Rodolfo Aguiar: “ATE debe fortalecer el federalismo y volver a dar voz a todos los trabajadores del país”

El actual secretario adjunto de ATE Nacional buscará el próximo 9 de agosto consagrarse como el nuevo líder del sindicato estatal, en elecciones generales de las que podrán participar más de 340 mil afiliados en todo el país.

Patagónico y rionegrino. Rodolfo Aguiar nació mayo de 1971 en Ingeniero Huergo, un municipio del departamento de General Roca, en la provincia de Río Negro. Con pasado laboral en la actividad privada para la firma Coca-Cola, comenzó a trabajar en el Estado en 1999 con su incorporación Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (INSSJP), el PAMI.

Poco tiempo después inició su carrera sindical. Fue por decisión de sus compañeros de trabajo quienes lo propusieron delegado de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTAA). Luego resultó electo por el voto de los afiliados. Tenía 29 años.

«Mi mamá siempre estuvo muy involucrada en el sindicato docente de Río Negro, y creo que empecé de alguna manera a mamar eso. Pero mi relación con el sindicalismo nace después de trabajar en la actividad privada, donde entiendo uno aprende cuestiones que te dan un plus al llegar a la actividad pública. Y todo ese aprendizaje me sirvió cuando entré al PAMI, porque rápidamente por alguna condición me proponen ser delegado. Fui electo y llevé adelante mi primera gran lucha gremial», rememora en una entrevista exclusiva con Mundo Gremial.

Desde General Roca, «Rodo» comenzó a construir una historia de lucha y reivindicaciones que lo llevaron a convertirse en un referente gremial de la provincia de Río Negro, y más adelante a nivel país, siendo en la actualidad uno de los candidatos a secretario general del Consejo Directivo Nacional de ATE, referenciado en la lucha de los trabajadores de la Patagonia Rebelde e iluminado por los sueños y legado de Germán Abdala.

El “proceso de lucha” en Río Negro

Aguiar fue elegido secretario general del Consejo Directivo Provincial de ATE Río Negro en noviembre de 2011, en representación de la lista Agrupación Nacional Unidad y Solidaridad de ATE (ANUSATE). Lideró el gremio provincial hasta 2019, cuando pasó a la estructura nacional de la organización.

Durante su gestión provincial llevó adelante -según sus palabras- un «proceso de lucha» que se llevó la atención de la dirigencia nacional y «que de alguna manera por eso hoy estamos acá, a cargo de la conducción adjunta de ATE Nación y de cara a una elección nacional».

ATE Río Negro fue protagonista de distintos planes de acción en defensa de los estatales provinciales y municipales, y recursos naturales de los rionegrinos. Con Aguiar a la cabeza, el gremio lideró acciones con fuerte impacto que incluyeron ocupaciones de edificios públicos, ministerios y cortes de ruta, en algún caso durante más de 70 días. El accionar no quedó exento de criminalización y judicialización de la protesta. “Me llevaron detenido tres veces”, recordó el dirigente, que a lo largo de su carrera gremial fue acusado en 55 causas y en ninguna de ella pudo ser imputado por la comisión de delitos. Más adelante fue sobreseído en todas las denuncias.

Durante su mandato al frente ATE Río Negro, el gremio pasó de 3054 a 11.055 afiliados y de dos a nueve seccionales. En 2017 se incorporó al directorio del Instituto Provincial de la Administración Pública (IPAP), en 2018 al Consejo la Función Pública -tras la modificación de la Ley 3487- y en 2019 al Consejo de Administración de la obra social IPROSS.

En 2019 la Legislatura de la Provincia aprobó la Ley 5354 que pasó a la planta permanente del Estado a todos los trabajadores públicos ingresados hasta el 28 de febrero de aquel año. Fueron beneficiados 2863 agentes.

Aguiar, candidato nacional de la ANUSATE

La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) renovará autoridades el próximo 9 de agosto en elecciones a realizarse todo el país, con más de 343 mil afiliados en condiciones de votar en las 3.503 habilitadas en las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Los estatales elegirán cuerpos directivos de las 165 seccionales, 81 centros de jubilados y la conducción nacional del gremio. En total son 9.169 cargos en disputa con la participación de 491 listas habilitadas.

