En 1999: Manifestaciones estudiantiles en Villa María

OPINIÓN

Por Jesús Chirino*

Durante 1999 continuaban las luchas en defensa de la educación pública, ante los ataques que la misma recibía de parte del gobierno nacional y sus políticas liberales. Una de las protestas icónicas de esos años fue la de los docentes con la instalación, en 1997, de la denominada Carpa Blanca frente al Congreso nacional reclamando, entre otras cosas, aumento en los fondos económicos destinados a la educación.  A pesar de las constantes protestas, en mayo de 1999, el gobierno encabezado por el justicialista Carlos Saúl Menem firmó un decreto aplicando ajustes al presupuesto previsto para educación.

En Villa María, al igual que en todo el país, el nuevo recorte presupuestario provocó manifestaciones de rechazo. La principal fue de parte de los estudiantes de las dos universidades, de los institutos terciarios y de los alumnos del Nivel Medio. Las acciones del estudiantado villamariense marcaron el eco que tenía el movimiento producido a nivel nacional. En la ciudad se produjeron varias marchas, asambleas en las universidades y escuelas secundarias. Aquí describimos algunas de esas acciones.

Franja Morada arrancó el cuestionamiento

El Diario informó que el miércoles 5 de mayo en la sede de la Universidad Nacional de Villa María, entonces situada en calle Mendoza al 1360, “estudiantes pertenecientes a la agrupación Franja Morada” realizaron una asamblea “con el objetivo de tratar el tema del recorte presupuestario para educación”, que también afectaría a esa casa de estudios. Según la crónica, en plena discusión estudiantil se hizo presente el entonces rector de la universidad, contador Carlos Domínguez, “a fin de informar sobre los efectos que originará este ajuste”.

La presencia del rector fue objeto de un planteo por parte de estudiantes que marcaron lo especial de la situación, ya que se trataba de una asamblea convocada por y para alumnos y pretendía hablar en ella la máxima autoridad de la casa de estudios. Cuestión que se resolvió disolviendo la asamblea y así fue que al hablar Domínguez, renovándose la convocatoria estudiantil para el día jueves 6, a las 12, planteándose la adhesión “al apagón propuesto por la UBA para las 19” de ese mismo día.

Tal cual se había previsto, el jueves la asamblea tuvo lugar en plena calle Mendoza y allí “los estudiantes definieron tomar pacíficamente las instalaciones de la Universidad en protesta por el recorte presupuestario definido por el gobierno nacional para los claustros”. La crónica periodística señala que de ese debate participaron alrededor de 200 jóvenes estudiantes, muchos sentados en plena calle, que “analizaron la coyuntura generada con el recorte presupuestario que en el caso de la UNVM, según el rector organizador, significarían unos 200 o 300 mil pesos menos”.

El estudiantado definió que la toma del edificio universitario sería entre las 8 y las 22 del día 7. El plan de lucha que se iba desarrollando también contempló el dictado de una clase pública durante el lunes, en calle Mendoza. Otra decisión que tomaron fue la de convocar a los alumnos universitarios de la facultad local de la Universidad Tecnológica, de instituciones de educación superior no universitarias y también del Nivel Medio para que se sumaran a una marcha que tendría lugar el martes.

Toma de la UNVM

Según lo resuelto en asamblea, la protesta se hizo sentir tanto en el edificio de la calle Mendoza como en las instalaciones universitarias situadas en Corrientes al 1200. En los dos lugares la principal actividad fueron los pronunciamientos de los jóvenes que manifestaron su descontento por el recorte presupuestario definido por el gobierno nacional. La prensa de la época señala que participó “una interesante cantidad de estudiantes, los que además de ocupar las instalaciones universitarias, hicieron notar ante la opinión pública su malestar al cortar el tránsito vehicular sobre calle Mendoza al 1300, donde se encuentra emplazada una batería de aulas”.

En la cobertura que este matutino realizó de aquellos acontecimientos se dice: “Allí los estudiantes acompañados de muchos docentes (no de todos) concretaron una nueva asamblea, con sentada en pleno pavimento. Por la tarde se volvió a repetir la misma para mantener el estado deliberativo”.

El estudiantado no estaba solo en la pelea y diferentes manifestaciones de apoyo surgían. Es así que a partir de un proyecto presentado por los concejales de la Unión Cívica Radical, el Concejo Deliberante trató sobre tablas y unánimemente aprobó una resolución rechazando el recorte presupuestario a la educación.

La toma del edificio de la universidad, realizada el viernes 7 de mayo, coincidió con la designación de nuevo ministro de Educación a nivel nacional. El abogado Manuel García Solá, remplazó a la renunciante Susana Decibe.

