La situación social en la provincia es muy grave: El hambre “es doloroso”, calificó el sacerdote Mariano Oberlin, uno de los reconocidos como “cordobés destacado”.
Luego de que se difundieran las cifras de pobreza e indigencia en Argentina y en Córdoba, que marcaron un incremento de esos indicadores en el primer semestre del año, Mariano Oberlin, cura párroco del populoso barrio Müller, en la capital provincial, consideró que las cifras son alarmantes.
El sacerdote fue reconocido hace dos años como “personalidad destacada por la Municipalidad de Córdoba” por su comprometida tarea por los derechos humanos, la no discriminación de los pobres, sobre todo en procura del cumplimiento de los derechos de los niños, los jóvenes y los ancianos.
“Seguramente la pandemia es algo que ha influido mucho en esta situación, pero lo que más preocupa y duele es que detrás de esos números hay personas concretas”, aseguró en diálogo con Radio Universidad.
Oberlin contó que en los comedores que cada vez hay más gente que se acerca a pedir ayuda. “Hay muchas situaciones estructurales de fondo que hacen que la situación sea muy difícil, más allá del hambre que es lo más urgente, elemental y doloroso. Si no resolvemos la cuestión estructural de fondo en cuanto a la pobreza, no sólo no vamos a bajar, sino que se va a profundizar”, indicó el religioso.
Lo urgente y lo estructural
Respecto de esta cuestión, Oberlin consideró necesario abocarse a lo urgente que ahora es la cuestión alimentaria, pero sin perder de vista el trabajo de las cuestiones sociales estructurales más profundas.
“Evidentemente frente a una emergencia la prioridad es enfocarse en el hambre urgente y las cuestiones ligadas a eso, pero sin perder de vista que apenas se pueda hay que buscar las cuestiones de fondo. Quizás una de las cosas más alarmantes, sea la falta de oportunidades que miles de niños y jóvenes tienen para adelante, ¿con qué los vamos a esperar y atender como sociedad cuando la pandemia y lo más urgente haya pasado?”, se preguntó el cura.
“Para nosotros quizás no sea una sorpresa porque vivimos acá (con las familias carecientes), pero la pandemia ha puesto en sobre el tapete y ha desnudado un montón de cuestiones estructurales irresueltas que hay que resolver hacia adelante”, finalizó Oberlin.
Las palabras del sacerdote no solo revelan una situación social gravísima en la ciudad de Córdoba, sino que se replica, en mayor o menor medida, en todos los puntos del interior de la provincia.
Fuente: www.eldiariocba.com.ar