Julia Giuliani, Secretaria de Prensa y Comunicación de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTA) Córdoba, invitó a los militantes por la Memoria, la Verdad y la Justicia a apropiarse del espacio que genera el sindicato “en este camino que está desarrollando el gremio por recuperar la memoria histórica”.
El lunes pasado se realizó la presentación del libro “Nosotras en libertad”, obra coral que relata con testimonios en primera persona lo sufrido por presas políticas víctimas de la dictadura cívico-militar.
El texto está publicado bajo la modalidad libro-web y se puede leer ingresando acá.
Se trata de un aporte fundamental para conocer lo sucedido en las mazmorras dictatoriales en el marco de la represión que implementó el proceso genocida a lo largo y ancho del país.
En la oportunidad, la Secretaria de Prensa de ATE Córdoba, Julia Giuliani, agradeció a las autoras presentes, recordó lo sufrido por su padre -Juan Carlos ‘Pipón’ Giuliani- que fue preso político casi ocho años y a su madre, que peregrinó por muchas cárceles del país junto a su hijo Federico para que mantenga el vínculo con su padre.
De más está decir que Federico es el actual titular de la Secretaria General de ATE y la CTA Autónoma Córdoba.
Julia Giuliani, cargada de emoción por el acto, invitó a los militantes por la Memoria, la Verdad y la Justicia a apropiarse del espacio que genera ATE “en este camino que está desarrollando el gremio por recuperar la memoria histórica”.
Entre las autoras presentes estuvieron Norma San Nicolás, Letizia Raggiotti y Graciela Galarraga.
Asimismo, acompañaron la actividad, que puede verse en su totalidad aquí, el Secretario de Formación y Director del DDHH del Consejo Directivo Provincial de ATE, César Theaux; la Directora del Departamento de Géneros y Diversidades, Gabriela Alcoba; el Secretario General de la CTA Autónoma Córdoba Capital, Diego Guerra; y el médico, activista y militante por los DDHH y la Salud Mental, Martín Cagnani.
En el prólogo del libro se anticipa que la obra “nos desafía a bucear en un universo que, como el mar, resuena en una historia colectiva susurrando en cada una de las gotas que lo componen. Podemos hallar la claridad del camino para elegir quiénes queremos ser, para encontrar la fuerza que nos falta, para entender los pasos andados. Recordar que la lucha no es individual y que nuestras esperanzas no están solas y desprendidas, son una consecuencia permanente”.
“Aquí encontramos un manifiesto en el que quienes leemos podemos ser otras siendo las mismas. En las palabras de cada una de estas mujeres reconocemos la certeza de que podemos seguir manteniendo nuestra esencia pese al intento de torcer la voluntad”.
“Reconocemos la diversidad en itinerarios que ellas fueron recreando luego de las rejas de Villa Devoto. Esa diversidad en los sentires y el lenguaje -nosotras, nosotres, nosotrxs, nosotr@s, nosotros-, en las representaciones simbólicas y los recuerdos, en los nuevos frentes de debate y de decisión. Siempre atentas, con miradas críticas en las que se fueron repensando, redescubriendo para seguir multiplicando los sueños y las certezas”.
En el final del texto puede leerse:
1200 presas políticas vivimos años de nuestra juventud en la cárcel de Villa Devoto.
Nos decían “de acá salen locas o muertas”.
“Cuando estén afuera no van a servir para nada”.
Salimos. Sobrevivimos.
Habitamos en países distintos y en distintos lugares de nuestro país.
Sentimos la responsabilidad del después.
Somos la memoria de todas.
Por eso, escribimos lo que pasó en la cárcel,
declaramos en los juicios
y militamos por lo que creemos.
Hicimos vida, mucha vida.
Y de eso hemos hablado en este libro
porque no estamos ni muertas ni locas.