“Bregamos por la unidad de acción para frenar el ajuste”

Lo aseveró Federico Giuliani, Secretario General de la CTA Autónoma de la provincia de Córdoba, quien rescató la iniciativa de “ir configurando a partir de plenarios y asambleas de trabajadores y trabajadoras los mínimos consensos necesarios para llevar adelante un Plan de Lucha que nos ponga en condición de actuar en defensa propia frente a los atropellos de las patronales privadas y públicas y ver si podemos dar vuelta la taba”.

Sostuvo que “la mayoría de los trabajadores somos pobres, cobramos salarios que están por debajo de la Canasta Básica y ni que hablar de los compañeros y compañeras de los barrios que no tienen trabajo formal, que viven de changas o de algún plan social, que no pueden llevar el pan a su mesa y son pobres de toda pobreza. Para cambiar esta realidad de injusticia social bregamos por la unidad en la acción entre todos los que estén de acuerdo en luchar para frenar el ajuste que impone el FMI”.

Y añadió: “El campo popular fue parte fundamental para echar a Macri con la resistencia activa en las calles primero y con el voto después. Una vez asumido este Gobierno había una expectativa positiva porque veníamos de cuatro años nefastos de Macrismo, pero al menos hasta ahora esas expectativas no se han cumplido, mientras que los sectores más retrógrados ya anuncian una masiva pérdida de derechos sociales en caso de ganar las elecciones de 2023. Si no se cambia drásticamente el rumbo político, económico y social se le volverá a asfaltar el camino a la restauración oligárquica”.

Para Giuliani, “hay una crisis muy grave, se vuelve a discutir qué país queremos con los mismos actores que endeudaron y llevaron a la Argentina a los números que tenemos en desigualdad social, pobreza, hambre, desempleo y precarización laboral. En este contexto, con una inflación galopante, el Acuerdo que firmó el Gobierno Nacional con el FMI no sólo legaliza la estafa perpetrada por Macri y consolida la entrega de soberanía, sino que profundiza las penurias que padecen los sectores populares”.

“Hoy lo que marca el pulso, al menos en la provincia, es combatir el hambre que es un crimen, la lucha salarial en todos los frentes y la pelea ambiental para que dejen de arrasar nuestros bienes comunes. Tal vez, el reagrupamiento del Movimiento Popular surja de experiencias sindicales de nuevo tipo como son varias de las que integran nuestra Central, del Movimiento de Mujeres, la juventud, la militancia contra la depredación del ambiente y la organización territorial de los trabajadores y trabajadoras en las barriadas”, subrayó.

Giuliani aseguró que “estamos propiciando la juntada de distintas organizaciones populares para avanzar en una estrategia que nos permita concretar una Jornada Provincial de Lucha donde pongamos en la agenda política las reivindicaciones de los trabajadores. El proceso político de Córdoba no es alentador. Con el regreso de la democracia en 1983 arribó al Gobierno el radicalismo conservador de Angeloz primero y el de Mestre después. Desde el ‘99 gobierna el “Cordobesismo”, que es este armado disfrazado de peronismo que se instaló de la mano de De La Sota y Schiaretti. Los dos partidos mayoritarios se han convertido en una formidable unidad de negocios. Esta era una Córdoba industrial que no está más, acá hubo un industricidio. Hoy tenemos una provincia al servicio del agronegocio y el extractivismo impuesto en nombre del desarrollo, donde los grandes grupos económicos marcan la cancha a un Gobierno que es gerente de los dueños reales de todas las cosas: Los Pagani; Roggio, Urquía, por nombrar a los más conocidos”.