La inflación dispara los precios y los comercios de Córdoba acusan recibo

Por Facundo Piai

A la espera de los registros oficiales de INDEC, las góndolas muestran que la inflación de abril fue tan elevada como la de marzo. “No viene bien”, se anticipan desde el Gobierno, a la espera de que la “baja pronunciada” ocurra en mayo. Clave, puesto que al calor de las subas de los alimentos que acumulan incrementos del 20% en solo tres meses, en todo el país, se cocina el humor social. Asimismo, en los almacenes de Córdoba evidencian que en el primer cuatrimestre la canasta básica alimentaria acumula cerca de un 30% de incremento.

Con los precios en alza y acelerados, se dificulta uno de los objetivos que el equipo económico del Gobierno nacional había propuesto para este año. Consultoras privadas señalan que, en promedio, los salarios de todas las categorías están perdiendo alrededor de dos puntos porcentuales de poder de compra. Frente a una inflación que no mengua se opaca un triunfo de los salarios en la carrera contra los precios. Así, la recuperación del poder de compra de los salarios no será fácil con las subas registradas solo en el primer cuatrimestre.

Los registros de Córdoba dan cuenta que la inflación no baja sustancialmente de los valores de marzo, que llegó a ser de las cifras más elevadas de los último 20 años. “Los movimientos en abril han sido constantes”, dijo a este medio el presidente de la Cámara de Supermercados (Casac), pero no “al nivel de la última quincena de marzo”. Víctor Palpacelli enfatizó que recibieron “listas con subas durante todo el mes de abril”, de la “mayoría” de los proveedores, de casi todos “los rubros”. Así las cosas, los supermercadistas nacionales evalúan que la inflación de los alimentos del mes pasado estará en torno al 6%; “algo menor al promedio de subas de alimentos de marzo que fue de 7%”, señaló el titular de la red Almacor.

En el mismo sentido, desde el Centro de Almaceneros de Córdoba advierten que tras una primera quincena con subas “moderadas”, en la segunda hubo “movimientos más fuertes”. Por tanto, durante abril, el departamento de estadísticas de los almaceneros marca subas en torno a 6% para la canasta de alimentos. Vanesa Ruiz, gerenta del Centro, comentó a La Nueva Mañana que las subas mermaron en relación a las subas que registraron en marzo (9,7%), no obstante, “igualmente sigue siendo elevado para un solo mes”. En cuatro meses la canasta de alimentos medida por la entidad acumula casi un 30% de subas.

La suba de las naftas fue uno de las causas que motorizaron los incrementos, sostienen desde el comercio de artículos de consumo masivo de Córdoba. La actualización del valor del carburante para estimular las inversiones en el sector hidrocarburífero, tras el alza internacional consecuencia de la guerra, incrementó los costos logísticos y de transporte. Además, una aceleración en la devaluación de abril para evitar un atraso del tipo de cambio aumentó el costo de las importaciones. Desde una parte del Gobierno afirman que lo peor ya quedó atrás, la inflación comenzará a descender y la economía crecerá más de lo previsto. Mientras que otra parte de la alianza gobernante teme que la actualización de tarifas de la semana próxima acelere las subas.

“La capacidad de compra está destruida”

En consecuencia, en las góndolas de los almacenes cordobeses el café experimentó subas mensuales del 60%, acompañado por el segmento de los lácteos y los derivados de la harina que subieron más de un 25%. “Esto es un golpe demoledor para la economía de las familias que también afecta al comercio minorista”, señaló Vanesa Ruiz. Si bien las unidades comerciales de barrio no pierden clientes, porque muchos dejaron de hacer compras grandes en los mayoristas de las periferias de la ciudad, están vendiendo menos porque “la capacidad de compra está destruida”.

Como consecuencia de lo anterior, los almacenes perdieron más de un 2% del volumen de ventas en relación al mes de marzo. Además, los proveedores “están cuotificando la entrega de mercadería”, señalan los almaceneros. Esto, más las dificultades que tienen para reponer la mercadería en la cantidad deseada de acuerdo a su escala, genera pérdidas en su stock disponible. La incertidumbre inflacionaria lleva a que las proyecciones no sean auspiciosas. Así, el departamento de estadística del Centro de Almaceneros llevó las proyecciones de la inflación de 52% a 60% para el cierre del 2022. “No vemos que vaya a contenerse porque no vemos que vayan a anunciarse medidas contundentes del Gobierno para atacar este problema”, concluyen los comerciantes.

Un intento por contener el precio de la harina de trigo

Por su parte, desde la Secretaría de Comercio Interior buscan implementar un fideicomiso para anclar el precio del trigo, generar certidumbre en torno a este insumo y mantener el mercado abastecido. La iniciativa anunciada hace más de un mes tiene como objetivo estabilizar el precio de la tonelada de trigo que compran lo molinos harineros. El subsidio se fondeará con un porcentaje las retenciones aplicadas a la harina y el aceite de soja. Se trata de un fondo de aproximadamente 400 millones de dólares.

Desde el entorno de Feletti aclaran que se pondrá en funcionamiento en estos días y que neutralizará los incrementos del trigo. De este modo, señalan, el fideicomiso subsidiará la bolsa de harina que se utiliza para el pan, retrotrayéndola al precio que tenía antes de la guerra ruso-ucraniana. Así, la bolsa tres ceros de 25 kilos, que tocó el valor de los dos mil pesos -aclaran-, estaría a $1.150. Además, el acuerdo también alcanza a las harinas 0000, sémola y la tapera. En efecto, al llegar el insumo con precio subsidiado a la industria alimenticia se espera que el precio de los farináceos se estabilice.  Desde el Gobierno esperan que esto incida en el precio del pan, pero también de galletas, fideos, pascualina, entre otros productos.

Fuente: www.lmdiario.com.ar