Mujeres de Villa María organizadas, en los 80

Por Jesús Chirino*

Hablando con dos profesionales que han participado y militado en diferentes ámbitos de la ciudad, tratamos de recordar algunos de los muchos nombres que dejaron las luchas lideradas por mujeres en Villa María. Y se anota la contemporaneidad entre el nacimiento de los encuentros nacionales de mujeres y la Multisectorial de Villa María.

Movimiento por la Reconstrucción y el Desarrollo de la Cultura Nacional

Alrededor de una mesa, me encontré con Mirtha Birocco y Graciela Taquela quienes, sobre el mantel, comenzaron a desplegar recuerdos y fotografías relacionadas con luchas por derechos en la ciudad. Las dos han desarrollado una extensa y reconocida trayectoria de trabajo en educación y salud, y siempre estuvieron en las luchas de las mujeres.

Cuando le pido a Taquela que hable de los años 80 y la participación femenina dice “primero tendría que hablar del Movimiento por la Reconstrucción y el Desarrollo de la Cultura Nacional”, el cual lo integraban, entre otros, Enrique Stein, Leda Valladares, Antonio Tarragós Ros, Ricardo Monti y Eduardo Iglesias. Algunos de ellos aparecen, en las fotos posadas sobre el mantel, en talleres y encuentros, abrazados a mujeres villamarienses.

En la revista “Nudos, en la cultura argentina”, del verano del 83, un joven León Gieco declaró:  “Este movimiento va por la reconstrucción y por qué no por la construcción, de la cultura nacional que se ha perdido en estos últimos años y que tenemos que volver a recuperar, como decía una vez Ernesto Sábato, el alma de los argentinos, que la estuvimos perdiendo”. El movimiento nació en tiempo de la dictadura, luego a medida que se recuperaba la libertad democrática, el mismo fue pasando del ámbito subterráneo a la superficie. Se  multiplicaron los debates, las posiciones fijadas en documentos y las acciones concretas. Graciela recuerda que este movimiento tuvo eco en Villa María, hasta su cierre en el 84.

Taquela señala que luego llegaron las novedades de las acciones de las feministas de Buenos Aires, “los gremios estaban muy comprometidos, especialmente el que tiene mayoría de mujeres, la UEPC. Hubo dirigentes de UEPC que apoyaron, impulsaron”. Allí se comenzó a participar de cada Encuentro Nacional de Mujeres, experiencia única en el mundo por su autonomía, su auto-convocatoria, su espíritu democrático y pluralista, como también por ser autogestionado, federal y horizontal. Tuvo sus inicios en 1986. La organización de ese evento anual surgió luego de experiencias internacionales como el Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe de 1981 en Bogotá y, en 1985, la III Conferencia Mundial de Mujeres de Nairobi. Las primeras cinco sedes de estos encuentros fueron la ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Santa Fe y Santiago del Estero.

Las mujeres de Villa María no se quedaban atrás

Un dato a destacar, es que el primer encuentro, desarrollado en Buenos Aires, tuvo lugar el 24 y 25 de mayo de 1986 y en los últimos días de ese mes, las mujeres villamarienses se reunían en la confitería Mar-Gut para dejar, la semana posterior, formalmente constituida la “Multisectorial de la Mujer de Villa María”. Aunque, debe señalarse que en la primera mitad de ese mismo mes la organización ya había dado a conocer un documento en el cual planteaba las reivindicaciones por las cuales, aclaraba, lucharía.

La memoria fue trayendo a la conversación algunas de las muchas mujeres que participaron en la organización de esas actividades y surgieron los nombres de Zulema Hernández, Nelly Venturini, Nora Gramajo, María de los Ángeles Fornero, Mónica Fornero, Leticia Forconi, Olga Rocco, Norma Neri, Marisabel Demonte, Margarita “Pirucha” Zabala y, aclaran, muchas militantes de los barrios.