En la contienda nacional, serán tres las listas que buscarán el máximo cargo del sindicato estatal. La lista Verde que postula a Aguiar, la Verde y Blanca que propone como secretario general a Carlos Quintriqueo y la lista Multicolor que llevá como candidato principal a Alejandro Lipcovich.

Aguiar representará a la histórica ANUSATE, surgida en 1984 por decisión entre otros de Víctor De Gennaro y Germán Abdala para «recuperar el sindicato de las garras de la última dictadura militar».

El sector oficialista encabezado por el rionegrino afrontó un proceso de debate y discusión que finalmente derivó en una lista de unidad para buscar al sucesor de Hugo «Cachorro» Godoy. “Dimos un debate durante muchos meses y me parece que lo que primó fue la responsabilidad y la sensatez. Tuvo mucho que ver también el momento político que atraviesa el país que de alguna manera aumenta la necesidad de que tenemos que estar unidos plantear la unidad no sólo de todo el movimiento obrero sino fundamentalmente en nuestro sindicato”, explicó Aguiar.

“En el debate planteamos claramente la necesidad de ponerle nombre y apellido a esos miles y miles de esfuerzos anónimos que se realizan cotidianamente en el país. No olvidarnos que nosotros estamos acá ocupando este lugar pero porque hoy hay en La Rinconada o en La Quiaca un delegado, un dirigente que está peleando con un intendente. O lo mismo ocurre en este momento en Tierra del Fuego. Entonces nos parece que lo primero era eso, volver a recuperar un fuerte concepto de federalismo en donde conozcamos las 185 seccionales que tiene el sindicato en el país. Volver a darle voz a las trabajadoras y los trabajadores. Tenemos la sensación que los dirigentes le hemos venido arrebatando la voz a los trabajadores y tenemos que devolvérsela. Tenemos que dar voz a aquellos que no la han tenido y escucharlos y transformar esas palabras de esos miles en el mandato para poder transitar el presente. Planteamos que tienen que tener protagonismo en las provincias, tener un fuerte protagonismo en la etapa que viene en la conducción del sindicato”, agregó.

Los desafíos de ATE Nacional

El ganador de la contienda nacional del 9 de agosto conducirá los destinos del gremio hasta 2027. Para Aguiar, la nueva conducción deberá recostarse en una «construcción colectiva» para dar respuestas a las demandas de los estatales.

«No son tiempos para liderazgos individuales, no son tiempos para iluminados o iluminadas, son tiempos de construcciones colectivas», señaló «Rodo», y añadió: «Venimos de años con un proceso inflacionario que ha destruido el poder de compra, que ha fulminado los ingresos de todos los trabajadores jubilados, pero no esta representación específica de los estatales. Hoy el 60% de los trabajadores estatales son pobres en el país. Es decir que no estaría mal decir que somos un sindicato que representa en este momento a trabajadoras y trabajadores pobres. Nos parece que ahí hay una primera línea de luz de trabajo pero que no va a alcanzar con el diálogo».

Entre los principales desafíos para los próximo años, el dirigente ubicó la recuperación salarial. «Será uno de los ejes de gestión, pero para eso nosotros vamos a tener que llevar adelante un trabajo de concientización muy grande en las trabajadoras y en los trabajadores. Porque hemos venido perdiendo conciencia acerca de cuál es el verdadero valor de nuestra fuerza de trabajo y nos estamos dejando explotar por menos dinero del que dice la ley que está vigente en este país. Retribución justa en la Constitución Nacional, un derecho constitucional. La ley define ese concepto de retribución justa y dice que el salario debe alcanzar la vivienda digna, alimentación adecuada, vestimenta, salud, previsión social, educación, esparcimiento, ahorro, vacaciones que alguien diga en esta Argentina de hoy si el sueldo le alcanza para todo eso. Evidentemente en este país en este momento tenemos que elegir qué hacer con nuestro sueldo porque para todo no alcanza. Entonces lo primero es recuperar conciencia y lo segundo, yo también tengo la sensación de que bueno muchos no reconocen a la huelga, a ese instituto de la huelga como una de las principales conquistas que ha tenido el movimiento obrero. Me parece a mí que, por supuesto, que va a ser necesaria mucha lucha también para poder recuperar salarios en el Estado», se explayó.

El segundo punto será «superar el fraude laboral del menemismo, que bajo distintas figuras contractuales se precariza el empleo todos los días. En intendencias, en provincias y por supuesto en numerosos organismos del Estado Nacional», puntualizó Aguiar.

