Semana Santa 2024, la crucifixión de los nadies

Por Sergio Garis*

Cual asesinos nocturnos, nos empezaron a matar de a uno en la noche del jueves Santo, más precisamente, el 28 de marzo 2024.

Cual asesinos nocturnos, lo hicieron a cara tapada. Esta vez el arma no fue el cuchillo que queda ensangrentado. Esta vez, acorde con las tecnologías actuales, fue anular la posibilidad de ingresar en el sitio personal de la Gestión de Documentación Electrónica del Estado nacional (GDE).

No sabemos quién fue la o el asesino serial. Pero nos ha matado a todos. Justo en Semana Santa. Como si fuésemos pichones de Cristo, Cristitos que vamos emergiendo en la sociedad en esa misma búsqueda. En nuestro caso, quienes trabajamos en el INAFCI, un poco de equidad y derechos para los sectores más vulnerables de esta sociedad: los y las campesinas; los y las indígenas.

Me recuerda lo que le ocurrió al entonces presidente Raúl Alfonsín. La Semana Santa de 1987. Quienes querían voltear al sistema democrático, se pintaron las caras, sacaron los tanques a las calles y “estuvieron ahí” de cometer un nuevo golpe de estado.

Hoy, quienes quieren pulverizar al Estado vuelven a tomar las armas, en este caso las tecnológicas, y con la cara tapada en el anonimato asesinan a miles de trabajadores y trabajadoras del Estado Nacional.

Hoy están haciendo implosionar al Estado. Lo desarman y descuartizan desde adentro y se derrumba. Para allanar el camino a las elites privilegiadas de afuera a que acumulen más poder: económico, político y social.

En aquél momento el pueblo salió, como siempre lo hace, a la Plaza de Mayo, para apoyar sin ambages al sistema democrático.

Hoy, con el trabajo de orfebrería que la caracteriza, la ultraderecha fue preparando sus armas. ¿Quizá desde la 125? Para horadar a un sistema que promueve derechos y trató -hasta hace algunos años- de establecer equidades.

Hoy, el pueblo está dividido. Al menos por dos elementos sustanciales: por un grupo hegemónico de medios de comunicación, que tiene como empleados a personas que se dicen periodistas independientes, pero que están al servicio, 24 x 7, de sostener un sistema que no es democrático y promueve las diferencias sociales mediante la aplicación de las políticas que estamos sufriendo. Este grupo contribuyó a anestesiar las mentes de millones de compatriotas.

Por otro lado, tenemos una clase política que está cooptada por el poder económico y conforma una unidad indivisible. Su discurso, en algunos casos, como ocurrió en los últimos cuatro años, concuerda con las necesidades del pueblo, pero sus acciones van en sentido contrario. ¿A quiénes representan los que nos representan? Hoy, está claro, al poder económico. ¿Juan pueblo? Bien, gracias.

El pueblo está solo, abandonado a su suerte. Cual el sentimiento de ese pueblo que, según relatan las Escrituras, veían al Mesías crucificado. Hoy es ese propio pueblo el crucificado, al que están matando de inanición y conculcación de derechos, al que le están dando un trapo embebido en vinagre para que pueda saciar su sed.

Primero te matan por el sistema de documentación electrónica, después seguirán por el cierre de las cuentas bancarias y, en consecuencia, el “no derecho” a utilizar los “plásticos inclusivos”, hasta, de a poco, convertirte en un saqueador de basura de aquéllos y aquéllas pocas personas que quedarán incluidas como sostenedores del sistema que el verdadero poder necesita mantener y reproducir para esa elite que gozará el maná que las fuerzas del cielo le proporcionarán a la “gente de bien”. El resto seremos feos, sucios y malos.

Pero estoy convencido, también, que el pueblo vivirá su propia Pascua de Resurrección. Que la necesidad lo conducirá a rescatar sus derechos. Que irá a quitar sus propios clavos de la cruz dominante de un sistema injusto, represivo, lacerante, hambreador y matador.

Quizá no sea este domingo. Pero llegará. Más pronto que tarde, a juzgar por lo que se puede observar. Será la misma fuerza de ese pequeño grupo de cristianos que salió a predicar hacia todas las direcciones. Este pueblo emergerá cual fermento, restablecerá derechos y armará un modelo de sistema en el cual todos quienes lo integremos podamos beber agua en vez de vinagre, comer pan en vez de basura, además de reproducir nuestra cultura con libertad y no quedar de nuevo bajo la colonización epistemológica y cultural del imperio, con sus acólitos cipayos que conviven con nosotros.

“Periodista y Psicólogo Social

Despedido del Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (INAFCI), por el Estado Nacional.

Fecha de ingreso: Julio 2004.

Foto: Grupo La Provincia

Fuente: www.contrahegemoniaweb.com.ar