Seminario: ‘El Estado y la Democratización de las Relaciones Laborales’

En la tarde del primer día del Seminario ‘El Estado que necesitamos para superar las pandemias’, que comenzó en la mañana del martes y continuó miércoles y jueves en el Anfiteatro Eva Perón de la sede de ATE Nacional, se llevó a cabo el panel ‘El Estado y la democratización de las relaciones laborales’, del que participaron como expositores Ana Castellani (Secretaria de Gestión y Empleo Público, Doctora en Ciencias Sociales de la UBA, e Investigadora del CONICET), Javier Noguera (Intendente de Tafí Viejo, Vicepresidente de la Federación Argentina de Municipios), Claudia Bernazza (Diputada Nacional del Frente de Todos), Hugo Blasco (Secretario General de la Federación Judicial Argentina) y el compañero Rodolfo Aguiar (Secretario Adjunto de ATE Nacional y Secretario General de la CTA Autónoma en Río Negro). La actividad fue moderada por lxs compañerxs Flavio Vergara (Director del Departamento de Convenios Colectivos de Trabajo de ATE Nacional) y Vanina Rodríguez (Secretaria Adjunta de ATE Provincia de Buenos Aires).

Al comenzar la actividad, la Secretaria de Gestión y Empleo Público, Ana Castellani, agradeció la invitación a participar del seminario y manifestó: “¿Cómo no aceptar la invitación de ATE a dialogar sobre el empleo público, sobre su relevancia en la construcción de las capacidades estatales, sobre la necesidad de la democratización y la confianza plena que nosotros tenemos en la herramienta de la negociación paritaria como un mecanismo efectivo para elevar la calidad del empleo público, que es lo que en definitiva nos va a permitir tener un Estado mejor para un país mejor?”.

La funcionaria además habló de los argumentos que marcan la relevancia del empleo público: “En primer lugar, hay una idea, una especie de pensamiento mágico, que cree que los políticos o los funcionarios que en determinado momento ocupan cargos en el Ejecutivo, toman una decisión, la que sea, y que entre esa decisión y la concreción de la misma no pasa nada. Es decir, se cree que tras la proyección de un programa, por ejemplo, para la asistencia a la producción al trabajo, después viene una varita mágica que lo lleva a cabo. Entonces, en un primer sentido clave y fundamental, el empleo público es relevante porque sin los trabajadores y las trabajadoras no se pueden efectivizar las decisiones de política pública. No hay política pública posible si no hay trabajadores y trabajadoras atrás que las materialicen”.

“La segunda cuestión es de orden político elemental: Es la acción estatal la que permite legitimar la acción de gobierno. ¿De qué sirve que un presidente o una presidenta y su gabinete hablen y digan todo lo que van a hacer si después, cuando las personas de carne y hueso van a una ventanilla del Estado no logran resolver lo que necesitan resolver? La tarea del personal que atiende a la ciudadanía es fundamental; los trabajadores y las trabajadoras del Estado que están en contacto directo con la ciudadanía son la cara visible del Estado, y son quienes van a permitir que las decisiones políticas tomadas cambien sus vidas. ¿Cómo no pensar que los trabajadores y las trabajadoras del sector público son clave en un proyecto político?”, dijo Castellani, que agregó: “Por otro lado, sabemos que el Estado es muy importante porque cumple un rol crucial en el empleo general: Es el principal empleador de la economía”.

“Las empleadas y los empleados públicos están más allá de los gobiernos que vengan. Son quienes actúan como la reserva de conocimiento estatal. Su rol es fundamental. Nosotros no podríamos hacer nada si no tuviéramos equipos abajo. No hay forma de que ninguna de nuestras decisiones tome tracción sin esos equipos. ¿Son conscientes ustedes de ese poder enrome que hay en el empleo público a la hora de construir un Estado mejor que haga realmente factibles las decisiones de políticas públicas que se toman?”, preguntó Castellani.