«Hay becas, subsidios, monotributos, planes de primer empleo, todas figuras ilegales. Nosotros podríamos decir hoy que desde el presidente, pasando por los gobernadores y los intendentes cometen delitos todos los días, qué es vulnerar una ley vigente en el país, cometer un delito, se cometen delitos diariamente. Hemos ido de alguna manera naturalizando cuando los delitos lo cometen aquellos que tienen representación pública», recalcó.

Por último, Aguiar llamó a generar conciencia y trabajar en la «disputa de sentido» sobre el rol del Estado y los trabajadores de la administración pública «porque cuando algunos sectores políticos de derecha o los grandes grupos económicos quieren ajustar, quieren recortar sobre el Estado, apelan al desprestigio o a estigmatizar previamente a los trabajadores estatales».

«Ya estamos escuchando sus discursos sobre tres cuestiones. Que somos muchos, que sobramos en el Estado, que no estamos calificados y que por lo tanto el único lugar que podríamos trabajar en el Estado porque no podríamos jamás trabajar en el mundo de la actividad privada, y el tercero, que somos caros. Hay que decir al primero que en este país menos del 20% del total de las personas ocupadas presta servicios en el Estado. Es decir, menos de cada 2 de 10 personas trabajan en el Estado, el resto lo hacen en el sector privado. Lo segundo, si hay un rasgo distintivo en el Estado argentino es el alto nivel educativo de sus trabajadores. El 51% de quienes cumplen funciones en el Estado tienen título terciario o título universitario. Por supuesto que otras formaciones también, pero además el 48% de ese 51% cumple con tareas que son relativas a esa competencia», resaltó.

Y agregó: «Y lo último para derribar esemito de que somos caros, si uno analiza el gasto o la partida de gasto corriente primario en el Estado se encuentra que somos el cuarto, para nosotros inversión, para ellos gasto, el gasto en personal. Primero están jubilaciones y pensiones, luego están prestaciones sociales, subsidios económicos y recién el gasto en personal. ¿Qué quiero decir? Tenemos que prepararnos. Tengo la sensación de que no estamos dando como deberíamos dar ese debate y me parece que las elecciones del 9 de agosto van a ser una primera oportunidad para que empiece a cobrar fuerza este debate porque si algo, yo digo es un mandato desde 1925, esos viejos que nos daban vida, que nos fundaban como sindicato, en ese primer acta ya escribieron que no sólo había que defender el salario, las condiciones de empleo, sino que lo que había que hacer era también discutir el Estado. ¿Cómo no vamos a discutir el rol del Estado, aquellos cuyo funcionamiento garantizamos? ¿Cómo no vamos a discutir el Estado a aquellos que le dan vida con sus propias vidas? Es decir, al Estado le damos vida a los estatales dejando nuestras vidas. Y de las características, de cómo esté moldeado ese Estado dependerá de que exista o no la posibilidad de que haya un pueblo feliz o también puede ser un estado muchos hablan de un Estado eficiente. Ahora nosotros queremos un Estado que sea eficiente para garantizarle derechos y prestaciones suficientes en cantidad y calidad a las franjas sociales más vulnerables de nuestro pueblo. Otros quieren un Estado eficiente para garantizar sólo los negocios o negociados de los grandes grupos empresarios. Se viene una etapa de derribar mitos”.

«El otro mito es que cada vez que pedimos un aumento de sueldo los trabajadores, los jubilados, generamos inflación. Para desmontar ese verdadero aparato de la mentira hay que decir, nada más que recurrir a los datos oficiales: en el 2016 el salario promedio en dólares en la Argentina era el más alto de toda Latinoamérica. A partir del 2017 el salario comienza a caer y cae 20 puntos, en el 2016 inflación del 24%. En el 2017 empieza a caer el salario más de 20 puntos y sin embargo la inflación se duplica, más de 50 puntos. Y el año pasado, de vuelta hay una caída real del salario y la inflación superó los 100 puntos, ¿qué quiere decir? Que la plata no genera inflación cuando está en el bolsillo de los trabajadores, la plata genera inflación cuando está en el bolsillo de los patrones, de esos empresarios que nos remarcan los precios en las góndolas, en los supermercados todos los días y no nos dejan vivir dignamente», cerró.

Fuente: www.mundogremial.com