Aseguran que los trabajadores gastan cada vez más salario en medicamentos

El IDEP-Salud afirmó que en un año subió el porcentaje de los ingresos usados para comprar tratamientos, de la mano de las subas de precios.

Un informe del Instituto de Estudios en Salud de ATE (IDEP-Salud) alertó que los trabajadores gastan cada vez más parte de su salario para acceder a los medicamentos. En medio de la polémica por la suba de los precios de estos productos, que según varios reportes crecieron en 2022 por encima de la inflación promedio, la entidad aseguró que el porcentaje de los ingresos utilizados para la compra de tratamientos aumentó 5 por ciento, lo que marca el impacto del incremento de los valores.

En el mercado farmacéutico confirman esta tendencia y apuntan a los laboratorios por esta política, pese a que existe un acuerdo firmado con vigencia a marzo del 2024 para mantener los fármacos por debajo del IPC.

Un reciente reporte del sector recalcó que en enero de este año el precio de los medicamentos volvió a dispararse, creciendo en promedio entre el 7 y el10 por ciento, por encima del 6 por ciento del IPC anunciado esta semana por el INDEC la semana pasada.

El trabajo realizado por el Observatorio de Medicamentos como Bien Social del IDEP- Salud analizó la variación del precio de los medicamentos en 2022 en relación a la inflación general y el poder adquisitivo de los trabajadores.

Para determinar el impacto, explicaron, «incorporamos al análisis el indicador RIPTE, que expresa la remuneración promedio que perciben los trabajadores en relación de dependencia, este indicador ha sido incluido en las nóminas de las empresas durante los últimos 13 meses y lo da a conocer la secretaría de Seguridad Social dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social«.

«Notamos que, para el período analizado, la suba del desembolso que los trabajadores deben efectuar para la adquisición de un fármaco superó en un 13,5 por ciento el aumento promedio de su salario», recalcó el trabajo al que tuvo acceso Gestión Sindical.

Para llegar a esta conclusión, se hizo el siguiente cálculo: «Si tomamos como ejemplo el caso de una persona que en diciembre 2021 recibía como remuneración la suma de 102.589,87 pesos (según RIPTE), y suponemos que adquiere un medicamento cuyo valor coincide con el promedio de los precios de los fármacos más dispensados (860,37 pesos), la proporción de ese gasto supone un 0,84 por ciento de su ingreso».

En diciembre 2022, recalcó IDEP-Salud, ese mismo trabajador hipotético «recibió como salario 194.175,11 pesos, y el precio promedio de los productos farmacéuticos más dispensados se situó en 1.705,47 pesos, por lo que ahora el gasto para acceder a este medicamento representa el 0,88 por ciento de su ingreso, es decir, un 5 por ciento más que el año anterior».

«Tal y como hemos presentado en diversos trabajos, existe un desfasaje notorio entre la actualización salarial y la suba de precios de los medicamentos», concluyó el trabajo.

Mercado complejo

El mercado de medicamentos es uno de los más complejos del país, por las características de los productos, esenciales para la salud. Por eso se lo denomina inelástico. «La población necesita de ciertos fármacos para mantener su salud o controlar sus enfermedades, y por esta razón, su demanda es inelástica, obligando a los consumidores a adquirir estos bienes cualquiera sea su precio», señalaron desde el IDEP-Salud.

En el tercer trimestre de 2022, la facturación total de la industria farmacéutica en la Argentina registró 245.096.900.000 de pesos, lo que representa un incremento de 60,4 por ciento en relación con el mismo trimestre de 2021.

En cuanto a la suba de precio y el impacto en el bolsillo de los trabajadores, desde el sector relativizaron la cuestión. Fuentes consultadas por Gestión Sindical afirmaron que los tratamientos que se dispensan en el país «tiene una gran variedad, y en muchos casos están por debajo de la inflación».

«Por debajo del índice del IPC hay alternativas para casi todas las patologías», recalcaron. Además, dicen que la suba también obedece a «cuestiones ajenas a la industria, como aumento de combustibles que impacta en la cadena de producción o precios de alquiles, que afecta a las farmacias».

Sin embargo, desde la entidad de ATE insistieron que «el aumento del valor de venta al público de los fármacos por sobre la inflación y el ingreso de os trabajadores, evidencian una clara pérdida de poder adquisitivo que atenta contra el acceso a estos bienes esenciales por parte de buena parte de la población argentina».

Siguen los incrementos

Pensando en lo que puede pasar este año, la tendencia parece mantenerse, pee al acuerdo vigente con los laboratorios que se comprometieron a actualizar los valores un 3,8 por ciento en el primer trimestre del año, cuando se aplique una revisión.

Pero en enero, los incrementos estuvieron entre el 7 y el 10 por ciento. Así lo aseguran desde el Centro Profesional Farmacéutico (CEPROFAR), que en sus registros estableció que se registró «un cumpliendo parcialmente los acuerdos, la realidad» del convenio.

En enero, «hubo aumentos promedio de los medicamentos más usados que van del 4 al 5 por ciento», pero hubo productos de venta libre que «aumentaron en enero entre un 7 y un 10 por ciento». Entre los más destacados están cremas antiinflamatorias, antimicóticos, digestivos, analgésicos y vitaminas, entre otros.

Esto se debe a que «quedaron excluidos del acuerdo los medicamentos de venta libre, y la regulación de precios solo aplica a medicamentos recetados». Además, en lo que va de febrero hay registro de incrementos promedio del 4 por ciento.

Fuente: www.gestionsindical.com