Sabor a nada

Por Juan Carlos Giuliani*

El Gobernador Gerardo Morales y la cúpula de Juntos por el Cambio -varios de ellos responsables de los 38 asesinatos perpetrados en diciembre de 2001 durante el Estado de Sitio y la consecuente caída del Gobierno de la Alianza- se blindan en bloque para defender la feroz represión al pueblo jujeño, mientras que el Gobierno del Frente de Todos se conforma con responder tamaña tropelía por medio de mensajes de twitter.
Frente a la inoperancia del Gobierno Nacional, los cruzados de la revancha oligárquica se envalentonan en nombre del “Republicanismo” y otras yerbas por el estilo violando los derechos humanos, la Constitución Nacional y los tratados internacionales, convenientemente arropados por los tanques mediáticos que justifican la cacería humana.
Si la pelea contra esa derecha vendepatria se va a dar vía twitter y con comunicados, la contienda está perdida de antemano. Se arranca con desventaja y corriendo detrás de los acontecimientos que provocan los partidarios de entregar los recursos naturales a las empresas multinacionales: Litio, agua, petróleo y, si hace falta, territorio.
Canjear Soberanía por negocios. De eso se trata la estrategia diseñada desde el Imperio y explicitada sin pelos en la lengua por la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson.
Nada nuevo bajo el sol. Hoy, como ayer, la contradicción principal sigue siendo la misma: Imperialismo o Nación; Pueblo u Oligarquía; Liberación o Dependencia; Patria o Colonia.
La masiva movilización de docentes jujeños reclamando por salarios dignos y de las comunidades originarias contra la Reforma Constitucional aprobada entre gallos y medianoche por Juntos por el Cambio y el PJ, marcan el rumbo de la desobediencia civil y la rebelión popular para enfrentar este “Estado de Excepción” que desconoce olímpicamente las normas que rigen un Estado de Derecho.
El resto, la militancia de dirigentes y activistas “progres” desgarrándose las vestiduras por las redes sociales, tiene sabor a nada. Perón llamaba a los tibios “bosta de paloma”: No hieden ni trascienden. No soportaba a los que no eran “ni fu ni fa”.
Algunos podrán decir que algo es algo ante el silencio atronador de las fuerzas alineadas en el “Campo Nacional y Popular” de la provincia para denunciar la avanzada de la criminalización de la protesta social pergeñada por el Gobierno de Juan Schiaretti y ejecutada por la Justicia adicta al “Cordobesismo”.
Por eso no sorprende que los candidatos de las dos principales coaliciones electorales que competirán en los comicios de este domingo en Córdoba, Martín Llaryora y Luis Juez, se hayan manifestado de acuerdo con el artículo de la reformada Constitución de la Provincia de Jujuy que limita hasta la anorexia la protesta popular. En este caso, como en tantos otros, la ‘grieta’ no existe. Son gerentes de los mismos patrones.
Como bien afirma el amigo y compañero César Theaux: “Lo de Jujuy es la expresión acabada del terror; pero les cuento que se empieza como en Córdoba, Mendoza y otras provincias. Primero restrinjo la protesta, después criminalizo a los que luchan, luego los encarcelo, y por último: Jujuy. Lamentable que los organismos de Derechos Humanos de Córdoba hagan silencio”.
Al que le quepa el sayo, que se lo ponga.
*Periodista. Congresal Nacional de la CTA Autónoma en representación de la provincia de Córdoba