Con un canon irrisorio y prometiendo inversiones por USD 3 millones, con una iniciativa privada su “amigo” De la Sota le dio por 35 años la concesión de la Vieja Usina, cuyo contrato Palazzo no cumplió. Además, el exmandatario lo desgravó de los ingresos brutos y sellos, y Milei le sacó el IVA a Cosquín Rock. No obstante estas prebendas, el empresario rockero y su padre abrieron tres empresas offshore en la guarida fiscal de Florida.
Por Lázaro LLorens
José Domingo Palazzo es uno de los productores musicales más conocidos del país. Es hijo de José Luis Palazzo. Un ex funcionario de la dictadura y de Carlos Menem, ahijado del ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, dirigente de la UCD, y cabeza del buffet de abogados Capdevilla-Palazzo que tiene entre una centena de clientes a: Eduardo Elsztain, Bimbo, Mercado Libre, Farmacity, Socma, Direct TV etc.
Palazzo padre e hijo.
El estrellato de Palazzo hijo arrancó con la organización del festival Cosquín Rock. Una idea originaría del fallecido productor Héctor “El Perro” Emaides quien emulando al festival de folklore Cosquín se le ocurrió replicarlo para promover el rock en Argentina. Idea para lo cual luego se asoció con Palazzo. Y este, después de transformarla en un “Big Business”, lo raleó pagándole sus acciones, recuerdan algunos, con entradas para el festival que él mismo había craneado y que ahora se hace en la localidad de Santa María de Punilla, no en Cosquín.
Además de hacedor de Cosquín Rock, Palazzo es el principal productor de shows locales e internacionales. Y cuenta con inversiones ligadas a la publicidad y los medios de comunicación. Hoy tiene un acuerdo estratégico con la poderosa radio Cadena 3. El medio más influyente del interior, creado por el fallecido Mario Pereyra. Otro admirador del General Menéndez, como el padre de Palazzo.
Los negocios con el poder
En todos estos años, lo mejor que supo hacer el hacedor de Cosquín Rock, a la hora de tejer sus negocios, fue y es, explotar las estrechas relaciones de su padre con el poder en todos los ámbitos: castrenses, judiciales, empresariales y políticos. Gracias a ello cultivó una amistad personal con el fallecido gobernador José Manuel de la Sota quien llegó a la Casa de las Tejas en 1998 en alianza con la UDC. Partido que tenía como principal referente a Palazzo padre, junto a German Kammerath socio político del mandatario peronista. Por eso luego, el ex gobernador lo nombró como “conjuez” de la provincia.
Este vínculo se hizo explicito el día que falleció, por un terrible accidente de tránsito, De la Sota. Oportunidad en la cual, Palazzo publicó en su cuenta de X un compungido mensaje que decía: “Mucha tristeza por la muerte del Dr JOSE MANUEL DE LA SOTA. Un amigo, mi pésame a su familia y seres queridos”.
Aprovechando esta amistad, en julio del 2012, mediante una polémica iniciativa privada presentada por el propio Palazzo, con la sociedad Cultura Club S.A, sin poner un peso, se quedó con la concesión por 25 años más 10 de prórroga, de la “Vieja Usina” hoy Plaza de la Música. Contrato que, durante todos estos años, Palazzo habría incumplido abiertamente según un informe interno del ERSEP.
En este edificio hoy, el roquero del poder, hace su show en la ciudad de Córdoba. Abajo, en el subsuelo, funciona el espacio del arte, diseño y pensamiento “220 Cultura contemporánea” a cargo de su primo Francisco “Pancho” Marchiaro. Ex funcionario de Ramón Mestre y actual vocal la Agencia Córdoba Cultura del gobierno de Martín Llaryora.
El lugar le pertenece al estado provincial. Y está bajo el control del Ente Regulador de Servicios Públicos ERSEP que, al parecer, regula poco dado que por sus incumplimientos debería haberle quitado la concesión.
Su nombre original se debe a que allí funcionaba una la usina generadora de electricidad “Mendoza”, de la empresa de energía de Córdoba EPEC. Empresa donde, paradójicamente, trabajó su papá en la dictadura como Gerente de Personal bajo las órdenes de su padrino el “Cachorro” Menéndez para erradicar de allí las ideas de Agustín Tosco, según una carta que apareció, de puño y letra del propio represor, en el juicio de Lesa Humanidad de La Perla. A este edificio público, luego Palazzo hijo lo concesionó sin poner un peso y lo renombró como “Plaza de la Música”.
