Joaquín Piña Batllevell nació el 25 de mayo de 1930 en Sabadell, España, y murió en Buenos Aires el 8 de julio de 2013. Fue ordenado sacerdote jesuita en 1961. Estuvo destinado más de veinte años en Paraguay, hasta que en 1985 fue designado Obispo de la nueva diócesis de Puerto Iguazú, que comprende la parte septentrional de Misiones. En 2006 encabezó un frente popular que consiguió evitar un proyecto de reelección indefinida del entonces gobernador de esa provincia, Carlos Rovira, quien sigue siendo el máximo referente del gobernante Frente Renovador.
Durante su gestión pastoral fue crítico de las políticas del ‘Menemismo’ y de los gobernadores Ramón Puerta y Carlos Rovira.
En 2006, ya aceptado su retiro del cargo episcopal, lideró el Frente Unidos por la Dignidad (FUD), que en las elecciones para convencionales constituyentes, derrotó por más de 13 puntos al partido gobernante, frustrando las aspiraciones de Rovira de modificar la Constitución Provincial de Misiones, al solo efecto de permitir su reelección indefinida. El Secretario General de la CTA misionera, Juan “Chito” Pasamán integró la lista del FUD e ingresó como constituyente provincial. Nómina de la que también participaron los históricos dirigentes de la Central, Mónica Gurina -actual Secretaria General de la CTA-A- y Jorge “Koki” Duarte, Secretario General de ATE.
Esta contienda electoral tuvo vasta repercusión a nivel nacional, por cuanto el presidente Néstor Kirchner había manifestado enfáticamente su apoyo al mandatario provincial. Tras la contundente derrota de Rovira, fueron desactivados similares proyectos reeleccionistas de otros gobernadores como Eduardo Fellner (Jujuy) y Felipe Solá (Buenos Aires). El compromiso social de Joaquín Piña se expresa a través de sus homilías y documentos del año 2005 y anteriores a dicho año.
A los sacerdotes católicos, los pastores luteranos y los evangelistas se sumó Adolfo Pérez Esquivel, el Premio Nobel de la Paz en la cruzada que encabezó Joaquín Piña contra la reelección indefinida que impulsaba el Gobierno Provincial. Junto al prelado, Pérez Esquivel había librado batallas en defensa de los derechos humanos. Uno de sus encuentros más reconocidos fue la manifestación del No a la Represa de Corpus en octubre de 1995.
El Obispo Piña fue uno de los iniciadores de la Mesa Provincial por el No a las Represas expresando el total repudio a la construcción de las represas de Garabí y Panambí, espacio compartido por la CTA Misiones.
¿Quién era Joaquín Piña?
El religioso catalán llegó a Misiones en 1986 para hacerse cargo de la primera diócesis de Puerto Iguazú. Convocado por el obispo Jorge Kémerer de Posadas, se haría cargo de esa posición hasta el 3 de octubre de 2006.
Antes de ser el Obispo de Iguazú, el Padre Piña fue misionero en Paraguay y en Posadas, entre otros destinos, donde se lo recuerda como buen docente y pastor. Su opción por los más pobres y marginados tiene una clara influencia en el Obispo mártir de la Rioja Enrique Angelelli, siguiendo su prédica de tener “un oído en el pueblo y otro en el evangelio”.
En una época en la que se intentaba inculcar la apolítica y el individualismo en el credo y en la sociedad, el Obispo Piña predicaba sobre el compromiso y las consecuencias políticas de la fe. Al frente de la Pastoral Social, acompañaba las luchas de los sectores oprimidos y a través de proyectos rurales junto a pequeños productores de San Pedro o Pozo Azul, buscaba soluciones a la injusta distribución de la tierra en la provincia.
El Obispo Piña fue un referente social que luchó por la memoria y contra las injusticias sociales. Así también, predicó para que el compromiso por los más pobres sea seguido con el ejemplo además de la palabra, como describió en un mensaje una Navidad del 2005 sobre “la necesidad que tiene la Iglesia de estas personas que estén dispuestas a dejar de lado todo interés personal, para librarse al servicio de los hermanos, haciendo presente a Cristo en medio de la comunidad. Que esto es, o tendría que ser, el sacerdote: otro Cristo, presente entre nosotros”.
La Iglesia y la política
Durante su gestión pastoral fue crítico de las políticas del ‘Menemismo’ y de su aplicación en Misiones a través del entonces Gobernador Ramón Puerta. Así también, fue crítico a algunas políticas de la renovación durante la gestión de Carlos Rovira, más que nada en lo concerniente a la distribución de tierras y la política concerniente a los pueblos originarios, con quienes trabajaba a través del Equipo Nacional de la Pastoral Aborigen.
Al mismo tiempo, más de una vez expresó admiración por las experiencias del Partido de los Trabajadores y la gestión de Lula Da Silva en Brasil. Valoraba positivamente los gobiernos de Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador y Fernando Lugo en Paraguay.
El 17 de febrero de 2007 el Obispo emérito Joaquín Piña y el líder de la CTA, Víctor De Gennaro, participaron de las deliberaciones que llevaron adelante unos 200 referentes de distintos sectores, nucleados en el denominado “Movimiento Social”, en el marco del Primer Encuentro Provincial de Movimientos Sociales. Del encuentro también formaron parte algunos ex convencionales constituyentes del Frente Unidos por la Dignidad.
Los participantes se dividieron en comisiones que trabajaron por la mañana sobre diferentes temas específicos y sobre las herramientas para llevarlas adelante, mientras que tras el almuerzo se expusieron las conclusiones.
Para el líder de la CTA, “este es un momento trascendente de la construcción de un nuevo modelo. Hay cosas del FUD que se acabaron y otras que no, porque el FUD terminó con los dirigentes hambreadores de sus pueblos y con el poder de los gerentes de las corporaciones económicas”.
Además insistió en destacar el triunfo de la coalición opositora el 29 de octubre: “Si pasaba Rovira, quién no podía pasar. Y gracias al triunfo del FUD cayeron Fellner, Solá y Maza”, comentó al referirse a los fallidos intentos re-reeleccionistas de los gobernadores de Jujuy, Buenos Aires y La Rioja.
A su vez, Piña dijo que “los que hablaban de la vieja política resultaron ser practicantes de ella. Sigamos adelante que no somos cuatro gatos locos como dijeron algunos, ya que en definitiva será la gente la que decidirá”.
En 2021 se editó en impreso la obra colectiva “Padre Obispo, la utopía heredada”, un libro que recopila anécdotas y experiencias que homenajean a Joaquín Piña Batllevell, primer Obispo de la Diócesis de Iguazú y referente social del norte misionero.
Cuenta con más de 35 testimonios de allegados y conocidos de Don Piña, que fueron compilados por Claudio Salvador y Viviana Bacigalupo. Las anécdotas fueron recolectadas a través de las redes sociales, correo electrónico o personalmente. Cada uno de los autores aportó historias, recuerdos emocionados o testimonios de lucha que dan cuenta de la herencia de compromiso por los necesitados y la defensa de la democracia que dejó el cura en vida.
Fuente: www.neahoy.com