“Si nosotros pensamos el marco regulatorio en la Administración Pública Nacional, de los más de 180 mil trabajadores y trabajadoras hay alrededor de 120 mil que están bajo la Ley Marco de Empleo Público, y otros 70 mil bajo la Ley de Contrato de Trabajo. Un poco más de la mitad de los y las que están bajo la Ley Marco de Empleo Público están concursados, la otra mitad no. Casi 55 mil personas están designadas de manera transitoria. Cuando hicimos el relevamiento, nos encontramos con que 28 mil personas estaban designadas de manera transitoria hace más de cinco años. Este año iniciamos el proceso de concurso de más de 8.300 cargos que hace más de diez años que estaban ocupados de manera transitoria. O sea que hasta ahora sistemáticamente el Estado como empleador está incumpliendo la Ley”, aportó la Secretaria de Gestión y Empleo Público.

“Si no hay una participación común en todos los sectores del Estado, nunca vamos a lograr criterios comunes. ¿Por qué alguien que trabaja en un organismo que no está dentro del Convenio 214, pero que hace la misma tarea que alguien que trabaja en un organismo que está adentro, tendría que tener condiciones laborales tan disímiles? Necesitamos trabajar con un criterio integral, de mirada completa. Ese es nuestro principio para poder, en el diálogo permanente con las representaciones gremiales, reconstruir todo lo posible al Estado y que la discrecionalidad no quede bajo la decisión de un funcionario. Necesitamos un Estado mejor si queremos un país mejor, y el Estado es un conjunto de organizaciones que tienen en su seno a miles de trabajadores y trabajadoras que le dan vida y que con su trabajo ponen en valor la función pública”, cerró Castellani.

El siguiente orador fue el Intendente de Tafí Viejo, Javier Noguera, que dijo: “Quiero destacar la tarea de ATE. No es habitual en el sindicalismo argentino que se generen espacios de reflexión, que son tan útiles y valiosos en la política, que como yo siempre digo está hecha de acción, pero también de reflexión”. El Intendente luego agregó: “Estamos viviendo una situación crítica del capitalismo y, en ese sentido, creo que toma un rol decisivo y protagónico el Estado. Mucho más en regiones como la nuestra, en donde al Estado en su rol paternalista se le exige de todo, también el empleo”.

Noguera entonces dio un ejemplo de intervención estatal en la economía del municipio de Tafí Viejo: “Se trata de un hotel emblemático que comenzó a construirse en la década del ’40, durante el primer peronismo. El edificio iba a ser un hospital para el paludismo, pero esa aventura quedó abandonada, y desde aquel momento los distintos intendentes de la ciudad y los gobernadores de la provincia propusieron transformarlo en un destino turístico, a la espera de un mesías que llegara a invertir para generar la posibilidad de que eso ocurra. Pasaron 70 años y eso nunca pasó. Si nosotros nos quedamos a esperar la post pandemia, les puedo asegurar que podemos esperar otros 70 años sin que eso ocurra. Hace casi cuatro años entonces pusimos en marcha desde el Estado Municipal este emprendimiento que es la Hostería Atahualpa Yupanqui, en una ciudad ferroviaria preciosa para visitar, y con una biodiversidad extraordinaria, pero que hasta ahora no tenía una infraestructura turística hotelera”.

“Otra cuestión que ha sido, en términos generales, abandonada por los Estados tanto municipales como provinciales, es la medioambiental. Hoy está básicamente tercerizada, no solamente en la recolección de los residuos, sino también en la disposición final. En este tema nosotros también hemos tomado al toro por las astas y hemos estatizado toda la actividad. Además hemos construido una planta, el CIAT, que hace cuatro años y medio inició sus actividades con 40 trabajadores y ahora cuenta con 210. Allí se hace actividad de reciclado de 44 tipos de materiales secos que se compactan y comercializan, pero que también se están utilizando para la generación de otros materiales, como ladrillos que usan los polímeros de escaso valor o ladrillos de cenizas de ingenio. Son tareas que claramente no estaban confinadas al Estado, pero los residuos son un recurso del Estado Municipal, y los estamos usando para generar trabajo e insumos para mejorar las viviendas precarias de la ciudad”, agregó Noguera.

“Por último, quería mencionar otro de los diversos emprendimientos municipales que estamos llevando adelante, el más importante por su envergadura: El mercado municipal. Por distintas razones de la geografía urbana de nuestro país han ido desapareciendo los mercados de cercanía. No vamos a generar allí, y desde la municipalidad, menos de 300 empleos directos. Es decir, creo que el Estado tiene que ser desafiante, imaginativo y creativo con respecto a las soluciones para salir de esta crisis. El empleo no va a llegar a mi ciudad mágicamente, y el capital no va a llegar si no es que el Estado se pone al frente para dinamizar sectores de la economía largamente postergados que requieren de una intervención más concreta y efectiva”, opinó el Vicepresidente de la Federación Argentina de Municipios.

