Por Mateo Formía
El “Cordobazo Cultural” comenzó con pisada fuerte en Río Cuarto. Ayer se dio seguimiento a la Segunda Asamblea en Defensa de los Derechos al Trabajo y la Cultura. El miércoles de la semana pasada, en el Espacio Corpolina, se juntaron más de 100 artistas locales de la música, la escritura, la danza, el teatro y otras disciplinas. Durante toda la jornada, los trabajadores de la cultura mantuvieron un debate ordenado sobre las implicaciones negativas que tendría el DNU y la Ley Ómnibus o “Bases” sobre las expresiones artísticas y las formas de trabajo que orbitan alrededor de ellas. Las preocupaciones y el rechazo de las medidas de ajuste sobre la cultura que el gobierno nacional busca realizar se manifestaron expresamente de manera unánime.
Este primer encuentro resolvió una serie de acuerdos orientados a construir una defensa sólida ante los cambios radicales que propone el Poder Ejecutivo. Las personas reunidas llaman a participar activamente de los reclamos, fomentando la “información de lo que implica el cierre y desmantelamiento de la cultura” y “de dónde salen los recursos para la creación de fomentos como el Fondo Nacional de las Artes (FNA) o el Instituto Nacional del Teatro (INT)”, según las resoluciones difundidas. Por otro lado, se conformaron cuatro comisiones de trabajo (Logística, Intervenciones, Fondo de lucha y Comunicación) que faciliten la organización de las actividades propuestas.
Este “Cordobazo Cultural” propone expandir los horizontes y confluir los diferentes reclamos en un movimiento unificado para evitar acciones dispersas. “Buscamos generar una agenda de lucha que nos permita ampliar nuestro discurso como clase trabajadora y que no quede como algo meramente cultural y artístico”, dice Santy Rodríguez, miembro de la Comisión de Comunicación. Bajo esta idea, los artistas del “Cordobazo Cultural” participarán del Paro del 24 de enero en conjunto con organismos de derechos humanos y de la actividad Asamblea y Ollas Populares organizada por la Federación Nacional Territorial (FeNaT-CTAA) para el 17 de este mes. “Queremos encontrarnos con los compañeros que están siendo despedidos, con los trabajadores de los barrios y poder discutir política”, afirma Rodríguez -periodista, militante de la FeNaT y la CTA Autónoma- y sigue, “en la asamblea de ayer seguimos organizando las acciones que resolvimos en el primer encuentro. Para el futuro, la idea es seguir juntándonos a discutir y pensar acciones concretas en la calle”.
Ajuste a las instituciones
En medio de las discusiones caldeadas del Congreso y controversias alrededor del tratamiento del DNU 70/2023, los artistas de toda la provincia se movilizan para defender y reivindicar su trabajo y su contribución a la sociedad y la cultura. “Río Cuarto está movilizada en sus bases intercambiando estrategias de lucha con diversas organizaciones sociales. Las consignas se aglutinan en torno al rechazo a las reformas culturales del DNU y ley ómnibus referidas al cierre del FNA, el INT, el Instituto Nacional de Cine y Artes Visuales (Incaa), la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) y otras instituciones que fomentan, desarrollan y crecen bajo el amparo estatal”, dice Marcelo Fagiano, poeta de la ciudad participante del Cordobazo Cultural.
Según estadísticas del INT, en 2023, la inversión nacional que se realizó sobre entidades que dependen directamente del Ministerio de Cultura, representó el 0,2% del presupuesto total. Por su parte, el sector cultural de nuestro país genera un valor agregado anual del 1,8%. Teniendo en cuenta estas estadísticas, se puede concluir que el mercado de las industrias culturales produce más de lo que gasta.
El giro radical que propone el Gobierno Nacional con el DNU y la ley ómnibus implicaría un fuerte ajuste, desregulación y desfinanciamiento general de los fondos de asignación al sector cultural. “Asociado a esto tenemos, a corto plazo, la pérdida de puestos de trabajo y, a mediano y largo plazo, la interrupción de proyectos que abarcan a todas las ramas del arte, impactando sobre los creadores, equipos técnicos, gestores y al público que se nutre de esas propuestas culturales. Interpretamos a esas políticas no como un gasto, si no como una inversión imprescindible para la transformación social”, advierte Fagiano.
Las preocupaciones y los avances en las reformas culturales ponen en alerta a los artistas de la ciudad, quienes plantean sostener activamente las movilizaciones colectivas y actuar en todas las direcciones posibles. “Un pueblo, económica y culturalmente empobrecido, se dirige, de manera inevitable, hacia la desintegración social y ese es el peor de los escenarios para el destino humano”, prevé Fagiano.
Fuente: www.puntal.com.ar