El pasado miércoles 3 de septiembre se realizó la entrega de premios y distinciones de la 16° edición del Concurso de Expresión escrita «Sin Presiones». La Salud de lxs Trabajadorxs», que organiza el Instituto de Salud Laboral y Ambiente (Islyma- CTAA). En la ocasión se reiteró que más de 7500 trabajadores mueren por año por malas condiciones laborales. Entre los numerosos relatos conmovedores se destaca «La decisión de Eva», del periodista Fernando Ceresole, secretario del Interior del Cispren.
La actividad se realizó en el patio de lecturas del Centro de Documentación «Juan Carlos Garat» del Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren-CTAA) y entre los diferentes trabajos que se citan, obtuvo una distinción que pertenece a Fernando Ceresole, trabajador de prensa de Villa María y Secretario del Interior del Cispren.
Durante la jornada de entrega de los premios, la coordinadora del concurso, compañera Silvia Belga, manifestó “la importancia y satisfacción de poder expresarnos en estos tiempos apurados y necesitados, el de mantener este proyecto 16 años de construcción y de edificación de la palabra escrita en mayúsculas por lxs trabajadorxs. Más de 300 relatos acompañan este camino…”.
Belga, también recordó que en el año 2012 se redactó «nuestro proyecto de Ley de Riesgo del Trabajo, y digo redactamos porque fue hecho con palabra de trabajadores/as. Dijimos en el Congreso de la Nación a viva voz queremos: “ Una ley para que el trabajo no nos cueste la vida» y que no debemos olvidar y dejar de decir que «más de 7500 trabajadores/as mueren al año en ocasión del trabajo”.
El jurado estuvo conformado por Bárbara Arias (trabajadora de prensa, productora de Radio Nacional Córdoba, Comisión Directiva Cispren), María Dolores Bertarelli ( profesora en Ciencias de la Educación, docente jubilada, integrante del ISLyMA) y Alexis Oliva (escritor, periodista y docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UNC).
En la presente edición se presentaron 25 trabajos escritos, con sus respectivos pseudónimos, de diferentes localidades del país: La Pampa; Entre Ríos, provincia de Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Carlos Paz; Salsipuedes, Villa María, Oncativo, Monte Buey, Villa Dolores, Saldán, Cosquín, entre otras. Todos los premios y distinciones se pueden leer aquí .
«La decisión de Eva» (1)
Por Fernando Ceresole
¿Es posible abrazar un oficio como el de enseñar mientras padeces violencia laboral y de género? Eva maceró una justificación necesaria: “Muchas de nosotras somos sostén de familia. Cada una escapa de estas situaciones como puede”.
El volcán de padecimientos y tribulaciones se prolongó por seis años. Ser docente de pueblo chico y purgatorio grande, enmudece, silencia y doblega esfuerzos: “O te quedas acá, la padeces y la sufrís, y terminas enferma, o me voy a otra escuela, aunque tenga que perder horas”, reflexiona, no dejando lugar a que se escape ese sollozo urgente que entrecorta su voz.
Eva persiguió el sueño docente de acumular horas en un mismo colegio primario público. El director del establecimiento destrozó ese imaginario, haciendo de su jornada de trabajo un asedio constante: “Yo entraba con miedo, con ansiedad, era una sensación horrible”, describe atemorizada, sin olvidar el rol de educadora que la ubicaba en frente de 350 estudiantes, a diario y en todas las divisiones, como titular de las clases de Ramos Especiales.
De mayor a menor: los actos de maltratos que ocurrían en el despacho del director lo conocían el Ministerio de Educación, la Supervisora Regional, la Zonal (ex inspección), colegas, maestranzas, la Cooperadora, las familias, el intendente, el presidente de la Cooperativa de Servicios Públicos e hicieron ecos en la verdulería, en la panadería y hasta en lo de Cacho, el carnicero del pueblo con algo más de 3500 habitantes.
La decisión
En comarca pequeña-inmenso purgatorio, no todos torcieron la mirada. Se construyó un andamiaje para sostener a Eva después de la decisión. Eso vendrá después.
Las conductas del director, enoja a la víctima frente al recuerdo: “Maltrato, destrato y violencia: a veces verbal, psicológica, otras económicas o coartándonos la libertad de
expresión. Tiene que ver con un sinfín de hechos de violencia o abuso de poder para manipular. Había muchos grados de violencia”. Esos detalles, muchas veces comunes en varios colegios, pero que se anidan en el anonimato, lo decía Eva pasadas algunas horas de la decisión.
Las consecuencias de estos aberrantes sucesos, por parte de quién debe timonear la única escuela primaria pública de una población, se sucedieron entre 2018 y 2023.
Años, más años, hechos y más hechos, maltratos y más maltratos, activaron la decisión.
A esta altura de las circunstancias, frente a un cúmulo de hostigamientos, hacia los primeros meses de 2023 solicita atención y comienza a transitar una carpeta
psiquiátrica (de tratamiento prolongado, según el estatuto). Una acertada atención profesional, cuenta, y el anillo de contención familiar, disparó clics e hizo despertar
autodefensas.
Por el andarivel administrativo no prosperaba los pedidos de auxilio generados por Eva; y no sólo eso, comenzaban a despertarse casos similares, cuasi silenciosos, de sus colegas, víctimas también del proceder malicioso del director.
