Bautismo de fuego para SiTraLab-CTAA

El sindicato que nuclea a trabajdores y trabajdoras de laboratorios fue creado hace menos de un mes y enfrenta su primer conflicto por el despido de uno de los fundadores en la empresa Craveri. “Es un despido disciplinatorio, para decirle a los demás se queden callados”, afirmó la Secretaria General del Gremio Mailén Blanco.

El Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Industria Farmacéutica del Área Metropolitana de Buenos Aires (SiTraLab-CTAA) reclama por la reincorporación de Nelson Cordero, integrante de la incipiente organización gremial, que fue despedido sin causa de Laboratorio Craveri.

El martes realizaron una concentración con apoyo de la CTA Autónoma frente a las instalaciones del laboratorio, en el barrio porteño de Caballito, como primer medida de un plan de lucha en caso que la empresa no revierta su decisión, a la que señalan como persecutoria y de amedrentamiento a otros trabajadores que quieran sumarse al gremio.

En diálogo con Canal Abierto Radio, la secretaria general de SiTraLab Mailén Blanco contó que “este despido se da cinco días después que hicieramos oficial el lanzamiento del sindicato. El día 31 de agosto le llega a su domicilio una escribana entrgándole un papel en el que decía que estaba desvinculado, sin causa. Fue la única comunicación que tuvimos por parte de la empersa”.

Y explicó que “a partir de ese momento iniciamos medidas de fuerza porque entendemos que es un despido totalmente discriminatorio sin causa y es un atentado contra un trabajador que es militante”

La dirigente gremial calificó al despido como “totalmente arbitrario. No tiene una causa. En principio es discriminatorio. Y también es disciplinatorio, para decir que los demás se queden callados y aprendan. Pero lo que tiene de particular es que, en este caso puntual, la empresa no ha dado ningún tipo de explicación. O sea, lo único que se ha comentado es que el compañero no daba con el perfil. Después de 13 años me parece que el perfil está sobradamente probado. Así que nuestra única demanda con la empresa el día de hoy es la reinstalación del compañero”.

Blanco contó que tras los primeros reclamos mantuvieron encuentros con la jefa del sector y el gerente de planta y “ninguno de los dos dio la explicación. Lo único que dijeron fue esto, que no daba el perfil. Pero, ahondando un poquito más en la charla con el gerente, nos dice que el problema, o lo que ellos consideran un problema, es nuestra antigüedad. Ese es el foco de la cuestión. Y cuando pone en cuestión nuestra antigüedad, se está poniendo en cuestión el convenio colectivo de trabajo. Entonces ahí es donde viene lo preocupante, que esto lo consideramos como la punta del iceberg: te despiden a un compañero con 13 años de antigüedad sin dar ningún tipo de explicación, sabiendo que es un militante sindical. Además él no tiene cargo en el gremio, así que no tiene inmunidad”.

“Intentamos ir escalando en el conflicto de a poco. Porque la realidad es que no nos interesa generar un conflicto, poner en jaque a la empresa o algo por el estilo. Lo único que nos interesa es que nuestro compañero regrese a tomar tareas y que se respeten las condiciones laborales dignas”, agregó.

La trabajadora destacó que “el laboratorio está atravesando un muy buen momento. De hecho, nosotros con mis compañeros y compañeras de comisión veníamos reclamando por un aumento en el premio de productividad. En Craveri tenemos, sobre nuestro salario básico, un 7% de incremento. Y el pedido que estábamos formulando a la empresa días antes de que se produjera el despido, era que este premio de productividad se incremente. Porque la empresa ha ganado licitaciones, tiene muchísimo volumen de trabajo. Entonces pedimos un reconocimiento para los compañeros y las compañeras”.

Otro tipo de sindicalismo

El SiTraLab fue oficializado el 26 de agosto por delegados y delegadas de laboratorios que no estaban conformes con las respuestas que tenían por parte de ATSA Buenos Aires, gremio al que pertenecían hasta entonces.

“La realidad es que no daba respuestas a muchos reclamos y planteos que veníamos haciendo como delegados de base veníamos haciendo. Teníamos críticas desde la paritaria hasta casos de violencia de género. Es todo un amplio abanico de demandas y esto no se veía solventado por parte de esa organización”, contó Blanco.

El paso siguiente fue la vinculación de distintas comisiones internas de otros laboratorios, relación de la que se desprendió que el descontento con el gremio no se circunscribía a una sola empresa y que las falencias eran vistas en todos los ámbitos de trabajo

“Entonces decidimos, hace ya más de un año, empezar a organizarnos y decir que las cosas tienen que cambiar. Ccomo proyecto político, nuestra intención es un cambio en la forma de hacer sindicalismo. No conciliamos con que hay que esperar gobiernos de turno para que nos favorezcan. No conciliamos con no hacer nada cuando la correlación de fuerzas a nivel nacional no da. Todas esas excusas nos iban poniendo desde ATSA Buenos Aires y nosotros veíamos que a lo largo de estos 10 años no se daban respuestas a los trabajadores y a las trabajadoras”, afirmó Blanco.

Y agregó que “perdíamos notablemente poder adquisitivo, veíamos cómo se iba licuando nuestro salario. O sea, siempre presentando alternativas de diferente índole y no tuvimos respuesta. Es por eso que nos empezamos a nuclear y a intentar darle respuesta a nuestros compañeros y nuestras compañeras”.

El despido de Cordero en Craveri no generó ninguna reacción de ATSA, aunque Blanco reconoció que tampoco recurrieron a él. “Decidimos manejarlo como sindicato recientemente constituido. Además contamos con el asesoramiento pleno de la CTA Autónoma. Estamos vinculándonos de esta manera y tratando de generar otro tipo de sindicalismo. Creemos que es posible, inclusive en un momento de conflicto, dar una respuesta a los compañeros y compañeras. Entonces nos estamos recostando permanentemente en nuestra base de militancia, hablando permanentemente con nuestros compañeros, tratando de dar la respuesta como colectivo, no permitiendo que esto se dirima en una mesa en el Ministerio de Trabajo que finalmente queda en la nada”, concluyó Blanco.

Fuente: www.canalabierto.com.ar