le rendimos, en ese momento, a 42 años de su trágica muerte. Emilio, el primer mártir de los trabajadores de prensa organizados”.
*Periodista. Escritor