Fue el turno entonces de la Diputada Claudia Bernazza, quien aseguró: “El Estado como arquitectura material, la Administración Pública y sus trabajadores y trabajadoras son el gran tema ausente en la agenda popular. Se discuten el plan de vacunación, el plan ambiental, el plan industrial, los ATP, la Seguridad Social, pero están invisibilizados el aparato institucional y las personas de carne y hueso que hacen posible todo lo demás. Este es un problema para las fuerzas populares, porque en las agendas liberales y del ajuste estructural no es un tema ausente. Por eso ellos, cada vez que arremeten o se hacen del Gobierno hablan del ajuste y las reformas del Estado, y nos encuentran a nosotros desprovistos de una narrativa sobre el tema. Quizás porque tenemos todavía muchos derechos por los cuales luchar. Hay razones por las cuales esto no está presente en las agendas, pero aquí estamos, desde ATE, desde las áreas de gestión pública, desde muchas cátedras y espacios militantes tratando de instalar el tema”.

“Desnaturalicemos este asunto de que el Estado es este gran organizador social que está allí para disciplinarnos, para regular nuestras vidas y, en todo caso, para garantizar derechos. Hay muchísimas tareas que realiza el Estado local que tienen que formar parte de nuestras vidas y de nuestros conceptos de Estado como algo absolutamente natural: Un Estado empresario con prestación de servicios y bienes más allá de lo previsto por el liberalismo clásico, como por el neoliberalismo a lo largo del Siglo XX. Acá no pasó en vano el peronismo, ¿o nos han colonizado tanto las lecturas que nos hemos olvidado que el nuestro es un Estado creador? Vamos por la creación heroica, no nos conformemos con los libros que se escriben en la Europa continental o en el mundo anglosajón. Celebro los espacios que hablan sobre el Estado como este, para que empecemos a leer a los nuestros, a escucharnos entre nosotros acerca del Estado que queremos”, agregó Bernazza.

La Diputada luego comentó: “Estoy presentando un proyecto de Ley de Formación Pública. Tenemos una batalla que dar en relación al sentido de lo público. A veces incluso tenemos que dar esa batalla hacia el interior de los compañeros y las compañeras estatales. El Estado es una organización de la propia sociedad, indisoluble de la misma, pero al mismo tiempo es la organización de esa sociedad en la historia. Por lo tanto, el Estado no es siempre el mismo. Los pueblos no le asignan siempre el mismo rol. Por supuesto que hay momentos en los que está muy cooptado por sus élites: Para que les cuide el capital o la propiedad privada, o para que garantice la concentración de sus riquezas. Y las fuerzas populares van a ir en busca de las democracias para que le permitan hacerse del poder de gobierno de los Estados para, desde allí, poder asignarles roles en busca de la igualdad, la justicia social y la ampliación de derechos. El Estado es una organización social, la más importante que tenemos, la más compleja, y siempre en disputa”.

El Secretario General de la Federación Judicial Argentina, Hugo Blasco, fue el siguiente en tomar la palabra, y manifestó: “El Poder Judicial es un mundo muy particular, y es como se lo ve desde afuera: Es un lugar bastante oscuro, inaccesible para la mayoría de los ciudadanos y las ciudadanas de a pie. Desde la Federación Judicial somos bastante críticos del sistema judicial argentino, conformado por las justicias provinciales, la justicia nacional y federal. Es el sector más conservador del Estado, no solamente en la Argentina. Eso está muy relacionado con la función, con el rol del Poder Judicial, porque se supone que tiene que darle a cada cual lo suyo, y la cuestión reside en cuál es el criterio que se usa. En ese sentido, nosotros vemos que se trata de un Poder profundamente conservador, verticalista, jerárquico, elitista, y profundamente antidemocrático además de paternalista y machista. Todos conocemos alguna jueza o algún juez que por ahí rompe esta norma, pero les puedo garantizar que son una ínfima minoría”.