Entre ellas, las dos mujeres hablaron con emoción de los distintos viajes y se jugaron bromas acerca de las actividades que hicieron para juntar dinero destinado a los gastos producidos por los viajes “Mirtha creo que vos, has hecho empanadas hasta durmiendo. Yo vendía empanadas en el Hospital”, bromeó Graciela con Mirtha. Mientras, desfilaron nombres de aquellos viajes y también surgieron otros recuerdos, así hablaron del apoyo de UEPC y de ATE, también “en un momento (Enrique) Sella nos dio plata”, “los radicales también apoyaron”.

Planteos de la Multisectorial

En el primer documento de la Multisectorial de la Mujer de Villa María, se fijaron posiciones acerca de varios tema: igualdad de salario, patria potestad, divorcio vincular, los derechos de las mujeres trabajadoras, derechos humanos; apoyo legal, médico y psicológico a las mujeres violadas y golpeadas; fijación de precios populares para carne, leche y pan; y mujer y salud.

Las villamarienses señalaron que “la violencia contra la mujer se encuentra presente en toda la historia de la Humanidad. Está en la base misma de una cultura edificada sobre el sometimiento y la desigualdad del sexo femenino y constituye un arma para perpetuar esta situación opresiva. Solicitamos una modificación sustancial de la legislación vigente con respecto a los delitos contra la honestidad, del Código Penal, de los cuales la mujer es la principal víctima y a los efectos de impedir la impunidad de los culpables”.

También marcaron que: “Las mujeres golpeadas por sus esposos o compañeros, no se encuentran en la mejor situación. Antiguas y persistentes ideas y costumbres sobre los derechos masculinos, que resisten incluso a una legislación que castiga estos hechos, hacen que la violencia doméstica se halle recubierta por un manto de silencio que coloca a las mujeres en un estado de indefensión. Las graves consecuencias psíquicas que sufren las mujeres violadas y golpeadas, no son adecuadamente atendidas, por ignorancia, por descuido oficial y por una ideología que coloca a la mujer en un lugar inferior, pese al avance de las leyes y a la presencia de las mujeres en el trabajo y en las luchas sociales”.

Con hambre no hay liberación

En tanto, relacionado con la necesidad del sustento diario pedían “la fijación de precios populares para los tres alimentos indispensables: carne, leche y pan”. Aclaraba que “cada día que pasa se agrava la situación de miles de familias que se ven imposibilitadas de comprar los alimentos necesarios para subsistir. Seguiremos viendo el drama de criaturas que mueren de sarampión o hepatitis debido al altísimo porcentaje de desnutrición que debilita a nuestra población infantil, dejando como secuela a niños con deficiencias mentales irreparables”.

Con relación a la “La mujer y la salud” escribieron que: “A partir del golpe de Estado del 76, la Argentina ha sufrido un retroceso en el camino hacia la meta propuesta por la Organización Mundial de la Salud, salud para todos en el año 2000” y pedían “particular atención a la mujer embarazada y al niño; que se efectivice la dación de leche hasta, por lo menos, los 2 años de edad y que se organicen consultorios de Catastro Ginecológico en diversos sectores de la ciudad”.

Unidas y organizadas

En la última parte del documento de 1986 remarcaban:  “Ocupamos un lugar clave en la sociedad y por ello constituimos una fuerza que organizada y movilizada será una potencia de incalculable poder, que no solo va a conseguir modificaciones en su situación, sino que será un aporte invalorable a la lucha del pueblo por su liberación. Por todo esto convocamos a las mujeres de todo el país a organizarse alrededor de objetivos comunes para lograr un sólido movimiento de mujeres dispuestas a barrer con todas las injusticias que nos oprimen”.

Tanto Mirtha como Graciela recordaron la intensidad de la experiencia enriquecedora en cada Encuentro Nacional del cual participaron y, a la vez, la importancia de la militancia de las mujeres en distintos ámbitos de la sociedad villamariense.

*Docente. Periodista. Secretario General de la Unión de Trabajadores de Estados Municipales (UTEM-CTAA). Secretario Gremial de la CTA Autónoma Regional Villa María

Fuente: www.eldiariocba.com.ar