Luis Tiscornia: “Lo virtual implicó un deterioro de los derechos laborales”

El sindicalista de la Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios (CONADU Histórica-CTA) advierte sobre una mercatilización del conocimiento y una modalidad que desterritorializa a las universidades de su contexto.  

Contraponer el ahorro de tiempos y costos de traslado presenciales al beneficio de la virtualidad desde la comodidad de la casa “es tan equivocado como decir que se democratiza la enseñanza; eso no es así”, enfatiza el Secretario General de la CONADU Histórica, Luis Tiscornia.

Ante una mirada sobre una modalidad a la que solamente se le destacan ventajas, en una entrevista radial recordó que en 2020 fue gracias a los docentes que se logró amortiguar la pérdida de clases.

Lesión de derechos 

“Marcamos que ante una emergencia el pueblo, incluidos los docentes, puso el hombro para tratar de que se pierda lo menos posible. Pero la virtualidad implicó el deterioro de los derechos laborales de muchos, hubo situaciones de sobretrabajo importantes y en la universidad los costos de la enseñanza se trasladaron hacia el docente”, destacó.

Como él organizaciones de base de varios puntos del país señalaron que las instituciones tuvieron un ahorro presupuestario por el cierre de edificios.

Menos estudiantes 

También los derechos estudiantiles se vieron perjudicados, especialmente los de alumnos y alumnas de primer año de la educación superior. Algunos se quedaron afuera por dificultades de conexión o por no poder adaptarse a la modalidad.

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Imagen ilustrativa.

Potencialidad de la enseñanza 

“Advertimos que hay un entusiasmo desmedido con la virtualidad que no ve estas otras cosas que han pasado, porque tiene que ver con una mercantilización de la educación superior. Desde el punto de vista pedagógico discutimos que la potencialidad de la enseñanza presencial es indudablemente muy superior”, definió Tiscornia.

“Desterritorializa a las universidades” 

“Llevar la virtualidad al extremo rompe un proceso que hace varios años se está llevando a cabo en el país y es el de regionalización de la universidad”, afirma Luis Tiscornia.

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Imagen ilustrativa.

El dirigente de la CONADU Histórica recuerda que con la radicación de estudiantes, docentes y núcleos de investigación se busca que el desarrollo de la producción de conocimiento científico sea acorde con las necesidades de la región.

Sin embargo con “una oferta virtual se desterritorializa a las universidades, se las saca de la inserción regional”.

“El desarrollo de las universidades regionales -como la UNNE- y la formación adecuada de profesionales son una herramienta fenomenal desde el punto de vista social, económico y cultural”, destaca.

Al citar la situación de Brasil donde el 75% de la población que cursa estudios superiores lo hace en el sector privado, mientras en Perú y en Chile llega al 80%; contrasta con la realidad argentina con cifras inversamente proporcionales: el 80% de la matrícula está dentro del sistema estatal. Con esos datos alerta sobre “una virtualidad como herramienta que mejora la competitividad de la oferta privada y favorece el proceso de mercantilización de la educación superior”.

“Mucho más cuando tenemos que formar profesionales que van a transformar la realidad. No solo para las ciencias experimentales, sino también para las sociales porque cada vez más se discute sobre la falsa separación entre teoría y práctica del conocimiento. Un sociólogo, un antropólogo o un economista no pueden analizar fenómenos de sociedades a través de una pantalla”, comparó.

Fuente: www.diarionorte.com