El brutal incendio que asoló el fin de semana el Parque Nacional Quebrada del Condorito expuso el vaciamiento que el Gbierno de Milei impone la Administración de Parques Nacionales sobre el sector de Brigadistas que se ocupan del combate contra el fuego.
“De 430 combatientes de incendios forestales que éramos a principio de 2024, solo quedamos 358 para atender más de 5.000.000 de hectáreas y, además, apoyar junto con el Servicio Nacional de Manejo del Fuego. al resto de las provincias cuando los incendios superan las capacidades de respuesta y somos convocados”, denunció la Coordinación Nacional de ATE de Parques Nacionales.
En la Quebrada del Condorito los datos son elocuentes: ocho brigadistas tienen que afrontar el combate contra el fuego en un área de 37.344 hectáreas, con salarios en promedio de 550 mil pesos. Se trata de personal asentado en el parque nacional que dedica su vida a cuidar el ambiente y garantizar la seguridad de los y las visitantes del organismo.
“Los brigadistas de incendios forestales son el escalafón de Parques Nacionales más precario. Esta situación llega al nivel que ATE llevó adelante un plan de lucha por la anualización de los contratos, como la parte del reclamo por el pase a planta permanente, ya que ese personal sufre contratos estacionales, y logramos que hoy los contratos sean trimestrales como sucede en el SINEP, con los ingresos más bajos del organismo”, explicó el delegado de ATE en la Quebrada del Condorito, Andrés Brizuela.
En tal sentido, la Coordinación denunció ayer que actualmente solo integran las brigadas 358 compañeros y compañeras, cuando la dotación mínima es de 700, para atender más de 5 millones de hectáreas en todo el país.
“La degradación sistemática de los ya bajos salarios, la no apertura de los ámbitos paritarios para discutir salario y carrera, la inestabilidad laboral y la negativa del Ministerio de Transformación de Sturzenegger a incorporar más personal al Estado, forman parte de un plan que daña irreversiblemente al Sistema Federal de Manejo de Fuego del que somos parte, junto con otras instituciones nacionales y provinciales”, afirmó la Coordinación.
La regresión salarial de los y las combatientes de incendios forestales en la Administración de Parques Nacionales se transformó, por un lado, en una herramienta de expulsión de trabajadoras y trabajadores de la institución y, por el otro, en una imposición del pluriempleo para complementar el salario de quienes deciden seguir trabajando por vocación y amor a Parques. “Es así como las compañeras y compañeros debemos afrontar actividades extras y mayor desgaste, cuando nuestro trabajo necesita, por seguridad y salud propia y, de los bienes y personas que protege, de un descanso adecuado” denunció ATE.
En datos, el salario inicial en la zona centro del país es al mes de agosto de 2025 de $ 530.000 y en la Patagonia $860.000. Estos salarios no alcanzan, ni siquiera para cubrir la canasta básica, mucho menos para retribuir nuestra labor como corresponde. En comparación con los servicios provinciales de manejo del fuego de provincias como Chubut y Rio Negro, los salarios nacionales son como mínimo $ 600.000 inferiores , tanto en Parques Nacionales como en el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, dependiente, hoy, del Ministerio
de Seguridad de la Nación.
“Sumado a esto, la regresión en materia de las contrataciones laborales, que han pasado de tener periodos de duración de un año a ser trimestrales, y la convocatoria de las y los trabajadores a las emergencias sin contratos vigentes (como sucedió en diciembre pasado), agravan las situaciones de precarización crónica que venimos sufriendo los y las combatientes verano a verano”, profundizó nuestra organización sindical.
Con contratos de tres meses y la posibilidad siempre latente de la “no renovación” (figura que esconde el despido injustificado y sin indemnización) “es imposible planificar nuestro trabajo y mantener la salud mental del equipo”, aseguró la Coordinación. “Ni la prevención ni el combate de los incendios pueden llevarse adelante de manera eficiente en estas condiciones. Continuamos exigiendo lo elemental: estabilidad laboral y un salario digno, acorde a las actividades de riesgo que llevamos adelante, y poder realizar nuestro trabajo con seguridad y dignidad”, destacó ATE.
En tal sentido ATE exige:
–Avances hacia la profesionalización y carrera de los y las combatientes.
-La cantidad de combatientes acorde a las demandas y riesgos reales de cada región, que según datos oficiales debiera tener un piso de 700, siendo hoy la mitad.
-Una visión responsable de los sistemas de manejo del fuego, que planifique a largo plazo.
-El reconocimiento de nuestra labor a través de una jubilación acorde (a la peligrosidad y el desgaste de la tarea realizada).
Fuente: www.atecordoba.org