La recientemente elegidas delegada de ATE en la Delegación Regional Centro de la Administración Nacional de Parques Nacionales, Gabriela Vilte, relató la situación de que atraviesa el sector y los desafíos que deberá afrontar para el mandato en al representación de las y los trabajadores.
En tal sentido, comenzó contando que “nuestra elección como delegadas, junto a María Llorens, es una alegría compartida con todos los compañeros porque presentarnos fue una decisión colectiva. Este año tomamos esa responsabilidad muy conscientes de lo que significa, de lo bueno y lo difícil para ejercer este rol de delegadas, con toda la impronta masculinizada que siempre tuvo, a partir de una perspectiva de género, ampliada”.
“Hace 16 años que trabajo en Parques Nacionales, primero en Monte León, en Santa Cruz, un parque costero marino, después en Quebrada del Condorito y ahora en la ciudad de Córdoba. Siempre mi trabajo fue administrativo en el área de recursos humanos. Eso me permitió ver las situaciones personales de cada uno de los compañeros y compañeras, atendiendo la perspectiva de quienes trabajan en el territorio como los que trabajan en administración”, contó.
Y apuntó a que “claramente el personal de brigada no está reconocido como debe ser, pasaron de contratos trimestrales a los anuales, y expresa una falta de interés en garantizar políticas de Estado, no solo por cuestiones de incendio sino también socorrismo y urgencias en general. Es personal que interviene en situaciones extremas y por eso es necesario mejorar de manera urgente las condiciones en que trabaja este personal”.
Rol institucional
La delegada explicó que el organismo “se encarga de proteger territorios que dependen del Estado nacional porque tienen alguna riqueza ambiental, algún recurso o importancia que tiene ese suelo, zona costera o marina, que es necesaria para la supervivencia del ecosistema, para que esos recursos no sean explotados de forma que finalmente se agoten. Mucha gente piensa que por utilizar la palabra “parque” se trata de un espacio destinado a la recreación o el turismo, que tiene su función pero es secundaria frente al objetivo protectivo del organismo”.
En tal sentido, agregó que “los parques nacionales existen porque hay una decisión del Estado de proteger los territorios y el rol estatal es de base”.
Seguidamente, Vilte hizo foco en el rol de las y los trabajadores en ese contexto. “Es clave: actuar para proteger esos recursos que no son renovables. Desde el personal administrativo, de tareas de limpieza, guardaparques, brigadistas, técnicos, profesionales, todos sostenemos la Administración Nacional de Parques Nacionales para que se puedan ejecutar estas políticas de Estado de protección ambiental”.
También describió la perspectiva particular que suelen tener las y los compañeros del área porque “en general uno entra a trabajar en este sector por vocación, muchas veces las urgencias ambientales nos hacen postergar nuestros reclamos como trabajadores y trabajadoras estatales, sean de condiciones de trabajo como salariales, atento a que tenemos sueldos que son de los más bajos de la administración pública”.
Sin embargo, al delegada rescató que gracias a la tarea llevada adelante por ATE “en los últimos años logramos avanzar con las recategorizaciones y reencasillamientos que impactan sobre los salarios, ahora se están por abrir concursos para las y los compañeros que tiene más de 10 años de contratos”.
Educación
Por otro lado, ya dando una mirada más general sobre la importancia de una política ambiental sostenidas por el Estado a través del tiempo, la delegada señaló la pandemia de Covid masificó socialmente las alertas que ya se venían encendiendo desde diverso sectores sobre la manipulación a la que está sometido el medio ambiente y sus catrastóficas consecuencias para el planeta y para la población en general.
En ese sentido, Vilte contó que está participando “en tareas de educación ambiental con infancias en la localidad de San Clemente “para empezar a tener un cambio en la mentalidad porque la gente que vivimos en la ciudad no dimensionamos que sin el campo, sin el río o el bosque nativo no vamos a existir. Los centros urbanos dependen de los ambientes naturales que los rodean y eso es algo que no se valora ni se respeta socialmente. Por eso, desde el lugar de cada uno, tenemos que pensar que nos toca a cada uno: desde cómo cuidamos el agua a cómo elegimos las autoridades, cuál es la gestión que van a hacer, las obras públicas necesarias y cuáles no, qué queremos para nuestros hijos e hijas”.
Es decir que somos muchas las que nos estamos planteando en Parques Nacionales que no solo queremos buenos sueldos sino también queremos un futuro para nuestres hijes, con ambiente donde puedan tener agua básicamente. Y eso nos hace replantearnos qué y cómo reclamamos desde nuestro lugar como trabajadores y trabajadoras.
Foto de portada: Las delegadas Gabriela Vilte (izquierda) y María Llorens, de ATE Parques Nacionales
Fuente: www.atecordoba.org