Plaza de la Música.
“La Plata de la Música”
Antes del desembarco de Palazzo y su socio Marcelo “Chueco” Oliva, la “Vieja Usina”, fue regenteada durante 20 años por el empresario Miguel Bertona. En el edificio de arriba se hacían recitales como ahora. Y en el subsuelo, donde ahora funciona el espacio “220 Cultura contemporánea”, estaba el reconocido “Museo Barrilete”. Una cálida propuesta para niños que recibía asiduas visitas de chicos/as y escuela todos los días. Y que era reconocido por importantes figuras del arte y la cultura cordobesa, como el dibujante e historietista Crits.
En octubre del 2011 se venció esta concesión. Y a pesar de los pedidos de Bertona y gente que se sumó para defender el proyecto, el gobierno de Cordoba decidió no renovarle el contrato.
En ese marco, a comienzos del 2012, Palazzo le presentó a su amigo el gobernador De la Sota, una faraónica “iniciativa privada”, prometiendo una inversión de unos 3 millones de dólares para la “refuncionalización, puesta en valor, administración, gestión, operación y explotación comercial de la ex Usina Mendoza y Creación de la Plaza de la Música”.
Una iniciativa privada, es un instrumento de concesión pública donde un empresario privado presenta un proyecto al gobierno para la explotación de un bien público. Luego, el gobierno lo evalúa, lo declara de “interés público” o no, y llama a licitación concediendo beneficios a la empresa que lo inició. En este caso, la sociedad de Palazzo Cultura Club S.A, además de ser caballo del comisario De la Sota, tenía un hándicap a su favor como autor de la iniciativa, del 5% sobre las otras posibles propuestas económicas interesadas en licitar.
En sus pliegos, el faraónico proyecto de Palazzo, a cargo del estudio de arquitectos SZA, Santiago Zeballos, prometía, en un plazo de 3 años, una puesta en valor total del inmueble para integrarlo la trama urbana barrio con “cinco restaurantes, bares”, “un auditorio para actividades culturales con capacidad para 350 personas”, una “escuela de música” y “otros espacios para shows en vivo de música, teatro, cine, stand up”. Imagen cuya fachada, según el proyecto presentado por Palazzo al gobierno, iba ser la de abajo.

“Luego de la inauguración de la Plaza de la Música aparecerán más locales comerciales en las inmediaciones; se potenciará la zona”, prometió Palazzo, algo que nunca pasó. En cuanto al plazo de concesión (clausula 3) Palazzo la solicitó por 25 años más una posibilidad de 10 de prórroga por única vez. Es decir 35 años en total.
A su vez, como contraprestación económica, a cambio de esta explotación, el empresario del rock, asesorado probablemente por su padre, le ofreció a su amigo De la Sota, dos tipos de pago canon (cláusula 5): “en especies” (A) y “dinerario” (B).
El canon“en especie” (A) prometía una inversión de $14.177.243 en un lapso de 3 años hasta agosto del 2015. Unos 3 millones de dólares de entonces. El “dinerario” (B) el pago de $141.000 anuales. Unos 31.000 dólares de entonces. Es decir, $ 11.700 por mes. Lo que salía el alquiler de un local en el centro. Pero a pagar recién a partir del noveno año de concesión. Es decir, en junio del 2021.
A De la Sota le pareció tan maravillosa esta iniciativa de su amigazo Palazzo que el 30 de marzo del 2012, mediante el decreto 194/2012, la declaró de “interés público”. Y apenas tres meses después, el 29 de junio, teniendo a Palazzo como único oferente, lo cual era lógico por el nivel de inversiones requeridas en los pliegos, mediante el decreto 691/12 se las adjudicó a la sociedad Cultura Club S.A de Palazzo y Oliva, dando nacimiento así a la “Plaza de la Música”.
El blues del incumplidor
El 5 de febrero del 2013, luego de que Palazzo y Oliva desembarcaran en la Vieja Usina, La Voz del Interior de Clarín publicó una nota titulada “La Plaza de la Música estaría terminada en 18 meses” que textualmente decía:
“La futura Plaza de la Música, ubicada en la manzana donde funcionó la ex usina Mendoza, podría estar terminada antes del plazo estipulado con el Gobierno de Córdoba, titular del inmueble. El compromiso es de tres años (agosto de 2015), pero debido a los avances de obra hay posibilidades de que sea inaugurada a mediados de 2014. Así lo informaron Marcelo Oliva, titular de la empresa En Vivo Producciones (Cultura Club S.A), y José Palazzo, a cargo de la artística. “Queremos acelerar plazos; quizá el corazón de manzana de la plaza pueda habilitarse dentro de un año y medio”, revelaron”.
