1986: Multisectorial de la Mujer de Villa María

Por Jesús Chirino*

Las mujeres villamarienses han participado de numerosas organizaciones, desde las cuales mantuvieron en alto sus reclamos por la igualdad de oportunidades y el respeto de sus derechos. Aquí repasamos un documento que nos permite advertir qué solicitaban en los años 80 y notar los avances logrados.

Igualdad en los salarios 

En la primera mitad del mes de mayo de 1986, la Multisectorial de la Mujer, de Villa María, elaboró un documento en el cual planteaba reivindicaciones por las cuales, aclaraba, lucharía. En el primer punto del escrito se hablaba de la necesidad de respetar el principio de “igual salario por igual trabajo”, algo que aún no se ha terminado de lograr. Paso seguido puede leerse la solicitud de la “ratificación de la Convención de Naciones Unidas ´sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer´, que contempla un conjunto de compromisos de los Estados firmantes, dirigidos a obtener la plena igualdad entre hombres y mujeres, en todos los terrenos, en lo legal, en la educación, en el trabajo, en la familia, en la vida política y pública”.

Si bien en 1980 Argentina suscribió esta convención y fue aprobada por ley en 1985, recién la ratificó en 2007.

Patria potestad

Otro derecho que reclamaba la Multisectorial de la Mujer era “La patria potestad indistinta”, acerca de este punto aclaraban que se encontraba “relacionada con la igualdad de derechos y responsabilidades de hombres y mujeres respecto a sus hijos”. A la vez, manifiestan que la ley entonces vigente era “insatisfactoria e inadecuada a la realidad social que debe regir”. Si bien las mujeres pedían la patria potestad indistinta, reconocían el avance producido “Con la ley 23.264 del 23/10/85, cuyo artículo segundo sustituye el artículo 240 del Código Civil, desaparece la discriminación a todos los efectos jurídicos”.

Hasta la aprobación de esa ley, el poder de tomar decisiones sobre los hijos e hijas menores de edad era potestad únicamente del padre, constituyendo así uno de los pilares fundamentales del  patriarcado.

Divorcio vincular 

Otro reclamo era la “Ley de divorcio vincular”. En relación con este, señalaban que asumían “como propia una reivindicación que incumbe a toda la sociedad. Al respecto de esta demanda, debe recordarse que el 12 de junio de 1987 fue promulgada la Ley 23.515, de divorcio vincular, que permitió la disolución de la unión matrimonial. Como antecedente, debe recordarse que el primer proyecto de divorcio vincular se dio en 1888, el cual no avanzó por la resistencia de los sectores católicos y conservadores.

En 1954, fue aprobada la ley 14.394 de Régimen Legal de Familia y Minoridad que habilitaba el divorcio vincular, pero fue derogada un año después, tras el derrocamiento de Juan Domingo Perón. Recién en 1987, se aprobó la ley que modifica lo establecido en el Código Civil vigente desde 1871.

En el punto 5, las mujeres reconocían que a nivel provincial existía “la Subsecretaría de la Mujer, el Menor y la Familia” y solicitaban que, a nivel nacional, “la creación de la Secretaría de Estado de la Mujer” proponiendo “que dependa directamente de la Presidencia”.

Mujeres trabajadoras 

En relación con la desigualdad de oportunidades en lo laboral, solicitan “la reimplantación de la Ley de Contrato de Trabajo (20.744)” modificada por una norma de la dictadura. Las mujeres villamarienses señalaban la necesidad de la capacitación y el acceso a trabajos que de manera artificial eran vistos como propios de los hombres. También hacían mención de la necesidad de acceder a puestos de jerarquía donde se toman decisiones. Por otra parte, dejaron en claro la necesidad de establecer “salas maternales en el lugar de tareas, pues su actual ausencia provoca incertidumbre y angustia en las madres trabajadoras”. También demandaban especial atención para las mujeres que trabajaban en el “servicio doméstico, estatales y rurales, quienes se hallan expresamente excluidas” de lo que fija la ley en relación con las salas maternales.

