Guerra de Malvinas: Recordar la participación de las mujeres

Por Jesús Chirino*

El proceso de desmalvinización que se vivió luego de la guerra de 1982, abonó el olvido de todo lo referido a ese conflicto armado.

En lo más profundo de esa horripilante estrategia de ocultamiento, quedaron las mujeres que participaron de la gesta de Malvinas. Debieron pasar muchos años para que se comenzara a reconocerles sus importantes aportes en esos tiempos tan duros. Así, por ejemplo, recién en 2012 el Congreso Nacional emitió un reconocimiento formal a las enfermeras de la Fuerza Aérea Argentina que actuaron en ese tiempo.

Recordamos a una villamariense integrante de ese grupo de valientes mujeres.

En el Noticias

El sábado 15 de mayo de 1982, tiempo en que nuestro país vivía la guerra, el diario local “Noticias, de Villa María y zona” publicó una tapa con dos fotos de mujeres. Reflejando el clima de la época, una de las retratadas es Mora Furtado, modelo profesional reconocida a nivel nacional quien concurrió a la ciudad para participar, junto a Carmen Yazalde, Silvana Suárez, Irma Rosa y el local Jorge Comini, en un desfile de moda realizado días antes en la confitería Kabranca.

El evento fue “programado para contribuir con la campaña destinada a recaudar aportes para el Fondo Patriótico Malvinas Argentinas”. Organizaron y participaron del desfile las firmas Wa-Wa-Too, Optica Campos, Calzados Alteza, Pata y Media, Lady Perfumes y Blue Shop. También fueron parte la profesora Nachi Gilli, la peinadora Graciela, el ex-Club de Leones, el Rotary Club y el Patronato de la Infancia.

La otra fotografía publicada en la referida tapa de “Noticias…” es un retrato de Stella Maris Morales, bajo el título: “Atendió a 25 heridos que lucharon en las Malvinas”. Se trataba de una enfermera villamariense quien por entonces contaba con 27 años de edad. La profesional trabajaba “en una unidad sanitaria de campaña” cumpliendo su “función de enfermera y cabo principal de la Fuerza Aérea Argentina”. La nota periodística señala que había atendido “en Comodoro Rivadavia a 25 heridos que lucharon en las islas Malvinas”.

Morales había regresado a Villa María para visitar a familiares. Entrevistada por Noticias, declaró que en julio de 1981 ingresó a la Fuerza Aérea “tras recibir su título de enfermera en la Escuela de Enfermeras del Instituto del Rosario, en nuestra ciudad… antes había hecho dos años de Biología en la Universidad de Córdoba y dos años en el Instituto de Bellas Artes Emiliano Gómez Clara” de Villa María.

Atendiendo heridos en la guerra

Acerca de ese tiempo, en el año 2019, en declaraciones a Radio Nacional señaló que desde 1981 se encontraba en el Hospital Aeronáutico Central. Integraba “la tercera promoción, y en 1982, como todos sabemos, ocurre la triste historia, que trajo tantas tristezas a este país, y fui convocada, con mi destino junto al Hospital Reubicable”.

Aclaró que las 14 enfermeras fueron destinadas a Malvinas, “pero posteriormente por una contraorden” fueron a Comodoro Rivadavia. Para ese cambio las autoridades argumentaron que el piso de Malvinas quizás no soportaría “nuestro refugio: el Hospital Reubicable”.

Es por eso que estuvieron “allí desde los inicios, desde que comenzó la guerra hasta finalizar y con el repliegue del hospital y también haciendo evacuaciones aéreas porque también estuvimos conteniendo y cuidando a los soldados y a los heridos que llegaban desde las islas”.

A Noticias le describió el Hospital Reubicable, del que dijo que estaba compuesto “por 11 módulos, con servicio, terapia, quirófanos, emergencia, dos salas, 15 camas y depósito. Al principio dormíamos en los módulos, pero para mayor prevención ahora nos trasladamos a los dormitorios de la Novena Brigada Aérea, que está cerca del Aeropuerto”.

También recordó que en un inicio “sentíamos miedo, pero después la moral se fue levantando. Integramos un grupo maravilloso, donde las jerarquías no cuentan. Trabajamos a la par de los hombres, hasta con destornilladores y martillos”.

Nunca más ocultas

En la referida nota radial de 2019, Morales, que entonces vivía en Buenos Aires, habló acerca de las que participaron en la guerra y declaró que “las mujeres hemos sido olvidadas. Ahora estamos vivas, somos 14 enfermeras veteranas de guerra de la Fuerza Aérea Argentina y todas tenemos voz, tenemos nombre y apellido. La verdad la podemos contar y sabemos que estamos contando esa verdad porque estamos vivas y porque tenemos memoria, esta verdad y esta historia que ha sido ocultada… como todos los que volvieron que estuvieron ocultados por mucho tiempo…”.

También comentó que luego de la guerra volvió “a trabajar normalmente como si nada hubiese pasado, en el Hospital Aeronáutico Central, en silencio porque no podíamos hablar de lo que había pasado, posteriormente pedí la baja y seguí trabajando como enfermera, me casé, aposté a la vida, pero de este tema no hablaba porque seguía pensando seguramente que no podía hablar y no podía contar, nos hicimos partícipes de una derrota y por eso no contábamos, seguramente… Tengo dos hijos, Laura y Pablo. Ahora me he jubilado como enfermera y me dedico un poco al arte, a lo que me gusta y que sana el alma”.

En julio de 2015, Stella Maris Morales junto a sus compañeras enfermeras, Stella Maris Botta y Mónica Rosa recibieron el reconocimiento de la ciudad por su desempeño profesional en el conflicto armado de 1982.

El Diario publicó que el “Instituto del Rosario, lugar donde se formaron profesionalmente como enfermeras, las veteranas de guerra de la Fuerza Aérea… recibieron un emotivo homenaje”. También en el Concejo Deliberante se las distinguió durante una sesión especial. Estas veteranas de guerra, heroicas mujeres, deben estar en la memoria siempre y contar con el reconocimiento comunitario.

*Docente. Periodista. Secretario General de la Unión de Trabajadores de Estados Municipales (UTEM-CTA). Secretario Gremial de la CTA Autónoma Regional Villa María

Fuente: www.eldiariocba.com.ar