Sin embargo, pasaron más de diez años de esas declaraciones a La Voz, y casi trece desde que De la Sota le adjudicó la concesión por ellos mismos diseñada, y los roqueros del poder, Palazzo y Oliva no cumplieron en nada lo prometido respecto a su magnánima obra.
Así lo confirmó un pedido de informe solicitado por uno de los vocales del ERSEP, Facundo Cortés Olmedo, recibido en febrero pasado al que accedió este portal.
Específicamente, sobre el “canon en especies (A)”, que debía ser de unos 3 millones de dólares en tres años, el ERSP informó que “actualmente se encuentra en ejecución con solicitudes de modificación del nuevo proyecto ejecutivo restante (Centro de operaciones y logística para apoyo cultural y Nuevo Auditorio -teatro-), los que se encuentran en trámite ante el Poder Concedente a los fines de análisis y tratamiento”. Es decir, reconocen que no se cumplieron con las obras de infraestructura acordadas en la iniciativa privada y en el Pliego de condiciones, ni los plazos.

Este notable incumplimiento, cualquiera lo puede constatar con solo merodear el lugar donde está emplazada la Plaza de la Música, o entrando al Google maps, donde se puede observar a simple vista que los “cinco restaurantes”, el “auditorio para actividades culturales con capacidad para 350 personas”, la “escuela de música” y “espacios para shows en vivo de música, teatro, cine, stand up” no existen. El edificio está casi igual que cuando lo recibieron en el 2012. Los únicos que no parecen verlo son los miembros del ERSEP.
También se puede constatar en el cedulón de Catastro de la provincia de Córdoba, que arroja que las últimas mejoras que se le hicieron al predio de la Usina Mendoza de EPEC, de 8.066 metros cubiertos data de… ¡1983! Y que en la parte descubierta, donde deberían estar los restaurantes, estacionamiento, no hay mejora alguna desde hace décadas.
En cuanto al “canon dinerario (B)”, de 141.000 pesos anuales, que tenía nueva años de gracia, este debió empezarse a pagar en junio del 2021. Sin embargo, el ERSEP informó que este se suspendió durante pandemia y que en el 2024 (no informa otros años) se pagaron $49.872.849. Esto es unos 4 millones de pesos mensuales. Lo que sale el alquiler de un local de 200 metros cuadrados en el centro de Córdoba.
“La obligación que se encuentra cumplimentada a la fecha por el concesionario, debiendo tenerse presente los períodos que fueron suspendidos por la Pandemia”, detalla el ERSP.
Con lo cual, como las medidas de “Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio” (ASPO) de la pandemia duraron hasta el 2022, en estos 12 años de concesión de la vieja Usina, del irrisorio canon mensual que Palazzo se había comprometido a pagar de canon, el ERSEP solo acreditó el del 2024 por el importe mencionado. Una verdadera ganga, que demostraría lo pernicioso que es para el estado provincial esta concesión, de la cual el ERSEP no acusa recibo al parecer.
Más beneficios para el amigo de De la Sota
Pero los beneficios del poder al roquero Palazzo no acabaron allí. Mientras De la Sota consumaba esta licitación de Plaza de la Música a favor de su amigo Palazzo, en paralelo, el 7 febrero del 2012, el entonces gobernador promulgó la ley N° 10036 con la cual desgravó de impuestos a los ingresos brutos y sellos a las actividades “de producción, representación, composición e interpretación de eventos culturales y/o espectáculos musicales, artísticos y circenses que se realicen en la Provincia de Córdoba”.
Para ello, según la ley, sólo basta que Palazzo ponga una banda local de soporte -que muchas veces tocan gratis- y esto automáticamente lo exime de pagar los tributos arriba mencionados. Así de fácil.
Posteriormente, apenas asumió el presidente Javier Milei, en febrero del 2024, cuando se estaba llevando adelante el Cosquín Rock, estas exenciones impositivas encendieron la polémica con cruces entre el mandatario libertario, Palazzo y el gobernador de Córdoba Llaryora.
Comenzó Milei cuando retuiteó de la cuenta @PregoneroL un posteo que decía “El Cosquín Rock cuesta 4 millones de dólares hacerlo. ¿Quién lo financia?” a lo que el presidente añadió “TSUNAMI DE CHANES”.