Catalizando la decisión
Para obtener la arcilla, primero hay que erosionar la piedra, descomponiendo distintos minerales. Luego hidratarla, a modo de catalizador, para obtener la “caolinita” que,
transportado por viento y agua, dan paso a las capas de una arcilla moldeable. Eva imitó el proceso. Su arcilla, la decisión. El catalizador, su enojo.
La decisión: a comienzos de noviembre de 2023, Eva denunció al director en los Tribunales ordinarios por violencia laboral y de género.
Como si hubiese seguido los pasos para la obtención de la arcilla, se sucedieron los acontecimientos: quitó las impurezas, aplicó sus derechos, catalizó su coraje, dejó que se esparza y comenzó a sanarse. Muy de a poco.
El hecho eclosionó a la población escolar, a las autoridades, y hasta algunas voces del propio pueblo. Consumada la denuncia, corrieron por todos los rincones, versiones, relatos y comentarios: visibilizar lo que ocurría paredes adentro de la escuela, despertó fuerzas internas.
Un cúmulo de personas ratificaron que las “prácticas impropias” manifestadas por el directivo para con sus docentes ya venían siendo incluidas en actas administrativas por parte de otras educadoras que habrían sufrido el mismo destrato.
De hecho, desde la Supervisión, se estaba realizando un trabajo de acompañamiento a ese equipo docente debido a los innumerables pedidos de intervención de las
docentes del lugar por lo que acontecía en el ámbito laboral.
Aunque nadie daba el paso final: Eva no sólo se animó a hacerlo para contra quien había abusado de su rol de poder, sino que se autoinfligió “sanar” de todo lo vivido. La
denuncia hizo explotar los ánimos de propios y hasta de aquellos que se pretendían ubicarse en el rol de extraños.
El director fue apartado de su cargo, sumariado y trasladado, con funciones administrativas, a otro colegio de una población cercana. Allí soportó las miradas
adustas de sus colegas que, empapados sobre la denuncia, mascullaban molestos y le hicieron saber que no era grata su presencia en ese secundario agrotécnico.
Hasta el intendente de la localidad manifestó hacer sido víctima y escudo de algunos desplantes del director.
“Esto no es una democracia, es una escuela”
El 20 de marzo de 2024 la Cámara del Crimen donde recayó la causa denunciada lo absolvió por falta de pruebas y, sin sentencia firme ni pesar figura penal alguna en su contra, el Ministerio de Educación debió reponerlo en sus funciones. Bajo una espesa niebla, y un móvil policial a metros del colegio, minutos antes del
ingreso escolar de ese día, dieciséis madres y dos padres, se agolparon al frente del edificio en clara oposición al regreso del directivo a la principal silla del colegio.
Adentro, en tanto, se alborotaban las colegas de Eva al enterarse del regreso prometido. El directivo nunca llegó, le silbaron que no era bienvenido.
La Dirección General de Educación Primaria (DGEP), frente al reclamo de familias y docentes, dio marcha atrás con la llegada de quien había sido denunciado.
Por redes sociales, y chats, las familias agradecieron a la comunidad escolar y a vecinos por acompañar la improvisada asamblea matinal que tenía promesa de repetirse por la tarde. Una versión agregaba, además, que tras difundirse el posible regreso del ex director a la escuela, habría movilizado hasta al propio jefe comunal que, molesto por la “novedad”, tejió contactos para detener el inesperado regreso.
Quien fuera director del establecimiento, después de un pedido de licencia, cumple funciones administrativas en una supervisión escolar y la dirección de la escuela ya
cuenta con nueva ocupante.
Cuenta la historia que el director, cuando estaba en funciones, solía repetir, entre otras malogradas frases: “A ver si queda claro: esto no es una democracia, esto es una
escuela”.
La última etapa de esta tormenta institucional, un día después de que se conociera que el ex directivo pensaba volver apoyado en que la sentencia aún no estaba firme, era por demás hostil. Un testimonio es más que contundente en este sentido: “el malestar era generalizado. De modo tal que muchas fuimos a trabajar con dolor de panza, con miedo por no saber cuál iba a ser su postura. Las miradas entre nosotras lo decían todo”.
La llegada de la docente de mayor edad al cargo de directora llevó alivio institucional: “Lo cierto es que desde que ella está en el cargo, hasta las reuniones de personal son más amenas. Las lleva adelante el equipo directivo completo, las vicedirectoras también toman la palabra y las decisiones son bastante consensuadas”, describe una
de las docentes aliviadas.
La huida obligada del ex director y la llegada de la nueva directora al cargo, se dio en pleno comienzo del ciclo lectivo 2024. “Las jornadas para definir los proyectos
institucionales y el plan de trabajo, fue fundamental ya que los redactamos entre todas, de manera consensuada y horizontal”, explican las maestras.
Los testimonios recogidos se aúnan para destacar que la actual directora hizo lugar a distintos reclamos que hacía años las docentes realizaron sin tener respuestas. La
decisión de Eva lo hizo posible: ella está sanando, la escuela también.
(1) El jurado expresó en relación a este trabajo: Narración potente en la que una trabajadora docente que afronta un contexto laboral hostil, resuelve el dilema entre la dignidad y la supervivencia apelando a la lucha y la solidaridad colectiva.
Fuente: www.islyma.org.ar; www.cispren.org.ar