Diversidades: Terminar con el ‘feminismo blanco’

En el marco de una entrevista que cedió al programa radial Entre todos y todas, que la Secretaria de Prensa de ATE Córdoba emite por GEN FM 107.5, el responsable del Departamento de Géneros y Diversidades del Consejo Directivo Provincial del Sindicato (CDP), Eugenio Talbot, departió sobre la problemáticas que se producen dentro del colectivo trabs y travesti cuando determinadas miradas del feminismo se imponen sobre el resto.

“Hay que hablar de los feminismos porque no hay uno solo y se tergiversaron mucho, creciendo su capacidad de ser excluyente para con las comunidades trans y travetis, cuando este Estado machistas, patriarcal y heteronormado nos unifica en la lucha, con nuestras actividades o nuestras identidades”, explicó Talbot.

Y continuó: “no puedo entender que hablemos identidades femeninas y masculinas. En este tiempo, donde estamos tratando de dejar el binarismo, seguimos empleando una palabra como feminismo para definir a una clase de militancia que en realidad debería apuntar a la incorporación de todas aquellas identidades se ven oprimidas y violentadas por el machismo. Me remonto a la historia, por ejemplo, del Frente de Liberación Homosexual que siempre fue invisibilizada en la historia argentina. Se trata de una organización revolucionaria de los ’70 que fue la primera en tejer alianzas con el feminismo, pedir públicamente -en un frente político con un nombre específico-pidiendo que no se hagan mas abortos clandestinos y para que se cumpliera la ley que establecía que los hospitales debían proveer medicamentos anticonceptivos, que se prohibió durante el gobierno de Isabel Perón y López Rega”.

En ese sentido, afirmó que “ahí tenemos marcas de posibilidades de unión en la militancia histórica dentro de procesos de lucha muy importantes en la República Argentina, en contextos muy particulares como fue el terrorismo de Estado, donde aprendimos a hacer alianzas. Hoy parece que estamos retrocediendo, avalando un feminismo te tiene estas características: blanco, universitario, donde no aparecen identidades populares ni territoriales de pueblos originarios, identidades travestis y trans”.

Feminismo blanco

Seguidamente, Talbot apunto a plantear “qué entendemos por feminismo”. “Y se entiende por lo femenino, pero a esta altura lo supera. ¿No deberíamos repensar estas prácticas cuando hablamos de patriarcado y de una lucha en común? Veo un torrente de actividades, incluso dentro del FDT que es lo que más me duele, de un feminismo blanco, académico, que no oye lo popular ni las diversidades y que tendría que estar abierto”.

“No hace falta hablar de trans feminismo, sino entender que estas políticas tienen que ver con la lucha y la igualad de la diferencia, trascendiendo la palabra feminismo para encontrar otro significado y otro significante. Debemos pensar en esta actitud de tutelaje que se sigue teniendo sobre las identidades travestis y trans desde la ‘militancia Cis’”, remarcó el dirigente.

Facultad de Comunicación

“Hace poco en la Facultad de Comunicación (UNC) se creó una nueva estrategia interclaustros del programa de Género y Diversidad. Una gran población ‘cis’, universitaria blanca, con ciertas características de clase y tres personas trans, tutelada por esta mirada académica, permitida y avalada por el sistema que, de alguna manera, sigue diciéndonos lo que es políticamente correcto y que no. Esto desde una mirada Cis que no está mal pero que no vivió nuestra realidad. Eso inevitablemente invita a la censura y a la parcialidad en el discurso”, denunció Talbot.

Y aseguró que “en la generación de discursos hegemónicos hay una construcción de pactos sociales que de alguna manera se logran imponer al resto. El movimiento feminista toma ribetes permite construir políticas de Estado y conquistar derechos, como la importantísima ley del aborto, pero que también legitiman opresiones en esta estructura del sistema que se forma, opresiones hacia pueblos originarios, hacia la población travesti trans, legitimando que políticas son convenientes hacia una población donde no pertenecen”.

El responsable del Departamento de Géneros y Diversidades concluyó señalando que “no hace falta tener útero para ser víctima de la violencia machista. Las palabras que utilizamos están abiertas a debate para volver a pensar que implica darles lugar a las identidades eternamente oprimidas y que debemos ser escuchadas y tenemos mucho para aportar”.

Fuente: www.atecordoba.org