Este ataque virtual deMilei motivó una tímida y falsa respuesta de Palazzo, también desde su cuenta de X, quien contestó: “Querido Sr. presidente, hace 24 años empresarios privados, con entradas y marcas privadas y esfuerzos personales lo realizamos. Además, se realiza en Paraguay, Uruguay, Chile, México, EEUU y España. Acá los artistas están en libertad, quédese tranquilo”.
A pesar de estos cuestionamientos, en la edición del Cosquín Rock de este año, Milei no solo se olvidó de cuestionar estas desgravaciones, sino que, además, según la revista InfoNegocios, le eximió de pagar 4.000 millones de pesos por la condonación del IVA aplicado por la venta de tickets para esos espectáculos. ¿Nuevamente los lazos de Palazzo padre con el poder?

Roquero offshore
Pero lo más controversial es que, con todos estos beneficios que recibió del “Estado presente”, con un contrato de Plaza de la Música que no cumplió, exenciones impositivas provinciales (Ingresos Brutos y Sellos), nacionales (IVA), Palazzo y su socio “el Chueco” Oliva, acorde con las indicaciones de Milei que dice “el que fuga es un héroe”, en estos últimos años abrieron dos empresas offshore en Florida, Miami. Un estado norteamericano que funciona como un paraíso fiscal, para la evasión del pago de impuestos.
Allí, aguas afuera, también abrió una empresa su padre. El reputado abogado de grandes empresas y funcionario de la dictadura José Palazzo. Ex interventor de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CNT) durante el menemismo. Cargo que ocupó bajo las órdenes del entonces subsecretario de comunicación Germán Kammerath. Un funcionario luego condenado y preso por corrupción.
Para ello, los Palazzo recurrieron a toda una ingeniería financiera y una banda de “artistas”, empresarios y agentes financieros locales e internacionales. Alguno de ellos denunciados en la justicia por estafa, como el cuartetero “El Cheto” Caliva o Rodrigo Escribano, vicepresidente de Talleres, ladero de Andrés Fassi.

Rock & Corp.
Las tres empresas offshore que abrieron en Florida, los desgravado Palazzo y sus socios, son OP REALS STATE CORP, ZZWW LLCX, y DOC FLORIDA CORP.
La primera, OP REALS STATE CORP lleva el nombre de las primeras letras del apellido de sus creadores: Oliva y Palazzo. Fue registrada el último día de enero del presente año. Poco antes de que se llevará adelante el Cosquín Rock. Cuando ya habían vendido todas sus entradas y quitados los impuestos de Ingresos Brutos e IVA.
Su sede está en la ciudad de Miami, en la calle Dixie Hwy al 20200, en un edificio cuyas oficinas se dedican a aparecer como domicilios legales de compañías, que quieren sacar provecho de la guarida fiscal que brinda el estado de Florida.

Según los documentos oficiales, entregados a las oficinas del registro público de Florida, la dupla Oliva Palazzo figuran como directores de esta offshore, utilizando como domicilio personal el de la propia firma. Además, en la compañía aparece, como una especie de asesor legal, un tercer cordobés: Cristian Giaculli. Su domicilio es el mismo que el de la empresa y de sus directores: Dixie Hwy al 20200.
En Córdoba, a Giaculli se lo conoce por el armado de dos empresas: ILIFE S.A., junto a Pablo Mauricio Gampel en 2009 y VL Real Estate Developments S.A., con Rodrigo Florencio Escribano en 2019. Gampel es oriundo de Alta Gracia. Tiene inversiones en Paraguay y en Miami.
Mientras que Escribano es un abogado que brinda asesoramiento jurídico a empresas inmersas en crisis financieras o conflictos societarios. Además, es vicepresidente tercero del Club Atlético Talleres, con Andrés Fassi a la cabeza. Y tiene dos empresas offshore en Florida: THE SPRING OUTSOURCING, INC. y BBC&P INVESTMENT GROUP CORP con el agente financiero Mark Gerstel. El mismo que tienen los Palazzo.
Achetados
Por otra parte, en OP REALS STATE CORP, hay otro agente, supuestamente oriundo de Florida, que vive en el boulevard Hollywood al 3440. Se trata de Luis Lavandeira, alguien que parece dignificar su apellido.
