El Gobierno confirmó el adelantamiento de las cuotas de aumento del Salario Mínimo, Vital y Móvil. Lo hizo a menos de una semana de la presentación de un proyecto de Resolución de Máximo Kirchner y varios diputados de extracción sindical. Se anticipa un 20% en junio, pautado en dos tramos hasta agosto.
La decisión actualiza el ingreso mínimo que, además, es utilizado para calcular el Salario Social Complementario que cobran los beneficiarios de planes sociales.
La resolución es en la misma sintonía que la rubricada en julio del año pasado, cuando también se decidió adelantar el pago de los tramos del SMVM a causa de la disparada inflacionaria.
En detalle:
– A partir del 1 de junio, $45.540 para trabajadores mensualizados y $227.70 el valor de la hora para trabajadores jornalizados.
– A partir del 1 de agosto, $47.850 para trabajadores mensualizados y $239.30 el valor de la hora para trabajadores jornalizados.
Los montos mínimos y máximos de la prestación por desempleo quedan de la siguiente manera: $ 12.650 y $ 21.083, respectivamente, a partir del 1° de Junio de 2022. Y $ 13.292 y $ 22.153, respectivamente, a partir del 1° de agosto de 2022
En marzo este organismo tripartito había fijado una suba del 45% en el salario mínimo para el corriente año dividido en cuatro cuotas: en abril se incrementó a $38.940 y luego ese monto pasaría a $ 42.240 en junio próximo, a $ 45.540 en agosto próximo y la última actualización tenía previsto este ingreso a $47.850 en diciembre próximo. El rebrote inflacionario jubiló este esquema.
Ahora se especula, como también se hizo el año pasado, que en las próximas semanas se podría volver a reunir el Consejo para llevar adelante una suerte de «revisión» de la suma ya pactada. Con un piso de inflación estimado en un 60%, los gremios buscarán intentar sumar unos 10 o 15 puntos al entendimiento alcanzado en marzo pasado.
Si el proyecto de Máximo actuó como una suerte de catalizador del adelantamiento del SMVM, habrá que ver si la pauta salarial que impulsa el kirchnerismo terminará siendo un elemento de presión para las negociaciones que pronto comenzará a desandar el Ejecutivo con UPCN y ATE en el marco de la paritaria del corriente (regirá del 31 de mayo 2022 hasta el 31 de mayo de 2023).
En el Gobierno saben que más allá de intentar cumplir con las demandas de los estatales nacionales, deberán cuidar las metas acordadas con el FMI para paulatinamente ir reduciendo el rojo de las cuentas públicas.
Fuente: www.mundogremial.com