Con un cielo pleno de nubes, enfermeros y enfermeras de Villa María se manifestaron hoy en el centro de la ciudad. Las pancartas no dejaron dudas acerca de cuales son los reclamos. Sin micrófonos ni escenarios marcharon alrededor de la Plaza Centenario pidiendo salarios dignos, que termine la precarización laboral y se respete el trabajo de los y las enfermeras.
Entre otros, levantaba carteles Jorge León, dirigente de la Unión de Trabajadores de Salud (UTS-CTA) y el Secretario Gremial de la CTA Autónoma Regional Villa María, Jesús Chirino. También acompañaron dirigentes de UEPC.
Si bien el distanciamiento y los barbijos permitían poner en contexto la marcha, quizás lo que más fuerte pegaba en lo emocional eran algunos carteles que recordaban a “los compañeros caídos” a lo largo de esta pandemia. La sociedad y, principalmente, los gobernantes no puede continuar negando la situación: por un lado lo imprescindible del trabajo de enfermeros y enfermeras y pero por otro las malas condiciones de trabajo que sufren los trabajadores de la salud.
No es cierto que se valore su trabajo si se les paga sueldos muy bajos, no se los incluye en las plantas permanentes de personal y tampoco no se les otorga los francos necesarios para bajar el nivel de estrés que les causa su trabajo.
La precarización de las relaciones laborales es una constante que se repite entre los enfermero/as del Hospital Pasteur, pero también entre quienes dependen del municipio de Villa María.
En la tradicional esquina de Buenos Aires y General Paz se levantaron las voces para gritar que enfermería está de pie, trabajando y reclama derechos. Los gobiernos responderán o continuarán haciéndose los sordos y ensayando frases de reconocimiento que no tienen traducción en la realidad laboral de quienes sirven a la sociedad desde la enfermería.