Repudio a la sinrazón antidemocrática

Por Jesús Chirino*

Los desacuerdos políticos en el marco de lo democrático tienen límites.
No existe razón para justificar este tipo de cuestiones pues horadan los principios democráticos escalando a niveles de intolerancia propio de los regímenes más autoritarios.
No soy muy versado en el Derecho Positivo pero desde una simple mirada como ciudadano esto resulta intolerable y es una apología al magnicidio.
Es claro que es algo que no aporta nada serio al debate y descalifica tanto a sus autores como a quienes lo aprueban.
Colgar muñecos del Presidente y la Vice ahorcados no sólo genera repudio sino que desnuda una total falta de argumentación para sostener las posiciones que pretenden defenderse y además muestra una intencionalidad de herir la institucionalidad.
Si alguien entiende que está manifestando un desacuerdo político, la sociedad debe hacerle entender que no se hace así y que cruzó límites que en democracia deben respetarse.
Este no es el camino para la construcción de nada sano.
Es necesario que más allá del camino penal, todas las organizaciones democráticas repudien de manera profunda este acto.
No se puede estar a favor de la apología al magnicidio.
*Secretario General de la Unión de Trabajadores de Estados Municipales (UTEM-CTA). Secretario Gremial de la CTA Autónoma Regional Villa María