El jueves pasado estuvo en Río Cuarto la periodista Ana Mariani, quien entrevistó a la única mujer condenada a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad en América Latina: Graciela “La Cuca” Antón. A partir de varias entrevistas escribió el libro “La Cuca”. Con su lectura y difusión seguimos construyendo memoria, para que la historia no se repita nunca más.
Ya con el sol escondiéndose, en la Sala Abel Pinto del Centro Cultural El Andino se hicieron cita ex presos políticos, representantes de Derechos Humanos de la ciudad, y ciudadanos en general para escuchar a Mariani. A su lado la acompañaba el periodista Hernán Vaca Narvaja, quien ha vivido en sangre propia la persecución ideológica, con su abuelo desaparecido y su papá ejecutado en la cárcel.
Vaca Narvaja presentó el trabajo de Ana Mariani con un recorrido del proceso de la entrevista a “La Cuca”. Con momentos que erizaban la piel, pero con un sentimiento de que las verdades van saliendo a la luz: “A través de ‘La Cuca’, y diría que muy a su pesar, hoy podemos exorcizar aquel infierno y decirles a los sobrevivientes -y sobre todo a nuestros hijos- que, aunque pasaron cuatro décadas, finalmente se hizo justicia. Y eso, definitivamente, hay que celebrarlo”, expresó.
“En su libro, Mariani exhibe la mendacidad de una mujer monstruosa, gélida y cruel, que participaba de las sesiones de tortura en el histórico cabildo de la ciudad de córdoba, donde funcionaba el temible Departamento de Informaciones de la Policía Provincial, el tristemente célebre D2. Mariani se encuentra con una mujer “normal”, por momentos simpática y, sobre todo, frágil y vulnerable. Que dice estar sometida a una gran injusticia: Que la confunden, que ella solo hacía papeleo en la D2, que el que torturaba era en realidad su marido, pero que nunca hablaron del tema porque cuando llegaban a su casa ‘el trabajo quedaba afuera´”, describió Hernán Vaca Narvaja en la presentación del libro.
El tan necesario ejercicio de la memoria es responsabilidad de todos.
De la Justicia, para que quienes formaron parte de los delitos de lesa humanidad cumplan con su condena; de la sociedad, para que no vuelva a ocurrir el arrebato de vidas y derechos; y del periodismo, para informar y dar a conocer lo que sucedió, lo que pasa y lo que puede llegar a suceder, ya que el conocimiento conlleva a la responsabilidad.
La actualidad es nuestra, la construyamos con compromiso con quienes ya no están, con los que nos acompañan y con los que vendrán.
Fotos: Daniel Ramonell
Fuente: www.retruco.com.ar