El escándalo de apuestas que sacudió al Club Sportivo y Biblioteca Atenas de Río Cuarto quedó expuesto en detalle por el fiscal de instrucción de Cibercrimen de Córdoba, Franco Pilnik, quien confirmó la imputación de quince personas por presuntas estafas vinculadas a un partido disputado en septiembre de 2024.
Por Andy Ferreyra
Quince personas, entre exdirectivos, jugadores y allegados del club, fueron imputadas por presuntas estafas tras apostar a la derrota de su propio equipo en un partido del Torneo Federal A. El fiscal Franco Pilnik confirmó que las cuentas en la plataforma de apuestas se habilitaron en los días previos al encuentro, lo que despertó las sospechas.
“Crearon las cuentas en los días previos para poder apostar. Eso llamó la atención a la plataforma porque se daba con un partido, con un resultado tan preciso, jugadas combinadas y demás, despertó sospecha y por eso se hizo la denuncia”, explicó Pilnik en diálogo con el programa Última Pregunta de Radio Continental Córdoba.
La investigación se inició a partir de una denuncia presentada por la Lotería de la Provincia de Córdoba, que detectó una actividad inusual en su plataforma de apuestas legales. Según el fiscal, personas vinculadas al club de Río Cuarto se habilitaron en el sistema días antes del encuentro y apostaron a la derrota de su propio equipo en un partido del Torneo Federal A contra Juventud Unida de San Luis, que finalmente terminó 3-0 a favor del conjunto puntano el 29 de septiembre de 2024.
“Hubo motivos bastante, conforme dice el Código Procesal Penal, para citar a estas personas en calidad de imputado a los fines de intimarles un hecho de fraude respecto de una contienda deportiva que se perdió el 29 de septiembre del 2024”, detalló Pilnik sobre la resolución judicial.
El fiscal precisó que “en ese partido, personas de Río Cuarto se habilitaron en esa plataforma de juego y apostaron a que iba a perder un club de Río Cuarto, resultado que efectivamente se dio así”.

Ex directivos y jugadores, bajo la lupa
Entre los imputados figuraron el expresidente del club, Luis Felippa; el exvicepresidente Mariano Lima; el secretario Sergio Bustos; el tesorero Franco Panzolato; Fermín Felippa (hijo del expresidente); Claudio Rafael Ochoa; Sergio Emanuel Bustos; y Camila Ana Basualdo Quevedo, todos acusados como presuntos coautores del delito de estafa.
También fueron imputados como supuestos partícipes necesarios el exdirector técnico Juan Bazid y los entonces jugadores Axel Fernando Juárez, Uros Milenkivic y Uirá de Oliveira Marques. Completaron la lista Abril Peralta (pareja de Bustos), Juan Manuel Vilchez, entre otros.

Consultado sobre la participación de los jugadores, Pilnik aclaró: “Los jugadores no apostaron. Apostaron algunas personas relacionadas con el club y otras personas que tuvieron conocimiento que se iba a dar este resultado y que, teniendo ese dato, terminaron apostando también”.
La pena por estafa y las medidas procesales
La imputación fue por el delito de estafa, que tiene una pena que va desde un mes hasta seis años de prisión. Sin embargo, Pilnik aclaró que en este caso no se ordenó ninguna medida privativa de la libertad.
“La imputación es por el delito de estafa. Eso tiene una pena en abstracto, en expectativa que va desde un mes a seis años. En este caso particular no se ordenó ninguna medida privativa de la libertad para los imputados, entendiendo que por la escala penal y por no encontrar motivos de riesgo procesal, no era necesario dictar esa medida”, justificó.
La investigación incluyó allanamientos en el club y en domicilios particulares, donde se secuestraron numerosos celulares. Del análisis de llamadas y mensajes surgieron datos que complicaron la situación de varios imputados, quienes habrían coordinado las apuestas en serie a la derrota del propio equipo.
Desde la fiscalía se emitió una nota a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para informar sobre las imputaciones, especialmente en lo concerniente a los jugadores acusados.
Primera causa de este tipo en Córdoba
Pilnik reconoció que se trató de un caso inédito para su fiscalía. “La verdad que es la primera causa que nosotros tenemos de este tipo. Tenemos otras causas por juego ilegal online, que eso sí vemos en ascenso, mucha gente que se vuelca a esto, incluso chicos jóvenes que aparecen en esta actividad de cajeros porque entienden que es una forma fácil de ganar dinero”, admitió.
Consultado sobre si la legalización de las apuestas en Córdoba logró contrarrestar el circuito ilegal, el fiscal señaló: “Que hay juego ilegal, hay en todas las provincias de la Argentina. Es cierto que en el último tiempo nos han llegado menos denuncias”.
Un problema que se extendió por el fútbol sudamericano
El caso de Atenas no fue un hecho aislado en el fútbol de la región. En Brasil, el escándalo que protagonizó el delantero Bruno Henrique, de Flamengo, puso en evidencia la magnitud del problema de las apuestas deportivas en el continente.

Bruno Henrique fue acusado de recibir deliberadamente una tarjeta amarilla en un partido contra Santos en noviembre de 2023 para beneficiar apuestas realizadas por familiares y amigos desde su ciudad natal, Belo Horizonte. Según la investigación, el jugador avisó a su hermano sobre la tarjeta dos meses antes del encuentro y ratificó el aviso tres días antes del partido. Las casas de apuestas Betano, GaleraBet y KTO detectaron movimientos inusuales y suspendieron los pagos.
El caso expuso los vínculos entre el fútbol y las empresas de apuestas en Brasil, donde dieciocho de los veinte equipos del Brasileirão tenían patrocinios de casas de apuestas en sus camisetas. Solo en el primer semestre de 2024, estas empresas facturaron unos 3.300 millones de dólares en el país, con casi 18 millones de brasileños apostando de manera legal.
La justicia deportiva suspendió a Bruno Henrique por doce fechas y lo multó con 11.300 dólares, aunque Flamengo apeló y el jugador continuó en actividad. Sin embargo, el caso reveló la complejidad de regular un fenómeno que atravesaba todo el deporte profesional, desde el fútbol hasta el béisbol estadounidense.
Fuente: Perfil Córdoba