“Este sistema de salud no sirve para nada, es caro, malo, fragmentado, incontrolable y corrupto”

Por Ana Flores Sorroche
Jorge Yabkowski, el líder de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (FESPROSA-CTA), habló de los problemas estructurales que enfrentan los trabajadores en el sistema de salud. Del miedo a denunciar y perder el trabajo, a los subsidios estatales. Además el papel de sindicalistas, empresarios, funcionarios y gobiernos.
Tras la sucesión de denuncias por falta de elementos de seguridad y protocolos de protección que derivaron en el cierre provisorio de algunos centros de salud en plena pandemia, sumado a la alta cifra de trabajadores de salud contagiados de Covid-19 expuesta por la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA), el Secretario General del gremio, Jorge Yabkowsk, habló en exclusiva con InfoGremiales.

En una charla de casi una hora, el dirigente denunció severas falencias estructurales del sistema de salud argentino, repasó el papel de los funcionarios en el asunto y las connivencias que arrastra entre empresarios y sindicalistas que, según su opinión, “ahora son la misma cosa”.

Además, calificó de”caro, malo, fragmentado, incontrolable y corrupto” al sistema de salud y apuntó contra las obras sociales sindicales que sirven para “garantizar la gobernabilidad del movimiento obrero”. “Lo que habría que hacer es una sola gran caja de seguridad social administrada por el Estado”, disparó.

Jorge Yabkowski: El sistema público está funcionando con el poco poder que tiene, con el acostumbramiento que tiene de hace décadas de dejar hacer en el sector privado, de repente se ve forzado para una intervención para la que no está preparado. La intención inicial del gobierno, de nacionalizar la admisión, es decir de regular quién entra y quién no entra en la cama de Terapia Intensiva en todo el país, sea pública o privada la seguridad social, era una medida correcta. Y ahí se plantó Claudio Belocopitt (dueño de la prepaga Swiss Medical y presidente de la cámara de empresarios de la salud) y todos los dueños y dijeron “No”, y sin hablar estuvo la CGT, diciendo más o menos ‘La admisión la manejamos nosotros porque no queremos que se mezclen negros y blancos en el Sanatorio Los Arcos’. Bueno, lo dijeron más pomposamente ‘Cada uno tiene deberes con sus afiliados’ pero iban a eso. Y ese DNU se cayó, y no por un tema de plata. 

Mi primera reflexión es que tenemos un sector muy subsidiado y muy poco controlado, esa es la verdad. Ya venían siendo muy subsidiados. En toda la pandemia las clínicas privadas no van a pagar aportes patronales. Después se las subsidió dándoles el bono para los trabajadores a los privados con fondos públicos. Y después se les hace contratos, donde la regulación va a ser “acordada” y va a estar bien pago. Si se contratan camas del sector privado para gente sin cobertura el Estado las va a pagar.

El problema con el sector privado es que tienen la lógica de la empresa capitalista. Si no estás muerto tenés que seguir yendo a trabajar porque no quieren pagar el reemplazo, y este virus es traicionero. Ahora seguramente van a cuidar la imagen.

-Ustedes presentaron, junto con ATE, una carta al presidente con un plan integral.

– Sí, nosotros venimos peleando por el plan integral desde que empezó la pandemia, inclusive largamos una campaña “Con menos no” (lanzada el 20 de marzo), el jueves de esa semana (del 6 al 10 de abril) largamos la primera denuncia diciendo hay más de 200 trabajadores de salud infectados y obligamos al Ministerio (de Salud) a dar la primera cifra oficial el viernes 10 de abril. El Gobierno la tenía y la ocultaba, yo no sé por qué. En el informe diario dijeron 374 trabajadores de la salud infectados, 14 por ciento del total. El martes de la semana pasada (14 de abril) ya estábamos en 570 y estábamos manteniendo un 15 por ciento.

-Se hablaba de 20 por ciento en un momento.

-20 por ciento tenemos en cuatro lugares, en Provincia de Buenos Aires, Rosario, La Rioja y Chaco, 20 o más. En el resto de los lugares tenemos menos. A partir de eso presentamos el plan de protección integral con ATE. Tuvimos la reunión el martes, nos dijeron que sí, que iba a salir por resolución ministerial, que estaban de acuerdo. Tiene varias pautas eso, declarar de interés nacional la protección de los trabajadores, proveer en tiempo y forma los EPP, dar educación obligatoria (no optativa), testear a todos los trabajadores de la salud cambiando el criterio de ‘caso’, que en lugar de febrícula de 37.5 y dos de los síntomas, con uno sólo se testeaba. Hoy, hace dos horas entramos a la página del Ministerio y sigue siendo el mismo de antes.

-¿Y los testeos masivos, como el que hicieron en Constitución?

