El saqueo contra nuestro pueblo se profundiza

Por Carlos Rang*
En el discurso inaugural de la Asamblea Parlamentaria Milei parte de un diagnóstico que incluye el consabido relato sobre “la peor herencia” de la historia de un Gobierno. Ataca a la casta política que rechaza sus reformas y acusa al Estado como responsable de la crisis económica que atraviesa el país, sosteniendo los ejes discursivos que usó en campaña y lo llevaron a la Presidencia de la Nación en 2023.
Si bien estos temas consiguen el festejo de los mercados y las exportadoras nucleadas en AEA y algo de consenso en la ciudadanía que estarían permitiendo el brutal ajuste, la viabilidad del mismo está siendo jaqueada en parte por la llamada casta política y por la deslegitimidad que está provocando su política frente a la realidad del conjunto de nuestro pueblo que se manifestó con huelgas y grandes movilizaciones: contra la licuación de los ingresos, el aumento exponencial del costo del nivel de vida, tarifas, transporte, creciente desempleo y pulverización de los salarios producto de devaluación con inflación.
En la apertura de sesiones Milei ratificó el rumbo y la decisión de profundizar el plan de ajuste estructural de la economía argentina, lo que busca succionar riqueza principalmente de los sectores de pequeña burguesía y clase trabajadora en su conjunto. En 2 meses de su Gobierno la pobreza aumentó del 47 % al 60 % bajando prácticamente a cero el gasto público en salud, educación, ciencia, tecnología y los planes sociales para desocupados. Esto impacta fuertemente y de manera negativa en la calidad de vida de la población generando un aumento exponencial de la desocupación, la pobreza y la exclusión social.
El llamado Pacto del 25 de Mayo propuesto por Milei ante la Asamblea Legislativa tiene gran similitud con los 10 puntos del Consenso de Washington de los años 90. Incluye un achicamiento del Estado en sus funciones sociales, un avance de las privatizaciones de las empresas estratégicas del Estado, la reforma laboral y del sistema previsional, y la apertura indiscriminada de la economía.
Los lineamientos propuestos por Milei a las provincias de Argentina constan de 10 puntos que refieren a la inviolabilidad de la propiedad privada, un equilibrio fiscal innegociable, la reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al 25 por ciento del Producto Bruto Interno y una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva, simplifique la vida de los argentinos y promueva el comercio. Milei intentó mostrar una actitud dialoguista, proponiendo la firma de un pacto de gobierno con todos los gobernadores del país, pero aclaró que si no se aprueba su paquete de leyes de ajuste, habrá consecuencias, como por ejemplo, el desfinanciamiento a las provincias.
Incluyen la rediscusión de la coparticipación federal de impuestos para terminar para siempre con el modelo extorsivo actual y un compromiso de las provincias de avanzar en la explotación de los recursos naturales del país y una reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal y una reforma previsional que le dé sustentabilidad al sistema, respete a quienes aportaron y permita, a quienes prefieran, suscribirse a un sistema privado de jubilación.
El Pacto propuesto por Milei menciona también una reforma política estructural que modifique el sistema actual y vuelva a alinear los intereses de los representantes y los representados y la apertura al comercio internacional, de manera que la Argentina vuelva a ser una protagonista del mercado global pero obvió decir que su política exterior viene a profundizar la dependencia a través de la Deuda y nuestra condición neocolonial a favor de los Grandes Fondos de Inversión y el alineamiento con el Imperialismo Global.
En síntesis, solo criticó a políticos y sindicalistas y habló del 60% de pobreza como si sus políticas de gobierno no tuvieran nada que ver con el aumento de la misma, tampoco hizo propuesta alguna para revertirla, sólo más ajuste y achicamiento, por ejemplo con el cierre de la Agencia Nacional de Noticias Télam y seguir con los despidos en los organismos del Estado, en el mismo momento que el polo  industrial con la empresa siderúrgica Acindar ya detuvo la producción.
El escenario que se avecina va hacer de mas ajuste con la necesidad de entrada de divisas para cumplir con los vencimientos del pago de la deuda, esto conlleva una futura devaluación para que los grandes productores, acopiadores y exportadores liquiden  la cosecha, esto va agudizar la transferencia de riqueza de nuestra clase a los sectores concentrados.
Ante esta situación no tenemos otra alternativa que organizarnos para defender nuestras condiciones de vida en tanto clase trabajadora.
Para eso debemos avanzar en un plan de lucha que construya la unidad desde abajo para la Huelga General.
*Docente de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC). Integrante del Grupo de Trabajo China-CLACSO. Delegado Gremial de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTAA) en la Secretaría de Agricultura Familiar (SAF). Vocal del Consejo Directivo Provincial (CDP) de ATE Córdoba