Paro nacional docente sin adhesión de UEPC

El martes 11, los medios anunciaron la marcha que el estudiantado local realizaría a las 19 desde el edificio de la UNVM, situado en calle Mendoza, hasta plaza Centenario. Ese mismo día, los gremios CTERA y Conadu realizaron paro de actividades y en la ciudad de Buenos Aires marcharon iniciando el recorrido en la Carpa Blanca.  De la protesta participaron la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), la Federación Universitaria Argentina (FUA) y la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA).

En Villa María, la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) no se pronunció ante la medida de paro nacional dispuesto por CTERA en contra del ajuste y en defensa de la educación pública. Este diario informó que, ante la falta de pronunciamiento gremial, algunos docentes de nivel primario le pidieron a sus alumnos que no asistieran a clase, aunque ellos sí irían para que no les descontaran los 150 pesos que les abonaban en concepto de presentismo.

Quienes sí fijaron posición fueron los integrantes del Movimiento Azul de UEPC, que hicieron saber que ellos sí adherían al paro. Firmantes del comunicado: Leticia Forconi, Cristina Angeli y Mirtha Birocco. Por la tarde, el pronunciamiento fue categórico en la plaza Centenario.

En la tapa de El Diario del miércoles puede leerse: “Más de 800 docentes, alumnos y dirigentes expresaron ayer, por las calles de la ciudad, su oposición al recorte presupuestario en educación”. En el acto hicieron uso de la palabra varios oradores. Uno de ellos pidió aplausos para dirigentes políticos presentes, radicales y frepasistas, que apoyaban el movimiento. Rápidamente se despertó una silbatina y se manifestó que la marcha no era para apoyar algún partido en particular. De hecho, se jugaban tensiones político-partidarias entre quienes resistían medidas liberales de un gobierno nacional peronista. En la ciudad se estructuraba la estrategia electoral de la versión villamariense del justicialismo.

En esos mismos días se informaba de las charlas entre el exfrepasista Horacio Obregón Cano con el candidato justicialista Eduardo Accastello, quien venía sumando el apoyo tanto de  los liberales integrantes de la Unión del Centro Democrático (UCD) y los liberal-conservadores seguidores de Domingo Cavallo del partido Acción por la República. Por otra parte, los adherentes al gobierno provincial del radical Ramón Mestre, que también hacía sus recortes presupuestarios. Todo eso sumado a un año electoral en el cual terminaría llegando al gobierno nacional Fernando de la Rúa. Pero quizás lo más importante es remarcar que la expresión de rechazo en Villa María fue masiva. Esto estuvo en sintonía con lo sucedido en Buenos Aires, donde la Plaza de Mayo fue colmada por quienes rechazaban el recorte.

Elecciones universitarias y reclamo de secundarias

Por su parte, el estudiantado universitario de la Nacional estaba pasando por un proceso eleccionario, el cual tuvo su desenlace el miércoles 10 de junio. Al día siguiente, El Diario en tapa tituló “Aplastante derrota de Franja Morada. Triunfo de UES e independientes…”. Así se informó que “la Unión Estudiantil Solidaria (UES) en Ciencias Humanas y la Agrupación Independiente en Ciencias Sociales fueron las representaciones que triunfaron en las elecciones realizadas ayer para elegir las comisiones, en el marco del Centro de Estudiantes de la Universidad Nacional de Villa María”.

Pero el conflicto por los recortes de ese año no sólo se manifestó mediante las acciones de estudiantes universitarios. En la noche del 20 de mayo, “centenares de estudiantes marcharon nuevamente por las calles de la ciudad. Antorchas en mano unieron la sede del Bachillerato de Adultos, que funciona en dependencia de la Escuela Juan Bautista Alberdi, con la Plaza Centenario”. Así describió El Diario una de las protestas de alumnos que cursaban en instituciones educativas de la provincia.

La convocatoria para la referida marcha fue realizada por la Comisión de Estudiantes de Villa María, “novel entidad que agrupa a chicos del secundario, alumnos del terciario y de las universidades”. En esa marcha de antorchas se repudió la decisión del Ministerio de Educación provincial de agregar un año más a quienes concurrían al Bachillerato de Adultos sin anticiparlo previamente ni tampoco consultarlo. El gobernador radical Ramón Bautista Mestre también fue cuestionado por el movimiento estudiantil.

Los recortes planteados en mayo por el gobierno menemista fueron rechazados por el Congreso. En junio comenzó a operar el vencimiento para el pago del impuesto que había sido impulsado por la ministra Decibe para aportar al fondo de incentivo docente destinado al pago de un aumento de salarios a los maestros en todo el país.

La conflictividad prosiguió y recién a finales de 1999, bajo otro gobierno nacional, se levantó la Carpa Blanca instalada en Buenos Aires. De todas las protestas llevadas adelante en el país para defender la educación pública participó el alumnado. Los jóvenes locales no fueron la excepción.

*Docente. Periodista. Secretario General de la Unión de Trabajadores de Estados Municipales (UTEM-CTA). Secretario Gremial de la CTA Autónoma Regional Villa María