Hugo del Carril: Arte popular y militancia

Este 13 de agosto se cumplen 34 años de la muerte de Hugo del Carril, legendario actor, cantante de tangos y director de cine argentino que dejó una huella imborrable en su tiempo. Algunas de sus películas más famosas fueron “Pobre mi madre querida”, “El último payador” y “Las aguas bajan turbias”. Como director realizó 15 largometrajes, muchos que también protagonizó, como “Las tierras blancas”, “Amorina”, “Esta tierra es mía” y “Buenas noches, Buenos Aires”. Su militancia en el peronismo le costó muchas prohibiciones y persecuciones políticas.

Hugo del Carril murió el 13 de agosto de 1989, a los 76 años, en Buenos Aires. Había nacido como Piero Hugo Fontana el 30 de noviembre de 1912, en una casa de la avenida San Pedrito, en el barrio de Flores, que años después de su muerte se convertiría en una unidad básica.

Los ocupantes de entonces, en los años 90, no sabían que era el lugar en el que había nacido la voz de la Marcha peronista.

Del Carril destacó como cantante de tango en los años 30 y 40, al tiempo que empezó a explorar su veta de actor. De hecho, protagonizó La vida de Carlos Gardel en 1939, poniéndose en la piel del Zorzal Criollo.

En 1945, cuando adhirió al naciente peronismo, protagonizó La cabalgata del circo, junto con Libertad Lamarque y Eva Duarte, en uno de los primeros (y últimos) papeles de la futura Evita.

En 1949 Del Carril puso la voz a “Los muchachos peronistas” y comenzó la etapa más importante de su carrera artística como director de cine. En 1952 estrenó la que muchos consideran su mejor película: Las aguas bajan turbias. Luego se embarcó en la costosa producción de La Quintrala.

En 1955, el golpe de Estado contra Juan Domingo Perón significó su arresto en la Penitenciaria Nacional. Estuvo detenido 41 días y salió sin que se le probara ningún delito.

Con el peronismo proscripto filmó Más allá del olvido, un melodrama en el que un viudo conoce a una mujer similar a su esposa muerta y la viste igual. El tema es similar y anterior al de Vértigo, de Alfred Hitchcock, y se estrenó dos años antes.

El director continuó filmando hasta 1975, cuando estrenó su última película, Yo maté a Facundo, con Federico Luppi. También siguió con su carrera musical en los 60 y 70 y de a poco se fue apartando de la vida pública.

La repentina muerte de su esposa Violeta Curtois, en 1986, lo sumió en la depresión. Mientras tanto, sumaba reconocimientos a su trayectoria, entre ellos su nombramiento como Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.