Día Nacional de la Identidad Villera

Cada 7 de octubre, desde el año 2014 se celebra el Día Nacional de la Identidad Villera, una jornada que busca erradicar la discriminación y recuerda al fundador del movimiento curas villeros: El Padre Carlos Mugica.

Hoy es el Día Nacional de la Identidad Villera: Una fecha que se conmemora desde el año 2014 y que hace honor a uno de los grandes referentes de la villa y del país: El padre Carlos Mugica que nació un día como hoy 7 de octubre de 1930 en Villa Luro, Buenos Aires.

Mugica fue un sacerdote del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y reconocido por participar en las luchas populares argentinas del 60 y el 70.

Fue el fundador de la parroquia Cristo Obrero de la Villa 31 de Retiro e impulsó la creación del Movimiento de Curas Villeros.

Padre Mugica, el primer cura villero | Ministerio de Cultura

Una de las cosas que sostenía Mugica era que el plan de erradicación de las villas era un negocio con empresas privadas y no dejaba lugar para la participación de los habitantes de los asentamientos.

También participó en el mundo de la política siendo crítico del Gobierno del dictador Juan Carlos Onganía, quien estuvo en el poder entre 1966 y 1970, luego del golpe de Estado que depuso oal Gobierno constitucional de Arturo Illia.

Asimismo, estuvo a favor de las políticas implantadas por el Gobierno del Presidente Juan Domingo Perón, del líder chino, Mao Tse-tung, y de los ideales del cubano Ernesto “Che” Guevara.

Su vinculación con la política hizo que tuviera varias confrontaciones con sus superiores eclesiásticos.

El Partido Justicialista de la Ciudad homenajeó al padre Mugica – Parlamentario

El 11 de mayo de 1974 la triple A acribilló al sacerdote que llenó de militancia la Villa 31 desde la Parroquia Cristo Obrero al tomar la opción por los pobres.

Era una fresca noche de sábado cuando Carlos Mugica salía de la Iglesia de San Francisco Solano, del barrio de Mataderos. Había dado misa y mantenido una reunión con un grupo de preparación al matrimonio. Caminaba junto a Ricardo Capelli y María del Carmen Artecos hacia su auto, un Renault 4-L azul, que estaba estacionado junto a la parroquia pero antes de que pudiera subir un hombre delgado y de bigote se bajó de otro auto y abrió fuego. Lo asesinó disparándole veinte veces con una ametralladora Ingram M-10. De los quince tiros que acertó, varios le perforaron el abdomen y un pulmón. En medio del caos, el padre Jorge Vernazza salió de la Iglesia, le dio los últimos sacramentos. Lograron trasladarlos al Hospital Salaberry, donde una enfermera lo escuchó decir justo antes de morir: “Nunca más que ahora debemos permanecer unidos junto al pueblo”.

La importancia de no estigmatizar la identidad villera

En el Día Nacional de la Identidad Villera, se difunde que la importancia de este día radica en liberar a la sociedad de estigmas y prejuicios, ya que sigue muy latente el concepto villa asociado pobreza y pobreza asociada a delincuencia.

Esto a su vez, genera un conflicto ya que quienes viven en la villa intentan sostener una imagen positiva del barrio, pero la opinión pública siempre los coloca como sujetos sospechados de cometer delitos, cuestión que a su vez deslegitima cualquier acción del Estado que apunte a mejorar sus condiciones de vida.

De hecho muchas veces la palabra “villero” o “villera” se utiliza con una connotación negativa, y en dichos discriminatorios que se replican a través de los medios de comunicación hegemónicos.

A pesar de esto, las personas que viven en la villa muchas veces conviven toda su vida con la precariedad, la falta de oportunidades académicas y laborales, la exclusión social y la discriminación. Publicada en 1957, a la novela “Villa Miseria también es América”, de Bernardo Verbitsky, se le atribuye la creación del término “villa miseria”.