35º Encuentro Plurinacional: Volver distintas

“Pudimos intercambiar saberes e interrogantes en torno a cuestiones que menoscaban nuestro rol en los  espacios de trabajo. Existen mecanismos de opresión hacia nosotras, tales como la precarización laboral, ajustes presupuestarios, desconocimiento de las tareas de cuidado y doble jornada, falta de protocolos e implementación efectiva de leyes (Ley Micaela, Convenio OIT 190, etc) que garanticen protección ante la violencia machista en el ámbito laboral”, sostiene Keo Montoya que participó del cónclave nacional.

Por Keo Montoya (CTA Autónoma)

El pasado fin de semana las compañeras de ATE, CTAA y FENAT viajamos a San Luis para participar de este 35° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Intersexuales, Bisexuales y No Binaries en Territorio Huarpe, Comechingon y Ranquel 2022.

Luego de mucho tiempo sin poder hacerlo debido a la emergencia sanitaria, fuimos con mucha expectativa ya que se abordaban diversas aristas que
atraviesan  la situación de las mujeres y diversidades, las cuales complejizan y profundizan las desigualdades impuestas por el patriarcado.

Desde nuestro lugar de mujeres trabajadoras sentimos que es fundamental ésta y todas las instancias de formación en la actividad sindical.

En este sentido, pudimos intercambiar saberes e interrogantes en torno a cuestiones que menoscaban nuestro rol en los  espacios de trabajo.

Existen mecanismos de opresión hacia nosotras, tales como la precarización laboral, ajustes presupuestarios, desconocimiento de las tareas de cuidado y doble jornada, falta de protocolos e implementación efectiva de leyes (Ley Micaela, Convenio OIT 190, etc) que garanticen protección ante la violencia machista en el ámbito laboral.

Por otra parte, creemos fundamental un cambio hacia el interior de nuestros sindicatos, una transformación real y genuina que, por un lado, termine con la burocracia sindical, y por el otro, de lugar a la efectiva participación de las compañeras y compañeres en la toma de decisiones y en los lugares de conducción.

Necesitamos voz y voto. Y vamos a por ello.

La experiencia fue muy enriquecedora. Discutimos, aportamos, aprendimos, reflexionamos y tenemos la certeza de que volvimos distintas. Fortalecidas, abrazadas y en tribu. Y por sobre todas las cosas, agradecidas por poder ser parte en la historia de la lucha feminista.

Fuente: www.atecordoba.org