Villa María: El Intendente ante la Huelga de Verduleros

Por Jesús Chirino*

Los trabajadores y trabajadoras de Villa María, en numerosas oportunidades, han dado muestra de solidaridad entre ellos a la hora de enfrentar a quienes desearían negar todos sus derechos. Existen numerosos ejemplos de lucha contra la patronal y, también, contra el Estado local cuando surgieron medidas injustas.

En esos conflictos suelen aparecer discursos y acciones autoritarias que pretenden descalificar a quienes protestan y justificar la represión. En el año 1923 a raíz de tasas abusivas impuestas por la Intendencia municipal reaccionaron los verduleros. Durante el conflicto el intendente desplegó acciones y un discurso que mostró, de manera contundente, su real ideología.

El Intendente pidió policías contra los huelguistas 

Ante la reforma impositiva llevada adelante por el municipio local, la huelga fue la reacción de los verduleros, en especial quienes en sus carros repartían mercadería a domicilio. Vicente Martínez Mendoza, entonces intendente municipal, lanzó todo tipo de descalificaciones hacia los trabajadores que llevaban adelante el reclamo. También  apoyó el desarrollo de diferentes estrategias que intentaron romper la huelga. Para sus acciones se escudaba en argumentos típicos que suelen sostenerse para acallar los reclamos. Decía que pretendía “asegurar la libertad de trabajo”.

Con el paso de los días, los verduleros fueron sumando el apoyo de otros gremios de trabajadores. Martínez Mendoza, como integrante de un importante sector de los comerciantes de la ciudad, conocía al dedillo la dinámica de la venta y compra de productos.  Pero, por otra parte, también conocía que su antecesor en la Intendencia de la ciudad había sido destituido luego del malestar surgido por una reforma impositiva que fijó nuevos impuestos. Quizás estas dos cuestiones se combinaron de alguna manera para que su posición fuera de una dureza inusitada ante el movimiento de los trabajadores verduleros. Es así que, en varias oportunidades, solicitó la intervención policial durante el conflicto.

En una nota, fechada el 3 de enero, Martínez Mendoza se dirigió al titular de la jefatura política local, Tomás Araballo, pidiéndole que la Policía local “protegiera” a quienes intentaban romper la huelga. En ese escrito el intendente dice “teniendo conocimiento de que los verduleros con reparto en jardinera se han declarado en huelga e impiden con violencia la salida del mercado a los que desean vender sus productos, he de agradecer al Sr. jefe tome las medidas del caso para garantizar la libertad del trabajo”.

Contra el Gremio de Vendedores Ambulantes 

El intendente en lugar de emprender el diálogo intentó, por todos los medios, descalificar el movimiento de los trabajadores. Entre sus acciones para terminar con el efecto de la huelga gestionó la compra de verduras en Córdoba, también ofreció  puestos en los mercados Mitre y Colón a quienes no adhirieran a la huelga.

A pesar de esas movidas, el intendente no cesaba de pedir más intervención policial  en contra de la  “actitud asumida por el Gremio de Vendedores Ambulantes de Verduras, Frutas y Legumbres”.

Por su parte, los trabajadores fueron afirmándose en su posición de lucha, ante lo cual la escalada verbal del intendente no encontró freno y comenzó a tratar a los huelguistas de extorsionadores, sediciosos y otras calificaciones por el estilo. En una nota al Concejo dice: “Desde primero de año se mantiene en huelga el Gremio de Verduleros y cada día va tomando el movimiento el carácter de sedicioso, extorsionando al público consumidor”, a la vez los acusa de buscar el apoyo de otros gremios como el de los lecheros, carniceros y panaderos.

En realidad el Intendente trataba de descalificar a los trabajadores por los efectos de la huelga, es decir, llamar la atención acerca de la importancia de la tarea que desarrollaban.  Quizás, por lo que había sucedido con el anterior intendente, los atacaba señalándolos como sediciosos. Al no tener gran respuesta el repetido pedido de policías, el 9 de enero, le escribió al jefe político solicitando la designación de “una consigna” permanente en la casa municipal, el Mercado Colón, el Mercado Mitre y el Matadero Municipal “para salvaguardar los intereses de la Municipalidad”. Pero también se quejó ante Guillermo Rothe, ministro de Gobierno de la provincia, diciéndole: “He solicitado repetidas veces al señor jefe político auxilio policial efectivo, a fin de evitar hechos desagradables y garantir (sic) la libertad del trabajo, siendo hasta ahora la acción policial nula” y luego pide que desde Córdoba se envíen más efectivos policiales.

Martínez Mendoza contra la Asociación Española 

Ante la legitimidad y fortaleza del movimiento huelguista, Martínez Mendoza continuó construyendo, desde una posición discriminatoria,  argumentaciones en contra de los trabajadores. Comenzó a esgrimir un supuesto sentir patriótico que debería honrarse rompiendo la huelga. Incluso acusó a la Sociedad Española de Socorros Mutuos de Villa María y Villa Nueva de “prestigiar el movimiento huelguista efectuado en los días 1 al 12 de enero de este año por los vendedores ambulantes de fruta y verdura, contra la autoridad municipal”.

Por su parte, los trabajadores señalaron que el intendente los había agraviado con expresiones injuriosas para con los españoles. Ante esto la Sociedad Española se quejó ante las autoridades políticas de la ciudad. Desde la administración municipal se negaron los cargos diciendo que los “huelguistas, que se dicen españoles, son desconocidos sin cédula de identidad, a cuya solicitud la Sociedad Española de Socorros Mutuos ha respondido con la nota de protesta… sin averiguar la verdad de la exposición y sin reparar en que son asuntos absolutamente ajenos a los fines que sus estatutos les marcan como objetivos de la institución, y digo lo más grave porque en la actitud hay un propósito y una finalidad ilícita y delictuosa, cual es, incitar a un movimiento huelguista contra las autoridades constituidas y que en los días del 1 al 12 de enero comprometió la paz y el orden en Villa María”.

Martínez Mendoza estaba enfurecido y llegó a pedir que se le retirara la personería a la Sociedad Española. Desde esta organización, consciente de los derechos de los trabajadores, españoles y no españoles, repudiaron enérgicamente la posición del intendente. Era claro que los verduleros habían estado de huelga defendiendo sus derechos, en tanto el intendente había dado muestras claras de su autoritarismo y una pobre visión de los derechos de quienes subsisten a partir del ingreso logrado por su trabajo.

*Docente. Periodista. Secretario General de la Unión de Trabajadores de Estados Municipales (UTEM-CTA). Secretario Gremial de la CTA Autónoma Regional Villa María

Fuente: www.eldiariocba.com.ar