Blasco además dijo: “¿Cuál debería entonces ser el objetivo común del pueblo en su conjunto, o de las organizaciones sociales, sindicales y otras que lo conforman? Tenemos que impulsar fuertemente un cambio profundo en el sistema judicial. Y en esto hay que ser muy cuidadosos: Porque se habla mucho de reforma judicial, y es lo que nosotros impulsamos no solo desde ahora, sino desde siempre, pero la reforma judicial no pasa necesariamente por si en lugar de diez, pase a haber veinte juzgados, o si en logar de veinte fiscalías, haya cuarenta. El tema en realidad está en cuál es el producto que se elabora ahí adentro, por decirlo de alguna manera. ¿Cuál es la calidad de la sentencia? ¿Cuál es la calidad de los actos jurídicos que esos jueces, juezas y fiscales son capaces de producir todos los días? No podemos mirar para otro lado, depende de nosotros como sociedad, como pueblo, que seamos capaces de darle contenido y sentido a la reforma que pretendemos llevar adelante sobre el sistema judicial”.

Para cerrar el panel, el Secretario Adjunto de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, señaló: “En primer lugar quiero referir al consenso, eje convocante de este plenario, que supone que entre todas y todos hemos llegado a una coincidencia implícita, independientemente de los roles y las responsabilidades que tenemos que asumir, sobre el Estado que necesitamos las argentinas y los argentinos para superar la pandemia. Esa coincidencia es en relación al escenario político, económico y social que tenemos actualmente. Estamos atravesando una crisis profunda y hay que adjudicársela a responsabilidades políticas por un lado, fundamentalmente de la gestión anterior, y por el otro a los inconvenientes que tuvo el nuevo Gobierno para poder cumplir de manera inmediata con ese mandato emanado de las urnas, por el endeudamiento y por la emergencia sanitaria”.

“Hoy tenemos una Argentina todavía tremendamente injusta y que nos duele: Desigual, con un 45 por ciento de pobreza, con más de un 10 por ciento de indigencia, con el 50 por ciento de quienes trabajan en la informalidad, con altos niveles de desocupación y desempleo, con numerosas pequeñas y medianas empresas que tuvieron que bajar sus persianas, y con las economías regionales devastadas por los efectos recesivos del Covid-19, por las políticas neoliberales de destrucción y de intento de privatización del aparato estatal que se aplicaron en el período 2015-2019, y por el nivel de endeudamiento que tenemos que seguir denunciando como delictivo con una coautoría entre quienes gestionaban al Estado Nacional hace dos años y las autoridades del Fondo Monetario Internacional, que otorgó un préstamo a la Argentina en violación de sus propios reglamentos y estatutos. Es de tal magnitud el préstamo otorgado que es lo mismo que le pretende destinar el FMI al mundo entero para cubrir los gastos que se derivan del Covid-19”, agregó Aguiar.

El Secretario Adjunto de ATE Nacional luego se preguntó: “¿Pueden existir relaciones laborales completamente democráticas en un Estado con trabajadoras y trabajadores con un deterioro grave en su nivel de ingresos? El primer interrogante son los salarios: Del Estado Nacional, de las provincias, y de los municipios. ¿Puede concebirse un vínculo laboral realmente democrático en un Estado provincial con salarios por debajo de la línea de pobreza o en un Estado Municipal con salarios por debajo de la línea de indigencia? Aquí tenemos un primer desafío: Recuperar la consciencia de cuál debe ser el salario mínimo. Porque hoy en la Argentina ninguna trabajadora ni ningún trabajador piensa en cuál es el salario mínimo. Nadie está pensando por cuánto debemos vender nuestra fuerza de trabajo para que alcance a cubrir todo aquello que dicen la Ley de Contrato de Trabajo y la propia Constitución Nacional que debe estar cubierto: Alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión. Se ha borrado de nuestra consciencia colectiva el valor de la fuerza de trabajo y eso hace que aceptemos pasivamente que el salario mínimo pueda ser un tercio de lo que las leyes en la actualidad vigentes en nuestro país dicen que tiene que ser. El salario mínimo, vital y móvil tiene que ser un piso garantizado de dignidad para todas las trabajadoras y todos los trabajadores”.

Fuente: www.ate.org.ar