Lavandeira también asesoró, entre otros, a Maximiliano Caliva Ceballos, alias “El Cheto” cuartetero. Un cantante de cuarteto y empresario quien en agosto del 2024 fue detenido por defraudación, mediante estafas ligadas a casas prefabricadas. Había sido arrestado en su lujosa mansión del country Las Delicias, donde hacía alarde de su patrimonio frente a las cámaras, en una frustrada imitación a Ricardo Fort.
“El Cheto” registró tres empresas offshore en Florida. Una de ellas fue BREAKING SCORES CORP, que tuvo una sospechosa duración de tan sólo dos semanas: se abrió el 27 de junio de 2024 y se disolvió el 11 de julio del mismo año, un mes antes de su detención.
Anteriormente, en febrero de 2024, había creado RUMA FL INVESTMENTS CORP, compañía aún vigente. Y luego, el 12 de marzo de 2024, MADA FL INVESTMENTS CORP, desactivada el 11 de julio de ese mismo año, la misma fecha que desapareció BREAKING SCORES CORP. En todas ellas, además de Lavandeira, aparece como socio Cristian Giaculli. Los mismos agentes que le dieron una mano a Palazzo padre e hijo para armar su compañía.

Y detrás de todos ellos, también estuvo el asesoramiento del contador público Mark Gerstle. Socio fundador de una consultora norteamericana que tiene sus oficinas en otros distritos de Estados Unidos como Orlando o Las Vegas. Y quien también aparece como agente de la offshore de Rodrigo Escribano y de Palazzo padre: DOC FLORIDA CORP.
La firma Gerstle, Rosen & Goldenberg que Marx integra, se define como “una de las líderes en el campo de la contabilidad para condominios y asociaciones de propietarios”. Gerstle asevera haber participado en más de cien transacciones inmobiliarias, e incluso ha actuado como perito en casos de fraude.
Ármate otra José
La otra offshore que Palazzo inscribió en Florida, Miami fue ZZWW LLC. Lo hizo, igual que “el Cheto” cuartetero, el 4 de marzo del 2023 y la disolvió al mes siguiente el 13 de abril de ese mismo año. Su dirección era 4855 W Hillsboro Boulevard B3, Coconut Creek, Florida.
El directorio lo integraban: José Palazzo, Facundo Oliva, Felipe Bueno, y el empresario Julio C. Castillo. Todos con el mismo domicilio Thomas ST 1925 Hollywood. Como agente la firma Contador Ra LLC.
Facundo Oliva, además de hijo del Chueco Oliva, socio eterno de Palazzo, actualmente también es socio del hacedor de Cosquín Rock en la empresa Cultura Club S.A. La misma que tiene la concesión de la Plaza de la Música hace 12 años y no cumplió con el contrato.
Al comienzo, esta offshore ya desactivada se llamó MOLICAS LLC por los apellidos de algunos sus directores (Moyano, Oliva y Castillo) de la cual hay otro homónima. Pero luego, al momento de su pronta disolución, cambió a ZZWW LLC.
En esta offshore también aparece como socio el empresario cordobés Julio Castillo Bazzini. Dueño de la empresa Vínculos dinámicos S.A.S y PLOTI S.A.S. La primera, está inscripta en Córdoba. Tiene su domicilio legal en la calle Fernando Fader 3540 Cerro de las Rosas. Y se dedicada a todo tipo de actividades, construcción, explotación rural, finanzas, transporte, etc.
La segunda está radicada en Buenos Aires, en la calle Laprida 1204 piso 6/25, Ciudad de Buenos Aires. Su objeto social también es amplio y variado actividades, agropecuarias, comunicaciones, espectáculos, culturales y educativas, tecnologías, gastronómicas, etc.
Por último, está la offshore de Palazzo padre, DOC FLORIDA CORP. Firma que, como las algunas de las anteriores, duró un año activa. La registró el 6 de marzo del 2016, apenas asumió Mauricio Macri, y la disolvió por voluntad propia el 10 de marzo del 2017.
De su conformación participaron el cordobés Cristian Giaculli, el mismo que asesoró a Palazzo y a Oliva en OP REALS STATE COR. Y el contador norteamericano Mark Gerstle, el mismo que asesoró al “Cheto” del Cuarteto, Escribano y que atraviesa toda esta historia de offshore, fuga, y rock and roll.

Estas son las picardías de Palazzo. Quién esquilma al Estado hasta la última gota sin siquiera devolver nada a cambio. Todo en el nombre del el arte y el rock.
Fuente: www.stripteasedelpoder.com