-Está perfecto, tenemos la cifra más baja de porcentaje de PCR (test diagnóstico) positiva sobre muestra colectiva, 9%, tenemos un muestreo del test rápido (test de anticuerpos IgG/IgM) con 400 negativos y tenemos hoy ya más de 500 trabajadores de la salud infectados, lo que decimos es focalicemos en los trabajadores de la salud. Encima, muchos de ellos asintomáticos, se contagian entre ellos y a los pacientes. Entonces hay que testear más al trabajador de la salud. No lo digo yo, lo dice la OMS. El presidente, influenciado por el Ministro (de salud, Ginés González García), durante los primeros dos meses de la pandemia habló de camas y de respiradores, pero de la protección personal no hablaron hasta hace una semana, que estalló la cantidad de casos que tenían cuando nosotros hacemos la denuncia el jueves, si no, no estallaba. Fue muy irresponsable lo que hicieron. Salir de contrataque sabiendo que los números eran el doble de lo que nosotros estábamos denunciando. Ahora ya está, el tema está instalado y hay que resolverlo.

-Con el tema de los reclamos de los trabajadores de salud que temen perder su fuente laboral, ¿hay realmente posibilidades de que las clínicas cierren?

-Y van a cerrar, por lo menos, transitoriamente. Obvio. Entonces lo que les dicen por debajo de la mesa, según nos cuentan los delegados, es “No denuncien porque se cierra y podés perder el trabajo”. Eso se lo dijeron a los compañeros del Sanatorio de la Providencia los delegados de FATSA.

– Sin embargo, la enfermera que denunció en La Providencia dijo que fue Daer quien la respaldó. Dijo que fueron los delegados los que?

No, pero cuando saltó por supuesto. Si vos lo escuchabas a Daer la noche del allanamiento a la Providencia te dabas cuenta que llegó tarde, que las cosas las sabían hace dos semanas, que el Italiano había estallado, que ya varias clínicas privadas estaban en la mira, que ya habían cerrado Sanatorio Norte que está bajo órbita de FATSA. Ya el tema en la salud privada venía creciendo. La Providencia fue un estallido porque está en pleno centro porteño y porque fue un desborde, pero no es que no sabían lo que estaba pasando. Sí, sabían. Y bueno, como siempre trabajan, en el momento en que está por estallar el bardo se ponen la camiseta de combativos y hacen las declaraciones?

– En el mismo momento en que la enfermera estaba dando la entrevista en C5N, Héctor Daer tuiteaba en su cuenta personal, denunciando que del Gobierno de la Ciudad le dijeron que no tenían instrumentos para intervenir, que “no tienen poder de sanción”.

-Eso es mentira. La responsabilidad de la Ciudad es doble porque no cumple con su deber de policía sanitaria y de resguardar la salud pública de los ciudadanos. Se hacen los boludos porque nunca lo habían hecho. No están los mecanismos de control y defensa de los ciudadanos que están cubiertos por la Seguridad Social. Las obras sociales no son entidades de derecho público, son de derecho privado. Por eso funciona tan desasastrosamente. Son 330 obras sociales cuando en ningún país desarrollado del mundo tenés más de 4 o 5 cajas de seguridad social.

– Los sindicatos dicen que si les sacan eso los desfinancian.

– ¿A quién?… En el COVID la atención en las obras sociales va a superar la capacidad tradicional, entonces qué hacen, ¿tienen fondos de reaseguro? ¿Ahorraron plata para la mala? No. Lo primero que hicieron fue ir a pedirle al Estado y Ginés se sentó con la CGT. Entonces para qué las quiero si se llenan de guita en las buenas y en las malas tienen que pedirle guita al Estado. Si vos me preguntás, la moraleja de todo esto es que ese sistema no sirve para nada, es caro, malo, fragmentado, incontrolable y corrupto. Y que hoy lo que habría que hacer es una sola gran caja de seguridad social administrada por el Estado con directores obreros votados democráticamente para controlar junto al Estado el conjunto de las prestaciones, y funcionaría mucho mejor. Un sistema a la francesa, a la inglesa. Pero se termina la gobernabilidad del movimiento obrero, porque toda esa plata es la que le ubica la entrada de los dirigentes de la CGT.

– Desatás una guerra civil.

– Exactamente. Pero bueno, como estamos en medio de una guerra, quizás? Ojalá pase eso y haya alguien con la lucidez de decir “Bueno, es el momento de hacer un sistema universal en la Argentina”, esa es la gran discusión en la sanidad argentina, querés avanzar hacia un sistema único y las trabas estructurales son enormes.

Uno no deja de decir que este es un sistema absolutamente irracional, carísimo, porque gastamos casi el 9 por ciento del PBI en esto, mientras el sistema público recibe el 2 por ciento del PBI, conteniendo a 1700 hospitales, 6000 unidades sanitarias y atendiendo a 20 millones sin coberturas, el 90 por ciento de las emergencias. Y la Seguridad Social y el sector privado tienen 6, 7 por ciento, atienden menos gente, más caro y con calidad dudosa. La realidad es que un sistema de una caja única podría funcionar mucho mejor.

Cerrando el Día Mundial de la Salud y Seguridad en el Trabajo, Yabkowski lamentó el fallecimiento de una trabajadora que cumplía funciones en la primera línea aun estando jubilada, mientras ve cómo asciende el número de trabajadores infectados. El día que se hizo esta entrevista la proporción respecto al total de infectados del país era 15.1 por ciento, ya llegó a 15.9 con 637 trabajadores contagiados y desde el organismo gremial siguen exigiendo la puesta en marcha del Plan Nacional de Protección de los Trabajadores de la Salud.

Fuente: www.infogremiales.com.ar