Villa María: Desde UTEM-CTAA reclaman con urgencia “un aumento de emergencia”

Desde la Unión de Trabajadores de Estados Municipales (UTEM-CTA Autónoma) enviaron una nota al Intendente de Villa María Martín Gill, para “exponer la grave situación del empleo municipal, y solicitarle medidas urgentes”.

“Según la Canasta de Consumos Mínimos, elaborada dentro del INDEC por sus trabajadores, una familia tipo necesitó en julio $179.990 para satisfacer sus necesidades básicas. El cálculo se realiza teniendo en cuenta una pareja de 35 años, con dos hijos escolarizados. Debe entenderse que no se trata de lo necesario para el desarrollo de un nivel de consumo “óptimo”, sino “mínimo”.

Por su parte, el INDEC, de manera oficial, estableció que la Canasta Alimentaria Mínima es de $61.383, con ingresos inferiores se está en un estado de indigencia. Para poder acceder a un mínimo de otros bienes y servicios se necesitan $118.607, de tener un ingreso inferior, se está en la pobreza.

La situación social no es la mejor, estamos en el marco de una crisis, pero desde hace años los sueldos municipales de Villa María son magros, y a muchos compañeros/as se les abona sueldos que los deja bajo la línea de indigencia. Según los datos oficiales, y con los últimos aumentos nominales, tenemos que, por ejemplo, un trabajador de planta permanente categoría 13 cobra un básico de $56.464. Como se notará, ese sueldo está por debajo de la línea de indigencia y apenas si alcanza el 31% de lo necesario para cubrir las necesidades básicas de un hogar de clase trabajadora.

Los sueldos municipales de Villa María se vienen deteriorando desde hace tiempo, es así que en agosto de 2019, el básico de la categoría 13 fue de $39.665. Desde entonces hasta inicio de agosto de este año, la inflación fue del  269,5%, pero el municipio aumentó solo el 236,11%. Es decir que, en el período señalado, los sueldos municipales van perdiendo el 33,39%.

Esto nos lleva a que no solo es necesario que el municipio no siga produciendo un ajuste mediante la reducción de los sueldos municipales, sino que se hace imprescindible una urgente mejora salarial, que permita alcanzar, por lo menos, la canasta de consumos mínimos de un hogar.

El análisis se agrava cuando tenemos en cuenta que, en lo que va del año, el municipio otorgó un aumento del 30% (que aún no se termina de cobrar), cuando la inflación de este 2022 ya llegó al 46,2%. De más está aclarar que el adelantamiento de una cuota del aumento, como se hizo, resulta insuficiente.

Por todo lo expuesto es que solicitamos un aumento de emergencia que ayude a mejorar la situación de los trabajadores municipales, tanto los efectivos, los contratados, como quienes no están debidamente registrados y aparecen como “facturantes”.  Acerca de contratados y “facturantes” es necesario que se entienda que la precarización laboral quita seriedad y compromiso al proyecto político de quienes gobiernan, amén de que daña la vida de quienes deben trabajar bajo ese tipo de relación. Pedimos el pase a planta permanente de todos/as ellos/as”, dice el texto de UREM, que cierra reiterando la “necesidad de terminar con el ajuste contra los trabajadores y las relaciones laborales precarias”.

Fuente: www.eldiariocba.com.ar