UTEM-CTA rechaza el premio que el Municipio de Villa María otorga a acosadores sexuales

“Con asombro nos enteramos, por la prensa, que el municipio de Villa María premia a dos condenados por acosar sexualmente a compañeras de trabajo bajo relación laboral precaria. Se trata de Fabián Carranza y Rubén Quevedo, empleados que ejercían cargos de autoridad dentro del municipio e integraban la comisión directiva del SUOEM. Las autoridades locales les otorgan el retiro voluntario, es decir que dejan de trabajar y continúan pagándole con dinero de los contribuyentes. No los sancionaron sino que acordaron el retiro con los acosadores.

“Todo esto contradice cualquier norma ética y resulta repudiable, pero también contradice el estatuto del empleado municipal que en su artículo 150 habla de la exoneración por causales como la “indignidad moral”; delito cometido en ejercicio de sus funciones y falta grave que perjudique moralmente a la administración. Pareciera ser que para las autoridades locales el acoso sexual a mujeres trabajadoras municipales no entra en ninguna de estas categorías. Ni siquiera plantean la cesantía, por el contrario pretenden que el dinero de los vecinos pague el retiro voluntario de acosadores sexuales.

“Son las mismas autoridades que hace días echaron una mujer trabajadora de salud, sin darle un solo peso de indemnización, por el contrario, según el abogado Santiago Tovo, el municipio no la necesita para cubrir ninguna necesidad permanente del municipio (pareciera que salud no lo es) y dio por terminada la cosa. Por su parte las víctimas (ahora revictimizadas) debieron trajinar 11 años por tribunales hasta lograr un fallo firme que pusiera las cosas en su lugar al confirmar que habían sufrido acoso sexual de los nombrados. Por su parte las autoridades municipales nunca quisieron recibirlas para escucharlas. Se llegó a extremos como que en uno de los juicios quien al momento de la denuncia pública por acoso era secretario de gobierno y actual secretario de cultura, Rafael Sacheto, dijera que no estaba enterado del caso, a pesar de que existen declaraciones suyas de aquel tiempo que lo desmienten.

“Lo que hacen las autoridades locales revela una visión machista y patriarcal que favorece a los victimarios y violenta a las mujeres. No sólo es una posición repudiable sino que resulta insostenible en una sociedad donde pretendemos avanzar en la construcción de la equidad de género y erradicar la violencia de género. Pareciera que para el municipio de Villa María resulta más grave faltar diez días al trabajo que acosar a las compañeras, pues por la primera causa pueden dejarte sin trabajo. Para los acosadores un acuerdo de retiro y a las mujeres la calle, sin trabajo ni acciones reparatorias.

“Desde la Unión de Trabajadores de Estados Municipales (UTEM-CTA) solicitamos a Pablo Rosso y al Intendente Martín Gill, que no está en funciones pero en reiteradas oportunidades supervisa acciones municipales, que no se avance con este premio a los victimarios y violencia hacia las mujeres. Es necesario que se tome una decisión ajustada a derecho y con perspectiva de género. También decimos que no es cierto, como dicen algunos funcionarios, que era necesario que la justicia se expidiera acerca de los acosos para tomar decisiones dentro del municipio, el que debió realizar los sumarios administrativos como correspondía. Más allá de apelar a Gill y a Rosso, esperamos que desde el Concejo Deliberante, con diversidades de miradas, se tome carta en el asunto y se actué. No se puede avalar este despropósito.

“Llamamos a las organizaciones defensoras de derechos que se expidan acerca de este tema pues, pensamos, que el caso lo amerita por su gravedad y por acontecer en la administración pública. No creemos que el municipio tenga una posición monolítica acerca de este caso, consideramos que existen voces que deben expresarse y plantear la cosa”, finaliza la declaración de UTEM-CTA que conduce Jesús Chirino.

Nota: En la imagen de la portada está Quevedo, uno de los acosadores premiados por el Municipio de Villa María. En la fotografía que aparece en el cuerpo de la crónica, se observa una marcha en repudio de la violencia contra las mujeres. Se ve un cartel de la UTEM-CTA sostenido por mujeres municipales.