La herramienta piquetera

Por Ricardo “El Polaco” de Udaeta*
“Le pagan a la gente por marchar” dicen los medios de comunicación que cobran enormes sumas de dinero de la pauta publicitaria que pagamos todxs, que solo ponen voces de los que pagan por publicar.
“Pasan asistencia” dicen los patrones del estado que actualizaron los métodos laborales de entrada y salida, entre huellas dactilares y planillas sofisticadas.
“Les cobran si no van” dicen católicos y evangélicos que pagan el diezmo o la cuota de perdón mientras lavan sus culpas.
“Clientelismo político” dicen quienes ven solo consumidores en los sectores empobrecidos.
“Troskos que le hacen el juego a la derecha” dicen los que desalojan con balas de plomo, palos o gases, las tierras que recuperan los últimos de la fila.
Mientras todo el aparato mediático, institucional y obsecuente apunta con desprecio sobre los que resuelven salir organizados a la calle, la pobreza alcanza los mismos índices del 2001.
Pasar lista:
Cuando salimos a la calle hay un montón de cosas a tener en cuenta.
Alimentación, traslado, guardería, batería y datos en el celular, avisar a familiares y amigos, etc.
Hay muchos lugares a los que vas y no tenes ni idea su geografía, porque la lucha el único domicilio que tiene es la calle, aunque no sepas como volver.
Ir a la capital es toda una aventura.
Hay luces, autos permanentes, lugares abiertos, agua, baños y si te plantas piola, salís en la tele.
Volver a tu casa es muy difícil sino te organizas.
Las listas de asistencias suceden en todas partes. Sindicatos, escuelas, fabricas, etc.
Hasta para la escuela, universidad, caminatas o hacer deportes. ¡Es una manera de organizarse!
El problema parece ser que sean pobres los que se organizan.
Si el Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo no hubiera tenido registro o lista de los pibes que movilizaban hace una década, sería difícil darse cuenta del secuestro de un pibe como método de apriete contra los que denunciaban el hambre.
Y así la lista, la seguiríamos pasando. ¿Cuántos no volvieron? ¿Cuántos desaparecieron? ¿Cuantos?
Desde los 5 años que viví en institutos de menores, nos pasaban lista siempre. Nadie se alarmaba por esas listas y tantas otras más oscuras todavía.
En todas las movilizaciones es sumamente importante registrar quienes van y quienes vuelven, en conjunto o por su cuenta.
Se llama “registrar al compañero”, una manera de decirle lo importante que es para el colectivo.
Medidas de Autocuidado, métodos de organización y formas de resistencia.
Así nombramos lo que ustedes llaman “pasar lista”.
Había escrito un texto muy largo fundamentando las razones y motivos soberanos que las organizaciones tienen como métodos de autocuidado, ante el patrullaje macartista y demonizante que domina en estos días.
No lo voy a compartir ahora, muchos menos con quienes odian a los pobres organizados.
¿Es necesario contarle a la gente lo importante que es que cada compañero llegue sano y salvo a su casa?
Esta es una primera pregunta que quiero dejar de tantas otras que ya charlamos con muchos cumpas más.
Los punteros, están en la punta. No están en la calle.
Arriba los que luchan.
¡A recuperar palo y capucha!
¡Viva el movimiento Piquetero!
*Egresado de la Obra del Padre Cajade. Trabaja en el área de distribución de la revista “La Pulseada”