El pico inflacionario de septiembre-octubre, que marcó el mayor salto generalizado de precios desde principios del 2002, tuvo un impacto importante sobre el poder adquisitivo de los salarios, que se vieron muy deteriorados. El indicador no tiene relevancia sólo por su contenido social (según la Dirección de Estudios Económicos de la Secretaría de Agroindustria, el consumo interno de carnes rojas cayó 11,4% interanual en noviembre). Además influyó, por la menor demanda que genera, en la caída publicada ayer para la industria y la construcción.
El coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA-Autónoma, Luis Campos, afirmó: “En comparación con octubre de 2015 el retroceso fue del 14,9% para los privados y de 18,5% para los empleados públicos, según el propio Indec. En el sector privado el salario real se encuentra en el nivel mínimo desde la primera mitad de 2010. En el sector público el retroceso es más pronunciado. El salario de convenio de los estatales nacionales (SINEP) acumula 10 años de caída ininterrumpida. Está un 34% por debajo del 2009 en términos reales. Perdieron un tercio del valor real de su salario”.
Y agregó: “Es algo para recordar cuando se habla de profesionalizar el Estado. Esos son los trabajadores que sostienen gran parte del funcionamiento de las instituciones estatales. El salario de bolsillo de la categoría inicial de la Administración Pública Nacional en febrero de 2019 será de $ 12.792”.
Fuente: www.baenegocios.com