“Jubilación automática del ama de casa”, al respecto plantean que este beneficio debe otorgarse “a los 55 años de edad y sin aportes previos, dado el carácter de no remunerado de su trabajo”. En relación con este planteo, podemos mencionar que en 2006 se implementó un programa conocido como “jubilación de amas de casa” que estaba basado en una ley aprobada en 1995. Si bien se lo conoció con esa denominación, también se jubilaron hombres. Podían aspirar al beneficio si se tenía 60 años de edad y en caso de no contar con 30 años de aportes estaba habilitada la compra de aportes con un sistema de planes de pago muy accesible. Es decir, no se trató de una jubilación gratuita ni automática.

Regresando al documento de la Multesectorial villamariense, allí se rescata lo escrito en la Convención de Naciones Unidas por la Eliminación de toda forma de discriminación contra la mujer, que reconoce a la maternidad como “una función social, de la que son responsables ambos padres y la sociedad en su conjunto”. Haciendo base en esa argumentación, el documento denuncia la escasa existencia de “guarderías y comedores escolares gratuitos” por lo que demanda la reglamentación de la Ley que creó el Instituto Nacional  de Jardines Maternales Zonales”.

Derechos Humanos 

En relación con los Derechos Humanos, se solidarizaron y defendieron la vigencia de los reclamos de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y de los Familiares de detenidos-desaparecidos.

El 20 de mayo de 1986, El Diario publicó la segunda parte del extenso documento producido por las mujeres de Villa María. En el mismo solicitaban “Apoyo legal, médico y psicológico a las mujeres violadas y golpeadas” señalando, con claridad, que la violencia contra la mujer “está en las bases mismas de una cultura edificada sobre el sometimiento y la desigualdad del sexo femenino y constituye un arma para perpetuar esta situación opresiva”. En relación con el mismo punto, solicitaron “una modificación sustancial de la legislación vigente con respecto a los delitos contra la honestidad, del Código Penal, de la cual la mujer es la principal víctima y a los efectos de impedir la impunidad de los culpables”. Acerca de este punto es innegable el avance que, desde aquella época, se produjo en la legislación.

Otro tema planteado es “La fijación de precios populares para los 3 alimentos indispensables: carne, leche y pan. Cada día que pasa se agrava la situación de miles de familias que se ven imposibilitadas de comprar los alimentos necesarios para subsistir”. A la vez, denuncian “el drama de criaturas que mueren de sarampión o hepatitis debido al altísimo porcentaje de desnutrición que debilita a nuestra población infantil”.

En tanto, el punto 12 del documento de la Multisectorial se refiere a “La mujer y la salud”. Marca el retroceso sufrido durante la dictadura, cuando “grupos restringidos que incrementaron sus privilegios, se fue expandiendo día a día  la masa sombría de los marginados que veían  crecer sus dificultades de acceder a los bienes y servicios básicos, para la dignidad de la vida”. Marcan cómo “los grupos de más alto riesgo están configurados por las mujeres embarazadas y los niños de menos de 5 años”. Pedían “que se efectivice la dación de leche hasta, por lo menos, los 2 años de edad y que organicen consultorios de Catastro Ginecológico en diversos sectores de la ciudad”.

Romper con la dependencia y distribuir la riqueza

La problemática de la mujer no se visualizaba como algo aislado, por el contrario, escribieron: “Sabemos que las soluciones a nuestros problemas están ligadas a la ruptura de la dependencia, la reactivación del aparato productivo y a una justa distribución de la riqueza”.

Las mujeres señalaron: “Ocupamos un lugar clave en la sociedad, por ello constituimos una fuerza que organizada y movilizada, será  una potencia de incalculable poder, que no solo va a conseguir modificaciones en su situación, sino que será un aporte invalorable a la lucha del pueblo por su liberación”.

Por último, convocaban “a las mujeres de todo el país a organizarse alrededor de objetivos comunes para lograr un sólido movimiento de mujeres dispuestas a barrer con todas las injusticias que nos oprimen”.

*Docente. Periodista. Secretario General de la Unión de Trabajadores de Estados Municipales (UTEM-CTA). Secretario Gremial de la CTA Autónoma Regional Villa María

Fuente: www.eldiariocba.com.ar