Victoria clasista en Perkins

Por Diego Salerno

El triunfo de la Lista Marrón en Perkins marcó un nuevo hito en el proceso de radicalización obrera posterior al Cordobazo. Al desplazar a la burocracia sindical del SITRAP, dio inicio a un profundo proceso de democracia y lucha gremial y política.

El 2 de febrero de 1973, la Lista Marrón triunfaba en las elecciones del Sindicato de Trabajadores de Perkins (SITRAP), logrando así relegar a la burocracia sindical liderada por Francisco Angulo y extendiendo la influencia del sindicalismo clasista en Córdoba en el mismo momento en que se iniciaba el tercer gobierno peronista.

Perkins era una empresa de capitales nacionales e ingleses dedicada a la producción de motores diésel livianos, que había comenzado su actividad en Córdoba en 1961 y ocupaba unos 1000 trabajadores.

La recuperación del SITRAP se originó a partir de la iniciativa de un grupo de activistas liderados por referentes como Juan Villa, Américo Aspitia y Miguel Ángel Agüera: los “Obreros Combativos de Perkins”. Con los ejemplos de SITRAC-SITRAM y el SMATA Córdoba, a partir de 1972 fueron conquistando la mayoría del cuerpo de delegados, la comisión interna de reclamos y la representación paritaria para la negociación del convenio.

En febrero de 1973, cuando se convocaron las elecciones de Comisión Directiva, dieron forma entonces al “Movimiento de Recuperación Sindical de Perkins” y la Lista Marrón. Con sus candidatos elegidos en asamblea, esta obtuvo una resonante victoria, desalojando por primera vez de la conducción sindical a la lista oficialista del peronismo ortodoxo.

En los tres años siguientes, el SITRAP desarrolló un modelo de democracia obrera basado en la activa participación de las bases. Las reivindicaciones sobre condiciones laborales (categorías, insalubridad, atención médica, alimentación y control de la producción) ocuparon un lugar prioritario. Al mismo tiempo, fueron fuertemente críticos del Pacto Social, la reforma de la Ley de Asociaciones Profesionales y el incremento de las políticas represivas estatales y paraestatales que los tuvieron como uno de sus blancos.

Por otra parte, se destacó su rol en la política sindical de Córdoba, participando en la CGT Regional junto con los sectores combativos de los gremios Independientes, Legalistas y Clasistas y de los ciclos de lucha obrera impulsados por el Movimiento Sindical Combativo (MSC) y la Mesa de Gremios en Lucha.

En medio de un clima político signado por un creciente terrorismo de Estado la Lista Marrón obtuvo una contundente reelección en 1975, manteniéndose al frente del SITRAP hasta el mismo momento del golpe de 1976. La represión dictatorial puso fin al proceso de movilización y combatividad de los trabajadores de Perkins, pero no logró suprimir la memoria de una de las experiencias clasistas más destacadas de la Córdoba setentista.

Fuente: www.historiaobrera.com.ar